La postal de Valencia se hace añicos

Primero hay que solucionar el drama humano, coinciden todos, pero ya se «vislumbra» que el problema será enorme en el Parque Natural de la Albufera. Los expertos subrayan la reisilencia del humedal, capaz de casi todo, aunque están vigilantes sobre todo de la calidad del agua y de los vertidos que hayan sido arrastrados por la DANA al lago.

La tragedia ha llegado justo cuando se espera la llegada de decenas de miles de aves que anidan en el parque para pasar el invierno. ¿Afectará lo que ha ocurrido? El hecho es que el nivel del agua está más elevado que de costumbre, con las compuertas de las golas abiertas de par en par para sacar al mar la enorme cantidad de agua llegada desde la Rambla del Poyo, por donde entró la tragedia a l'Horta Sud. Según informó el Ayuntamiento a través del servicio Devesa-Albufera, el nivel este miércoles se acercaba ya a la estabilidad, una vez reducido el caudal.

Aficionados a la ornitología, turistas y curiosos en general acuden a partir de este mes a lugares como el Racó de l'Olla (las antiguas intalaciones del hipódromo) o el mirador que se extiende desde el borde de la antigua carretera de El Saler para contemplar las aves y fotografiarlas. Es un ritual y una atracción que crece con la inundación de los campos de cultivo.

Eso no sucederá este año por la tragedia acaecida al otro lado de la Pista de Silla y que ha llegado hasta el humedal. Del mirador arranca un embarcadero que utiliza el Ejército y la Guardia Civil para amarrar las embarcaciones en el operativo de búsqueda de víctimas, unos pantalanes que amanecían con la bajada del nivel de agua ya vacíos de ramas, cañas y hasta algún neumático arrastrado por las aguas.

Las colonias llegan este mes y de manera progresiva se irán incorporando especies hasta el próximo mes de enero. Mario Giménez, delegado en la Comunitat Valenciana de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), se encontraba ayer mismo inspeccionando las instalaciones del Tancat de la Pipa, que gestiona la entidad. Quiso ser muy prudente a la espera de datos para emitir un juicio, aunque en los primeros días tras la DANA no se ha visto mortandad de peces.«Hay que ver el estado de la calidad del agua», reitera, antes de profundizar en el análisis. La Conselleria de Medio Ambiente ya ha iniciado esta investigación pero el momento decisivo será cuando se cierren las compuertas. Entonces, con la estabilidad de la masa del agua, podrá comprobarse el nivel de vertidos, su toxicidad y la mejor manera de retirar los residuos. El biólogo Javier Jiménez Romo ha recorrido varias veces el humedal desde la DANA. La parte norte, que encara con Massanassa y Alfafar, es la que encuentra más dañada.

«Hay bastante basura peligrosa dispersa», asegura, para citar como ejemplo envases de aceite y montones de blisters de cosméticos que han formado un vertedero.«Hay basura peligrosa, más en la parte oeste», dice en relación con la proximidad de la Pista de Silla. De cara a la nidificación de miles de aves, señala que el parque necesitará los próximos meses no sólo un proyecto de regeneración sino «también de gestión» para hacer frente al desastre ocurrido. Eso sí, reiteró igual que los demás que primero está «proteger las vidas» de los damnificados antes de tomar las decisiones que deben llegar en relación con el parque.

De la misma opinión es el presidente de la Junta Rectora, Carles Sanchis Ibor, quien precisa que debe hacerse antes de cualquier otra cosa una evaluació de daños. «Caminos y acequias estarán muy dañados», cita como ejemplo del paso del agua y todo lo que arrastraba. Eso y optimismo acerca de la resistencia del lago y la fauna y flora. Todos los agentes implicados, la Generalitat, las asociaciones y el Ayuntamiento como propietario, deben combinar todas las reparaciones con la retirada de toneladas de basura. ¿Afectará esto a la rutina de las colonias de aves? Son preguntas que ahora se pierden en el mar de problemas generados por la DANA.

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