La FP privada se dispara mientras Educación rechaza nuevos conciertos

Los datos se derivan del estudio realizado por CaixaBank Dualiza, promotor del Observatorio de la FP, en colaboración con el Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra), que ha analizado la evolución de las matrículas en función de la titularidad entre los cursos 2013-2014 y 2022-2023, que son los últimos detallados.

A nivel estatal, los estudiantes de centros privados han experimentado un crecimiento acumulado del 467,5% (de 39.941 a 226.661), frente al 31,1% registrado por los centros públicos (542.203-710.601) y el 23,3% de los concertados (116.550 a 143.701). Aunque la enseñanza pública todavía sea muy mayoritaria, con dos de cada tres estudiantes (un 65,7%), el tirón de la privada (21%), en el que influye su discreto punto de partida, ha provocado un cambio de paradigma, superando ya, en España, a los alumnos que se forman en centros con concierto (13,3%).

A nivel de Comunitat la tendencia también se da, aunque menos acentuada. Según los datos facilitados a LAS PROVINCIAS por Caixabank Dualiza, entre los cursos 2013-2014 y 2022-2023 la matrícula en centros públicos pasó de 67.741 a 89.894 alumnos (+32,7%), en los concertados de 15.428 a 17.346 (+12,4%) y en los privados de 3.435 a 12.135 (+253,3%). Eso sí, pese a que su peso se haya multiplicado por tres, el volumen relativo de estudiantes todavía sigue por debajo de las otras dos titularidades: la mayor parte del pastel corresponde a la pública (75,3% sobre el total), seguida de la concertada (14,5%) y de la completamente privada (10,2%). Eso sí, para hacerse una idea, la presencia de esta última titularidad es más elevada que en las enseñanzas obligatorias, pues acogen a alrededor el 5% de los estudiantes.

Volviendo a los datos estatales, el informe incide en otro factor que explica el protagonismo del sector, como es la apuesta por la modalidad a distancia. Y es que de las 203.640 inscripciones registradas en el 2022-2023, más de la mitad -117.912- corresponden a la red privada.

El análisis también aborda la comparación de la oferta formativa, siempre con datos estatales, concluyendo que «la apuesta de los centros privados se refleja esencialmente en los grados superiores y apenas tiene presencia en la FP Básica», que cumple una función de anclaje al sistema educativo, al ser una modalidad destinada a estudiantes de la ESO que presentan dificultades para titular y que encamina hacia un grado medio. Son estos estudios en los que más ha crecido la enseñanza concertada, algo que se explica en que se trata de educación obligatoria.

Por otro lado, la Conselleria de Educación dio a conocer en julio la resolución de peticiones de nuevos conciertos trasladadas desde los centros de cara al nuevo curso. De 76 estudios se ha dado el visto bueno a siete, por lo que recibirán fondos públicos para su financiación. Los 69 restantes han sido desestimados. En 30 al considerarse que las necesidades de escolarización están cubiertas por otros centros de la zona (públicos y concertados) y alegando que se trata de una etapa no obligatoria. En 22, a estos motivos se añade otra idea más: que la previsión de demanda no ha llegado al mínimo de alumnos exigido. Y en los 17 restantes no estaban autorizados previamente a impartir los grados.

Toda esta oferta, salvo la última, seguirá siendo privada. Y por tanto, mucho más cara para los estudiantes y sus familias. La desestimación de conciertos ha sido una tónica general en los últimos años pese a que las patronales han reivindicado una mayor participación de la red en el fomento de la Formación Profesional.