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La Ley Celaá ha sido positiva si su efecto se mide en términos de cantidad. Porque más alumnos valencianos han podido pasar de curso ... en comparación con lo que sucedía con la ley orgánica anterior, la Lomce del PP. Dicho de otra forma, la repetición se ha reducido, según se desprende de los últimos datos estadísticos facilitados por la Conselleria de Educación, que se refieren al curso 2021-2022. Que la permanencia en el mismo nivel sea una medida excepcional era uno de los objetivos de la Lomloe.
La mejoría coincide con la entrada en vigor de los criterios a aplicar por el profesorado a la hora de evaluar y decidir sobre la promoción de su estudiantado, que se adelantaron un año a otras novedades de impacto de la reforma educativa, como los nuevos temarios y metodologías de enseñanza más competenciales, que llegaron el pasado septiembre a los cursos impares y por tanto no han podido influir en los resultados.
Las cifras se refieren a la Educación Secundaria Obligatoria y al Bachillerato, etapas en las que los cambios son más palpables. En cinco de los seis cursos, con la excepción de 1º de Bachillerato, el porcentaje de alumnado que pasó de nivel es superior al de los últimos ejercicios en los que rigió la normativa del PP, que fueron el 2017-2018 y el 2018-2019. Las mayores diferencias, de hasta cinco puntos, se dieron en 2º de la ESO, y las menores -entre 0,69 y 0,33- en 4º y en 2º de Bachillerato.
Entre la Lomce y la Lomloe mediaron los dos cursos de la pandemia, el 2019-2020 y el 2020-2021, muy condicionados por la suspensión de las clases presenciales y la adaptación de contenidos en el primero y los confinamientos y la enseñanza alterna (directa y online) en el segundo.
Esto llevó a que ministerio y comunidades pactaran una flexibilización extraordinaria de los criterios de evaluación y de promoción que dejaron cifras especialmente elevadas, por no decir de récord. No fue un aprobado general (sobre todo en el 2019-2020) pero casi, en el sentido de que se determinó que la decisión sobre cada alumno no podía vincularse al número de materias suspendidas, centrándose en la evaluación continua y en los contenidos básicos. Estas facilidades han tenido continuidad con la ley Celaá, que sin abrir tanto la mano sí es más permisiva en cuanto a asignaturas no aprobadas que lo que marcaba la Lomce.
El Ministerio de Educación también publica estadísticas sobre promoción en la Comunitat Valenciana. Las cifras no coinciden exactamente con las de conselleria pese a ser muy parecidas, y aunque sólo llegan hasta el 2020-2021, se retrotraen hasta el 2007-2008, dando una perspectiva más amplia. Con la excepción de los cursos pandémicos, los resultados del 2021-2022 de la administración autonómica son los más elevados de la serie en 1º, 2º y 3º de la ESO y en 2º de Bachillerato. En 4º fueron superados por los registros de 2015-2016 y de 2018-2019 -0,22 y 0,12 puntos respectivamente- y en 1º de Bachillerato sucedió lo mismo que con las cifras de la conselleria: se promocionó más en los dos últimos ejercicios de la Lomce popular.
La norma general, con la Ley Celaá, es que entre 1º y 3º de la ESO se pase de curso con hasta dos asignaturas suspendidas. Y para los que tengan más materias pendientes todo dependerá de lo que decidan de manera colegiada los profesores del alumno, pues no se fija un límite numérico. Sólo dice que los suspensos no deben impedir que siga con éxito en el nivel siguiente, «se estime que tiene expectativas favorables de recuperación» y que dicha promoción «beneficiará a su evolución académica».
La Lomce era más restrictiva. Si las dos suspendidas eran Matemáticas, Castellano o Valenciano no se podía pasar de curso, salvo casos puntuales en los que se considerara que era la mejor medida para el interesado. Y también de manera excepcional se permitía promocionar con tres, siempre que dos de estas no fueran las anteriores. Pero de ninguna manera se podía avanzar con cuatro o más.
Para aprobar 4º de la ESO y conseguir el graduado escolar tampoco se marcan límites de suspensos, aplicándose el mismo criterio: que los docentes consideren que el estudiante ha adquirido las competencias necesarias para progresar. La ley del PP sólo permitía hacerlo con dos, salvo que coincidieran las materias instrumentales citadas.
Las dos leyes orgánicas coinciden en el criterio para 1º de Bachillerato -dos áreas no superadas como máximo- a diferencia de lo que sucede en 2º. La Lomce exigía aprobar todas las materias y la Lomloe permite conseguir el título de Bachiller con una pendiente, aunque con condiciones: siempre que el alumno haya asistido a clase de manera continua, haya pasado por las pruebas de evaluación programadas y la media de todas las asignaturas sea igual o superior a cinco.
La estadística que publica la Conselleria de Universidades sobre la selectividad también arroja algo de luz sobre esta cuestión, pues además de la media obtenida por el alumnado que se ha presentado a las pruebas de acceso recoge el promedio del expediente de Bachillerato, que se extrae de las calificaciones de 1º y de 2º. En la convocatoria de junio correspondiente al curso 2021-2022 la nota fue de 7,893 sobre diez, la más alta desde que hay datos. Incluso por encima de los cursos de la pandemia. No desliza más o menos promoción, pero sí mejores resultados.
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