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En la tarde del horror, el cielo se abrió en Chiva. Los pluviómetros del municipio, en especial el de la Confederación Hidrográfica del Júcar situado en el polígono de la Pahílla, registraron 605,8 litros por metro cuadrado en un solo día, cuando la ... media anual suele ser unos 500 litros. Los datos, disponibles a través del Servicio Automático de Información Hidrológica, informan en tiempo real, cada cinco minutos, de la lluvia que cae en un determinado punto. Así las cosas, resulta increíble que a nadie le sorprendiera que en Chiva cayeran 35 litros por metro cuadrado en apenas cinco minutos, entre las 17.45 y las 17.50 horas. Esa agua, junto a la que cayó durante las horas anteriores, fue rambla abajo y anegó l'Horta Sud, sin que aparentemente nadie diera la voz de alarma. O casi nadie, en realidad. Vamos a ir casi hora por hora y minuto a minuto en un intento de reconstruir una jornada terrible que desembocó en la mayor tragedia de la historia reciente de la Comunitat.
Amanecía en Chiva aquel martes y el cielo ya se estaba cayendo. Son cuatro los grandes picos de precipitación de Chiva ese día. Entre las 7.30 y las 9.05 horas, el día despertó con 90,6 litros por metro cuadrado, 66,8 de ellos entre las 9 y las 9.05 horas. En cinco minutos, llovió más de una décima parte de lo que llueve en todo el año. Una auténtica tromba que hizo que el barranco bajara ya con mucha agua durante la mañana. Los vecinos de Chiva empezaron a compartir vídeos en redes sociales. LAS PROVINCIAS, por supuesto, informó de lo que estaba ocurriendo.
Luego la cosa se calmó, cierto, a lo largo de la mañana: no llovió entre las 11.15 y las 13.50 horas, lo que motivó que la CHJ informara a Emergencias de que el barranco del Poyo tenía tendencia descendente en los famosos correos electrónicos. A las 16.13 horas fue el último y, por el momento, tranquilizador mensaje, que hizo que todo el mundo en el CECOPI se centrara en lo que parecían causas más urgentes: el desborde del Magro en Utiel y la posible rotura de la presa de Forata. Ya saben, el fantasma de Tous.
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Álex Serrano López
Sin embargo, ahí ya había empezado a llover con fuerza en Chiva otra vez, aguas arriba de un barranco del Poyo que ya llevaba millones de litros de agua de todo lo que había llovido en el interior de la provincia desde primera hora. 15,6 litros en 10 minutos entre las 15.55 y las 16.05 horas desataron, ahora sí, las alarmas de la CHJ, que informó a Emergencias de lluvias torrenciales en Chiva a las 16.37 y a las 16.50, 24 y 37 minutos, respectivamente, después del último mensaje que decía a l'Eliana que no había de qué preocuparse en un Poyo que a eso de las 14 horas ya bajaba a reventar de agua en el puente de la A-3, como demuestran fotografías realizadas por los periodistas gráficos de este medio.
Pero es que la situación no se calmó por la tarde. De hecho, entre las 15.40 y las 19.50 horas se derramaron sobre el pueblo 351,6 litros por metro cuadrado, un auténtico torrente que anegó el barranco, que empezó a crecer con mucha fuerza a partir de las 17 horas. En Chiva ya se barruntaba la tragedia cuando en l'Horta Sud miles de personas volvían a casa de sus trabajos, sin que nadie les advirtiera de que una ola gigante bajaba hacia ellos desde los 400 metros de altura a los que está Chiva. De 19.30 a 20 horas, en apenas media hora, cayeron 84,4 litros por metro cuadrado. Una intensidad tal que cualquier previsión saltó por los aires.
Y por la noche tampoco dejó de llover. El pluviómetro de la CHJ, al que la confederación tuvo acceso a lo largo de la tarde (y que sí vigiló en las horas en que no miró al barranco del Poyo, al menos hasta las 16.50 horas), registró 105,2 litros desde las 20.05 y hasta la medianoche más oscura que ha vivido la Hoya de Buñol. Toda esa agua siguió bajando hacia l'Horta Sud y complicó los trabajos de rescate en la zona anegada, donde miles de personas tuvieron que pasar horas al frío mientras bajaba el nivel del barranco.
Por tanto, más preguntas. Si la CHJ sí avisó de la intensidad de lluvias en Chiva a las 16.37 y a las 16.50, ¿por qué nadie comprobó el barranco del Poyo? Si lo hubieran hecho habrían podido constatar que el crecimiento del caudal ya era una realidad, de forma lenta pero segura: conforme más llovía en Chiva, más agua bajaba por un barranco que, además, llevaba desde las 7 de la mañana recibiendo trombas desde Chiva y desde la zona de Bugarra y Pedralba a través de pequeñas escorrentías.
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