La pandemia aviva la pederastia en la Comunitat

Rodrigo Hernández es el responsable de Save The Children en la Comunitat. «Tememos un ascenso de estos delitos en 2021 y este año», advierte. Entre los motivos cita «el mayor acceso de pederasta de internet a nuevas tecnologías y a sus víctimas» por los periodos de mayor reclusión en casa. Se suma «un mayor riesgo para los menores por su exposición a internet mucho tiempo sin una supervisión o formación adecuada».

También preocupa «el mayor tiempo que los menores han pasado con sus familias, donde se genera un buen número de delitos sexuales contra los más pequeños». Además, «fuera es más fácil pedir ayuda y comunicar el delito, bien en el cole o a los amigos». Ahora, apremia, «toca reforzar todos los puntos de detección, tanto en el colegio como en cualquier otro».

Un reciente estudio de Save The Children se centró en analizar sentencias judiciales con menores víctimas de delitos sexuales en 2020 y 2019. Revela que el 44% de los abusos a menores se están produciendo entre los 13 y los 16 años, pero la edad media en la que se inician es a los 11.

En relación al agresor, en ocho de cada diez casos es conocido por la víctima o está en su entorno más cercano. El espacio más común, y esto preocupa en relación a la pandemia, es el de la propia familia. Eso sucede en la mitad de los casos analizados. Y dentro de esta posibilidad, el padre es el autor en ocho de cada diez ocasiones.

«Pedimos el cumplimiento efectivo de la Ley de Protección de la Infancia con formación, prevención y protocolos claros que se cumplan», apremia Hernández. «En el caso de Torrent parece que estaba el hombre sólo con la niña. Y esto es una práctica inadmisible. Si queremos estar seguros, no conviene que un profesional sanitario, docente o deportivo se quede a solas con un niño en un espacio cerrado».

Juan Molpeceres es abogado penalista y experto en menores. «Ha habido más casos de pederastia durante la pandemia que han implicado procedimientos judiciales una vez terminado el confinamiento», detalla.

Basta un simple vistazo a los juicios que cada semana se celebran en la Audiencia de Valencia para comprobar este hecho: la mitad de quienes se sientan en el banquillo por delitos sexuales tienen a menores como víctimas. Una hija, un sobrino, la paciente de un dentista, alumnos de un entrenador… «El encierro y la inactividad han favorecido este tipo de conductas propias de espacios cerrados», estima el letrado.

Para el juez valenciano Joaquim Bosch, los delitos sexuales de adultos a menores suponen «un tema que está muy presente y del que se habla poco, porque sigue siendo un tabú en nuestra sociedad».

El magistrado advierte de que, mayoritariamente, «el agresor es una persona del ámbito familiar, habitualmente, el padre, el padrastro o el abuelo». Sin contar con porcentajes estadísticos, «se puede asegurar que la gran mayoría de casos de abusos a menores son perpetrados por familiares cercanos». Se trata «de adultos en la mayor parte de los casos, no de semejantes en edad».