El 'Loreto' ya raciona hasta el pan

Una semana después, el tiempo parece haberse detenido a bordo de 'Nuestra Madre Loreto'. Pasados siete días desde que los pescadores alicantinos subieron a cubierta a una docena de inmigrantes a la deriva en una lancha de plástico, en mar de nadie entre Libia y Malta, los ahora 25 ocupantes del barco miran a la línea del horizonte sin que nadie aparezca. Al menos el mar ha mejorado y ante sus ojos no se abalanzan ya las «olas como montañas» que azotaron el pesquero durante el miércoles, con vientos de 35 nudos. Pero el tiempo pasa y las provisiones, el combustible y sobre todo la esperanza del grupo de inmigrantes de recibir auxilio empieza a esfumarse.

«Si tenemos que comer media barra de pan, se hace», aseguró ayer jueves mediante su teléfono satélite el capitán, Pascual Durá. El patrón del pesquero de Santa Pola ya ha dado orden al cocinero para que racione «todo lo que pueda» los víveres y el agua a bordo, planteada para una tripulación que ahora se ha visto doblada. Las existencias no durarán más de cinco días, mientras que el combustible apenas alcanzará para cuatro jornadas de navegación, como señalan desde el barco. «Nadie viene a traernos nada», lamentó el capitán, quien aseguró que él y sus marineros se sienten «exhaustos y desamparados». A última hora de la tarde de ayer, el 'Loreto' puso rumbo al oeste para encontrarse con el barco humanitario de 'Proactiva Open Arms' «a ver si nos pueden ayudar. Nunca, nunca iríamos hacia Libia», aseguró Vicente Sempere, el segundo de a bordo.

Mientras, en las esferas internacionales sigue el enfrentamiento y la polémica sobre qué debe hacerse con los náufragos. El Gobierno español señaló que el barco puede dirigirse a un puerto libio para avituallarse y pide la colaboración de los países ribereños «en caso de que se considere que Libia no cumple las condiciones para ser un puerto seguro». En un comunicado, la vicepresidenta Carmen Calvo indicó que el capitán ha recibido un correo de Salvamento Marítimo de Libia en el que se le pide que se dirija al puerto de Al Khums, debido a que el mal tiempo impide que las patrulleras se puedan dirigir al punto en el que se encuentra el pesquero y proporcionarles los suministros que necesitan.

Desde el pueblo natal de los Durá, la familia que en la última década ha rescatado con sus barcos a casi un centenar de inmigrantes, el Ayuntamiento de Santa Pola ha convocado para las 12 del mediodía de hoy una concentración en apoyo al pesquero y se une al Consell en el ofrecimiento de la Comunitat como 'puerto seguro' en el que acoger el pesquero.

Europa no comparte la opinión del Gobierno español. La Comisión Europea cree que Libia no es un país seguro donde desembarcar a los inmigrantes a bordo, pero subrayó que no es competencia suya coordinar una respuesta en este caso. «Hay diferentes factores a tener en cuenta y en nuestra opinión estas condiciones no se dan en Libia, pero no nos corresponde a nosotros decirlo», indicó en rueda de prensa la portavoz comunitaria de Interior, Natasha Bertaud.

Idéntica opinión a la de los juristas. La Asociación de Abogados Extranjeristas de España califica de «ilegal» la pretensión del Gobierno de devolver a Libia al grupo de náufragos recogidos por un pesquero de Santa Pola (Alicante) porque corren el riesgo de «sufrir tratos inhumanos y degradantes».

En un comunicado, este colectivo de abogados especialistas en inmigración lamenta que el Gobierno «esté intentando obligar a devolver a un país fallido a un grupo de náufragos recogidos por un buque de bandera española, y por tanto bajo su jurisdicción». La agrupación de letrados exige al Gobierno «desde el Derecho y la humanidad» que recoja la oferta hecha por la Comunitat Valenciana.