Los pasajeros del tren cercado por el incendio de Bejís estudian crear una plataforma

El grave suceso tuvo lugar el 16 de agosto entre las estaciones de Masadas Bancas y Barracas, en la provincia de Castellón, cuando la maquinista de un tren, con 49 pasajeros a bordo de tres vagones, detuvo el convoy al observar llamas junto las vías y una intensa lluvia de cenizas.

El pánico por la cercanía del fuego y la falta de información, al parecer, sobre la maniobra de retroceso que realizó la maquinista, la única empleada de Renfe que se encontraba en el tren, empujó a una veintena de viajeros a bajar de los vagones para huir de las llamas, pero 14 pasajeros resultaron heridos al quedar atrapados por el fuego entre un talud y el convoy.

Un mes después del suceso, los heridos y sus familiares siguen sin saber quién cometió «el error de comunicación», como admitió el presidente de la Generalitat, al no avisar al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de que el fuego estaba cerca de las vías. Esto provocó la situación de grave riesgo que vivieron los pasajeros y la maquinista después de que Adif no cortara el tráfico de trenes, porque nadie le informó de la cercanía de las llamas.

Un familiar de uno de los pasajeros heridos ha contactato ya con dos asociaciones de víctimas de accidentes ferroviarios para asesorarse sobre la posible creación de la plataforma. «Queremos informarnos sobre lo que podemos hacer como víctimas para que se sepa la verdad y que se depuren responsabilidades, y por eso estamos hablando con familiares de otras víctimas que se unieron para defender sus derechos, como pretendemos hacer nosotros», afirmó uno de los promotores de la plataforma.

El suceso ocurrido el 16 de agosto cerca de la estación de Masadas Blancas «puede y debe catalogarse como un accidente grave porque se saldó con cinco heridos graves, al menos, daños en la infraestructura y medio ambiente y un efecto en la normativa y gestión de seguridad, como establece el real decreto aprobado en 2014 que regula la investigación de los accidentes e incidentes ferroviarios», añadió la misma fuente.

Además, el atestado que está realizando la Guardia Civil será clave para determinar posibles responsabilidades en el error de comunicación que provocó el suceso.

Como ya informó este periódico, la indignación de los heridos y sus familiares es tan grande que valoran la posibilidad presentar una demanda colectiva en el juzgado de Segorbe, que todavía no ha abierto ninguna causa a la espera del informe que debe concluir la Guardia Civil.

Los promotores de la plataforma consideran que el suceso podría haberse evitado si los servicios de emergencia y Adif «se hubiesen coordinado mejor». La Guardia Civil de Burriana ha tomado declaración a la maquinista y varios pasajeros del tren para esclarecer cómo y por qué bajaron del convoy.

Días después del suceso, un equipo de técnicos de Adif y dos guardias civiles recorrieron con una vagoneta e inspeccionaron el tramo de vía donde resultaron heridos los 14 pasajeros. Tras circular por un tramo curvo y luego por un túnel, comenzaron a observar los primeros daños en la vía férrea justo en el punto donde la maquinista detuvo el convoy al ver llamas en las proximidades de la vía y una intensa lluvia de cenizas.

Varios árboles caídos, 1.700 metros de cable de fibra óptica quemado y una señal semafórica afectada por el fuego son algunos de los daños que observaron los técnicos. Los agentes de la Guardia Civil tomaron fotografías y cotejaron los datos que tenían a la vista con los proporcionados por la caja negra para realizar las correspondientes diligencias.

Además de los informes de la Guardia Civil y Adif, los técnicos de la Generalitat Valenciana también está realizando otro para esclarecer el fallo de coordinación que puso en peligro la integridad física de los pasajeros y la maquinista del tren. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó que un error de comunicación pudo provocar el grave incidente y se comprometió a informar a la opinión pública cuando pueda hacerlo.

La mujer de 62 años que sufrió graves quemaduras en el incidente del tren cercado por el incendio de Bejís continúa ingresada en la unidad de cuidados intensivos de la Unidad de Quemados del Hospital La Fe. Tras permanecer un mes ingresada, otra de las pasajeras heridas, de 43 años de edad, recibió el alta médica hace varios días, según informaron fuentes de la Conselleria de Sanidad.

Todas las personas que resultaron heridas en el suceso bajaron del tren para huir del fuego en unos momentos de gran confusión y nerviosismo debido a la cercanía de las llamas y los gritos de algunos pasajeros. Cinco mujeres, dos hombres y un niño de cuatro años fueron trasladados a dos hospitales, aunque el menor y uno de los varones recibieron el alta a las pocas horas.

El resto de los heridos, a excepción de la mujer que sigue ingresada en la unidad de cuidados intensivos, presentaban quemaduras de mayor o menor gravedad y abandonaron los hospitales días después. Otra de las víctimas sufrió una fractura y también recibió el alta médica.

La maquinista detuvo varias veces el convoy, cuando realizaba el trayecto de regreso, para recoger a los pasajeros heridos que habían bajado segundos antes de los vagones para huir de las llamas. Tras recibir el aviso del traslado de las víctimas a la estación de Caudiel, los sanitarios y miembros de Cruz Roja se desplazaron con urgencia al lugar y asistieron a una decena de pasajeros del tren. Varios de los heridos han presentado reclamaciones en las oficinas de atención al cliente de Renfe y dependencias del Ministerio de Transporte para pedir asistencia psicológica e informarse de ayudas para transporte, alojamiento y manutención de los familiares de los heridos que estuvieron o siguen hospitalizados.

Renfe ha contactado con la mayoría de las víctimas, a través de los números de teléfono asociados a sus billetes, para interesarse por su estado y ofrecerles asistencia psicológica.