La pandemia dispara en más de un mes las listas de espera desde enero

El sistema de salud valenciano lleva dos meses consecutivos centrando sus esfuerzos en la lucha contra la pandemia. Desde poco antes de que se decretara el estado de alarma la mayor parte de los medios y de los profesionales se han centrado en la batalla contra el coronavirus en muchos casos desviando equipamiento y personal.

Para liberar efectivos y espacios durante estos meses se han pospuesto las operaciones y pruebas que no tenían un carácter de urgencia. Ahora se empiezan a revelar las consecuencias. El incremento de las listas de espera, un problema que siempre ha estado presente en la sanidad publica valenciana, es una de ellas.

Los primeros casos de coronavirus en la Comunitat se diagnosticaron en la segunda mitad de febrero de forma que el último mes sin ningún enfermo de coronavirus fue el de enero. Entonces el tiempo de espera para operarse o realizar alguna prueba diagnóstica era de 86 días. En abril había pasado a 126 días, según datos publicados en la página web de la Conselleria de Sanidad. Además, en este periodo también se han incrementado el número de pacientes en espera. En enero era de 60.983, mientras que tres meses después son ya 66.973.

El incremento de las demoras se pudo apreciar ya en marzo, cuando el tiempo que había que esperar era de 97 días. Este aumento del 46,5% en apenas tres meses tiene su explicación en que los esfuerzos se han concentrado en la lucha contra el coronavirus.

Los departamentos de salud con las demoras más altas son el Consorcio General de Castellón con 185 días, el de Castellón (138) y el del General de Valencia (137)

En el extremo contrario se encuentran los de Elx-Crevillent con 54 días y los de Torrevieja y Elda con 58. Llama la atención el de la Ribera. Ante de la reversión el tiempo de demora media era de 62, mientras que con los últimos datos de la Conselleria de Sanidad los enfermos de esta área deben esperar hasta 93 días para ser operados o acudir a alguna prueba médica.

Las intervenciones de fimosis son las acciones programadas que sufren mayor demora. Hay que esperar 173 días y en esta situación se encuentran 537 pacientes. Pero la lista con mas pacientes es la de los que tienen que recibir una prótesis de rodilla (3.104 enfermos) con un retraso de 135 días.

También es elevado el número de los que esperan una prótesis de cadera (1.402) y 132 días de demora media o aquellos que deben sufrir una intervención para corregir el 'hallus vagus' con 2.286 pacientes y 113 días de retraso.

La especialidad con un mayor número de enfermos en espera es la de Cirugía Ortopédica y Traumatología. La cola es de 20.500 pacientes que tienen una demora de 147 días. Le sigue Oftalmología con 105 días de media y 15.100 enfermos dispuestos a operarse.

En cualquier caso los que más tienen que esperar son los pacientes de Cirugía Pediátrica que sufren una demora de 180 días. 1.357 menores se encuentran en esta situación.

Cirugía Plástica experimenta un retraso de 179 días y en Neurocirugía la demora es de 171 mientras que el caso de Torácica la espera es de 160 días.

En el extremo contrario se sitúan los enfermos Cirugía Cardiovascular. Operarse de una enfermedad en el corazón sufre una demora de 88 días. En el caso de Dermatología la espera es de 89.

El problema, según explica el portavoz de Sanidad del Partido Popular en Les Corts, José Juan Zaplana, es que la situación se puede agravar en los meses, «ya que la conselleria no tiene un plan para la desescalada también en la atención sanitaria».

«Somos conscientes de la situación, pero echamos de menos que haya una planificación», explicó Zaplana. El diputado popular indicó que la conselleria pudo haber «faltado a la verdad» al asegurar al ministerio que hay un plan para atender a patologías que no sean Covid-19. «Estamos ante una nueva chapuza organizativa. No han preguntado a los profesionales, no han avisado a las gerencias de los departamentos de salud», añadió el portavoz quien también denunció que «nos encontramos en una situación de improvisación permanente y hay que volver a poner en marcha la actividad programada«.