La jornada en la que el inicio del toque de queda pasa de la medianoche a la una de la madrugada llega tras un fin de semana en el que las sanciones por los incumplimientos nocturnos han aumentado. Y en un panorama sanitario ... en el que los jóvenes se sitúan ya entre la población con mayor incidencia del virus en España. Policías consultados por este diario temen que la posibilidad de pasar más tiempo en la calle se traduzca en un aumento de los botellones, razón por la que los dispositivos especiales de control van a continuar en los próximos fines de semana hasta que decaigan las restricciones.
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Los últimos datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno constatan que las desobediencias de los ciudadanos ante las prohibiciones nocturnas han ido en aumento desde que el pasado 9 de mayo finalizó el estado de alarma. Sólo la Policía Nacional ha denunciado a 1.800 personas durante el fin de semana. Son 200 más que en el anterior. No obstante, la delegada del Gobierno, Gloria Calero, aseguró: «No se han detectado grandes concentraciones en horas de restricción nocturna, sólo algunas pequeñas fiestas con pocos participantes que se disolvieron tras ser sancionados».
La excepción estuvo en Alicante, donde Policía Nacional y Local intervinieron en una discoteca ilegal en el polígono industrial de Rabasa. Este era el escenario de una fiesta ilegal con 38 personas. Los agentes arrestaron a los organizadores, tres jóvenes de 26, 30 y 32 años, por un presunto delito contra la salud pública.
Además, se incautaron de 39 ampollas metálicas que contenían óxido nitroso, droga conocida como 'gas de la risa', junto a otros estupefacientes. Una denuncia vecinal por la música elevada alertó a los policías. Comprobaron que los jóvenes consumían alcohol y drogas sin distancia social ni mascarilla. Elevaron 19 actas por exceso grupal y siete por los estupefacientes.
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En este momento hay muchos los policías convencidos de que el retraso en el toque de queda podría acarrear un aumento del botellón en las próximas semanas, precisamente en un momento en el que los grupos de población más jóvenes son los que presentan las tasas de incidencia del virus más elevadas de España. El efecto vacuna todavía no les alcanza y, al mismo tiempo, son los más vulnerables a contagios derivados del mayor contacto social a medida que decaen las prohibiciones y los horarios nocturnos se amplían.
A consultas de este diarío, la Policía Local de Valencia asegura que no ha observado un aumento del botellón desde el fin del estado de alarma ni tampoco temen un repunte. Pero más allá de la capital los sindicatos policiales no opinan del mismo modo. Según Emilio Rodríguez, delegado del sindicato CSIF en Policía Local, el aumento de las reuniones nocturnas para beber en la calle «ha sido el esperado después de ampliarse el toque de queda. Se nota que hay mas movimiento en la calle, pero el hecho de tener la limitación hasta la medianoche ha influido bastante».
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¿Qué sucederá ahora que el regreso a casa está marcado a la una? Para Rodríguez, «hay una preocupación generalizada», incluso «más allá de esta ampliación sobre todo de lo que vendrá después, cuando no haya toque de queda». En la central sindical creen que seguirá «una tónica parecida al resto de las principales capitales de España, donde numerosos jóvenes se han echado a la calle en horario nocturno».
Son impresiones muy parecidas a las de Alternativa Sindical de Policía, en el seno de la Policía Nacional. «Hemos notado un aumento bastante grande en el número de intervenciones nocturnas por consumo de bebidas alcohólicas en la via pública», resalta su portavoz en Valencia. «Y es previsible que el retraso del horario provoque que en los próximos fines de semana aumente todavía más». Por ese motivo, anunció, «se preparan refuerzos» de vigilancia para los próximos fines de semana.
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En Alzira, por ejemplo, se ha notado un incremento de las reuniones de jóvenes y botellones. En el primer fin de semana en el que el toque de queda se alargó hasta la medianoche fueron sancionadas 21 personas por incumplimientos y se identificaron a 15 menores en reuniones ilegales.
En Calpe, la Policía atajó el fin de semana un botellón de 11 turistas jóvenes en la cala Manzanera. Se saltaron el toque de queda y estaban sin mascarilla. Allí también temen que haya más casos cuando se levante el toque de queda. Los agentes de Dénia están atajando entre dos y tres botellones de grupos pequeños en los últimos fines de semana.
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