Directo El precio de la luz se desinfla con la nueva tarifa este viernes: las horas prohibitivas para conectar electrodomésticos
Antonio Casanova en Gandia. Damián Torres

La pesadilla de pasar 20 años con una hernia

Un vecino de Gandia lleva dos décadas encadenando visitas a médicos, a la unidad del dolor y a fisioterapeutas y desde hace dos años espera que le llamen para la unidad de la espalda en el Clínico

Juan Sanchis

Valencia

Viernes, 22 de diciembre 2023, 02:12

Está ya un poco harto. Antonio Casanova Llobell, un vecino de Gandia, lleva algo más de dos décadas arrastrando unos dolores en la espalda sin ... que le haya visto un traumatólogo y cada vez le está causando más molestias. Además, está a la espera desde hace cerca de dos años que le visiten en la Unidad de la Espalda del Hospital Clínico de Valencia para determinar si es necesario operarle. Uno de los síntomas de su enfermedad es tan inhabilitante que que no puede caminar más de diez minutos seguidos porque empieza a dolerle la espalda.

Publicidad

Todo comenzó en 2001 que fue la primera vez que acudió a un médico por sus problemas en la espalda. Le hicieron unas pruebas y el resultado fue que tenía unas protusiones en las vértebras L4 y L5 que indicaban que se estaba formando una hernia discal. Ahora, veinte años después, tiene dos de estas hernias en la parte baja de la espalda. Fue el inicio de un calvario que se ha alargado durante más de dos décadas y, lo más grave, es que no ve luz al final del túnel. «No me contestan», indica

Empezó a tomar calmantes y antiinflamatorios con los que consigue paliar en algo el dolor. Aunque la sensación se mantiene y no desaparece. «Está siempre ahí. No se va nunca», afirma Antonio que tiene 49 años de edad. Y el resultado es que prácticamente no puede caminar, ni llevar una vida más o menos normal, ni hacer planes con su mujer y su hija por los dolores de espalda que le acompañan allí donde va. «Es desesperante», afirma.

«Menos mal que no tengo un trabajo que no es manual porque en ese caso no podría hacerlo», indica Antonio que se dedica a la contabilidad y trabaja en una empresa de Gandia. Además, a su mujer le acaban de diagnosticar un problema también en la espalda.

Publicidad

A medida que se iba agravando su estado, las dosis de medicamentos han sido cada vez más altas. Llegaron hasta darle fentanilo, que tuvo que dejar de tomar porque no le sentaba bien. Ahora sobrevive a base de «tramadoles, morfina y antiinflamatorios, que tomo cada mes y medio».

Desde el médico de cabecera le enviaron a la unidad del dolor del Hospital de Gandia. Primero le infiltraban un cóctel de medicamentos y posteriormente pasaron a radiofrecuencia. Pero de bien poco le ha servido porque no hay manera de que los dolores le den un respiro. «He estado dos años en este departamento sin que tampoco conseguir que las molestias desaparezcan», explica. En este sentido, añade que en estos momentos las infiltraciones que le hacen no logran tampoco aliviarle. «Ya no me hacen nada, no me ayudan», indica. Por ello a la última sesión para infiltrarse ya no ha acudido. «Pasar un mal rato en el quirófano no me compensa», ha destacado.

Publicidad

«No entiendo qué es lo que pasa para tanto retraso. No debe ser tan difícil contactar con el Clínico de Valencia», arguye Antonio.

Desde este departamento le han remitido a la Unidad de Espalda del Hospital Clínico de Valencia por si es necesario darle una solución quirúrgica a su dolencia. Pero lleva dos años a la espera sin que hasta el momento haya recibido una contestación a su demanda.

Publicidad

Tampoco ha conseguido que le atiendan tras acudir al Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP), que es la unidad responsable de atender, informar y asesorar a la ciudadanía que utiliza el sistema sanitario público. «Me han respondido que remiten mi caso al Clínico pero ya ha pasado mucho tiempo y desde este hospital no me han contestado todavía», afirma.

Antonio Casanova resalta que la primera comunicación con el SAIP la envió el pasado 13 de septiembre. El 25 de octubre no había recibido respuesta y remitió un nuevo mail. Este servicio dio señales de vida el 30 de octubre diciendo que derivaban el expediente al SAIP del Hospital Clínico. El 29 de noviembre volvíó a enviar un correo electrónico que hasta el momento no ha tenido respuesta. «Cuánto tiempo tengo que esperar para que me vea un especialista en la espalda», se pregunta Casanova.

Publicidad

«Lo que quiero es que me vea un cirujano y me dé una solución después de veinte años arrastrando las hernias», añade Antonio. «Luego dicen que nuestra sanidad es de las mejores. Es una vergüenza», exclama desesperado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad