Una empresa proyecta una línea de alta tensión subterránea de 47 kilómetros que atravesará tres comarcas de Valencia para nutrir plantas solares

Las empresas de plantas fotovoltaicas tienen a la Comunitat Valenciana en su punto de mira. Prueba de ello es el número de proyectos que se quieren poner en marcha. Esta misma semana ha finalizado la exposición pública de la solicitud para implantar en suelo no urbanizable una de ellas, por lo que también se pide la declaración de utilidad pública. Se trata de la planta denominada Godelleta 14, que incluye una línea evacuación a través de una línea de alta tensión que irá soterrada a lo largo de 47 kilómetros y atravesará tres comarcas.

Renovalia, adquirida en 2020 por el fondo italiano F2i, proyecta esta planta. Su línea de evacuación recorrería los términos de Villar del Arzobispo, Casinos, Llíria, Bugarra, Pedralba, Vilamarxant, Cheste, Chiva y Godelleta. Tras finalizar el proceso de exposición, ahora queda examinar las alegaciones y el dictamen de la conselleria.

El apoyo a la apuesta por las energías renovables es notable, pero este proyecto ha suscitado las críticas de colectivos como la Coordinadora por una Serranía Viva y organizaciones agrarias. Uno de los motivos radica en la afección al paisaje.

Desde la Coordinadora, a través de Defiende tu Pueblo, han recogido más de 2.000 firmas en contra del proyecto y casi 5.000 euros, con los que encargaron un informe de impacto ambiental y un modelo de alegación. Según recalcan, esta línea de alta tensión es sinuosa y «a lo largo de sus 47 kilómetros pasa por nueve barrancos protegidos». Afectaría a tres comarcas, la Serranía, Camp de Túria y la Hoya de Buñol.

Tal y como plasman en las alegaciones, en un principio la empresa proyectó un tendido aéreo de 32 kilómetros, que ahora ha pasado a ser subterráneo y de mayor extensión. El trazado de esta nueva línea de alta tensión cruza terrenos protegidos del Parque Natural del Turia y del propio río «ya que lo cruza de norte a sur», así como de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Turia y la Sierra del Negrete.

Este colectivo también apunta que las obras repercutirán negativamente en la Albufera, puesto que afectará a los aportes que le llegan desde la Hoya de Buñol.

Otro de los puntos recoge que el proyecto afecta a zonas sensibles y vulnerables según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

En la alegación se incluye, además, que el estudio paisajístico de la empresa no contempla la existencia del BIC Abrigo del Tarragón o que el estudio de avifauna «no es válido» y que no figuran especies vulnerables que sí aparecen en otros documentos.

Desde Defiende tu Pueblo ponen el foco en que la línea soterrada se cruzará con las conducciones de regadíos, en las que se han invertido millones para reducir las pérdidas, y la cooperativa de Villar cuenta con un informe en el que se estiman una afección al 20% de la producción, alrededor de 1,8 millones de kilos, principalmente de almendra, aceituna y uva.

La batería de alegaciones, además de los apartados relativos a la línea de evacuación, incluye recriminaciones relativas a la megaplanta fotovoltaica. Para empezar, pone de relieve que se ubica en suelo clasificado como Área Estratégica 1 por la permeabilidad del suelo y «eso no se menciona» en el proyecto de Godelleta 14. Además teme que no respete la morfología del territorio y elimine abancalamientos.

El colectivo reprocha la fragmentación del proyecto en varias plantas para evitar tener que pasar por el ministerio para recibir el visto bueno y que sea el gobierno autonómico el que le dé luz verde a la empresa. Sin embargo, matiza que, aunque se den a conocer como iniciativas diferentes, tienen infraestructuras y líneas de evacuación comunes. Por ello temen que la aprobación del Godelleta 14 permita habilitar otras plantas que afectarán al regadío.

Denuncian que no se cumple la separación mínima de dos kilómetros entre plantas que afectan a suelos críticos en Villar del Arzobispo. Y lo mismo ocurriría con el artículo 18 del Patricova, pues supondría ubicar un recurso energético estratégico en varias zonas de «riesgo geomorfológico de inundación potencialmente significativo».

Al respecto, hacen hincapié en que Villar no cierra las puertas a las plantas fotovoltaicas, pero marca como límites el no establecerlas en terrenos de regadíos y que no se construyan a menos de dos kilómetros una de otra.

La empresa rechaza de plano las críticas de la Coordinadora por una Serranía Viva e insiste en que las plantas fotovoltaicas «tienen beneficios indudables». Fuentes de Renovalia remarcan que con el fin de que «la afección al paisaje sea mínima o nula», han optado por hacer una única línea de evacuación en lugar de que cada proyecto contara con la suya.

Asimismo, incide en que, en lugar de aérea, la línea va ser soterrada y que han intentado que la mayor parte discurra por caminos públicos. También reitera que son «un proyecto de renovables» y que sus valores hacen que intenten tener el menor impacto en el paisaje y su protección.

Otro aspecto en el que subraya radica en los puestos de trabajo que conllevarán la fase de construcción de las plantas solares. «Entre Villar y Casinos se van a crear 1.900 empleos, buena parte de ellos para la población de la zona», recalcan desde la empresa.

A ello le suman otro beneficio adicional. Según esas mismas fuentes, se va a «garantizar un precio máximo» de la factura de la luz de los vecinos.

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