FERNANDO PAJARES
Martes, 26 de julio 2022, 00:38
El inicio de verano más caluroso desde que hay registros ha provocado que el aire acondicionado sea un complemento indispensable en algunos bares y restaurantes de la Comunitat. No obstante, el hecho de tener este dispositivo enchufado durante todo el día supone un ... alto coste y un implemento considerable en la factura de la luz que no todos los hosteleros pueden asumir. LAS PROVINCIAS ha hablado con algunos propietarios de bares y restaurantes de la ciudad para conocer de primera mano cómo les está afectando este problema en su día a día.
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Para muchos hosteleros las altas temperaturas y las olas de calor que estas han traído consigo han supuesto una piedra más en el duro camino que supone sacar adelante un negocio. «Nosotros tenemos el aire enchufado todo el día porque con este calor mucha gente prefiere comer dentro antes que en la terraza», comenta Jacinto, camarero de 'La última y nos vamos', y añade: «esto nos supone un incremento en la factura de la luz de unos 300 a 400 euros».
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El mismo problema tienen en el restaurante 'Nova Mutua', donde su dueño, Eliseo, ha sido testigo de como en este último mes los clientes «han huido de las terrazas» para resguardarse del sol en los interiores con aire acondicionado. «Solo a primeras horas de la mañana, cuando aún corre aire fresco, hay gente que opta por estar fuera, pero a mediodía y con este bochorno no hay nadie que se atreva a hacerlo. Todo el mundo está dentro», explica Eliseo mientras señala a las terrazas exteriores donde no hay absolutamente nadie. «Nosotros tenemos enchufados la mitad de los aires acondicionados y los 150 euros de incremento extra en la factura a fin de mes no nos lo quita nadie», remata el dueño de este restaurante.
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Sin embargo, no todos los negocios pueden permitirse el lujo de utilizar estos dispositivos durante todo el día. «El aire acondicionado no lo ponemos» señala Marisa Salmerón, dueña del bar 'Troys', y añade: «Yo lo siento, pero con esta subida de los precios de la luz no me lo puedo permitir». Como consecuencia de esta decisión algunos clientes optan por ir a otros establecimientos que sí que estén climatizados. «Hay gente que lo entiende y se queda; y hay gente que se queja y se va, pero no puedo hacer otra cosa porque si lo enchufo la factura de la luz me costaría el doble», puntualiza Salmerón.
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La subida de los precios de la luz, sumada a la inflación, dificulta a gran parte de los hosteleros poner el aire acondicionado en estos días tan calurosos de verano. En su lugar, muchos optan por el uso de ventiladores que, si bien es cierto que no son igual de efectivos, al menos resultan ser una opción más barata.
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