La olas de calor se han sucedido con fuerza en las últimas semanas. Son días en los que todas las miradas están puestas en las temperaturas máximas, en si alcanzan o superan los 40 o en si el termómetro osará poner el agua del Mediterráneo ... por encima de su máximo histórico de 29,8 grados en la boya de Valencia. Se habla del bochorno y cada cual lidia como puede con las insufribles noches tropicales en las que parece imposible descansar bien.
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Pero hasta en este contexto estival de altas temperaturas y muertes vinculadas al calor, hay municipios que suponen islas en medio del mar tórrido. Se trata de los pueblos de zonas elevadas o interior de la Comunitat en los que las mínimas han llegado a descender hasta los 6 grados, por extraño que pueda resultar para un mes de agosto.
Obviamente, estamos hablando del momento de más frío en la hora del día más fría (la madrugada) y en los lugares con una confuguración geográfica que hunde el mercurio. Y son, al mismo tiempo, los puntos de mayor contraste térmico en estos días, puesto que la ola de calor azota con mayor fuerza a los pueblos del interior que a los de la costa.
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En el domingo culminó un fin de semana marcado por las altas temperaturas en toda España y alertas sanitarias en la Comunitat. Según los datos de la Asociación Valenciana de Meteorología (AVAMET), en ese 11 de agosto una treintena de pueblos registraron mínimas por debajo de los 15 grados en la franja horaria comprendida entre las 6 y las 8 horas. Al amanecer.
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Destaca la singularidad de la estación de El Toro (en la zona de la Nava), a algo más de mil metros de altitud. A las 7.25 horas de ese día, el mercurio descendió a 6,1 grados en el lugar.
Entre los 10 y los 13 grados de mínima nocturna aparecen una decena de pueblos o pedanías en los que no hace falta ventilador ni aire acondicionado para pasar la noche dignamente. Y hasta se hace necesario cubrirse para vencer el descenso térmico.
Es el caso de los vecinos de Vilafranca, la zona de la Hoya del Campillo (también en El Toro), Bocairent, Ares del Maestrat, Xodos, el camping Mariola (también en Bocairent), Calles, la Pobla de Benifassà, Castielfabib, Requena, Villanueva de Viver y Villena.
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Algo menos frías, pero también alejadas de los 20 grados (el umbral de la noche tropical), son las veladas y madrugadas en Bicorp, Benassal, Enguera, Morella, Onil, Utiel, el Pinós, Sant Mateu o la pedanía de requenense de Casas del Río, según los registros que ofrece AVAMET. Ayer, dos días después, muchos de estos pueblos se repetían en el 'top' autonómico de temperaturas más frías de la jornada.
Otro fenómeno muy propio del verano es el del contraste. El que da lugar a esa frase tan popular y repetida: «Por el día te asas, pero de noche necesitas chaqueta». Son los pueblos de la montaña rusa térmica, aquellos con una mayor oscilación entre mínimas y máximas en una sola jornada.
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El salto más pronunciado es el de Villena. Sus vecinos amanecieron el domingo a unos muy tibios 13 grados, pero el mercurio no tardó en ascender y a las cinco de la tarde marcaba casi 36. Un tremendo baile de 23 grados.
Otras zonas de especial contraste térmico en estos días las encontramos en Requena, en especial en las aldeas de Casas del Río o Los Isidros, entre otras localidades valencianas.
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