Puig, durante la presentación de la ampliación del Hospital Clínico. EFE/Kai Försterling

Puig reclama al Gobierno más controles entre regiones para frenar la nueva ola

El presidente insiste en que se respete el cierre perimetral de la Comunitat y no descarta nuevas restricciones

Martes, 15 de diciembre 2020

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, volvió a pedir ayer que se respete el cierre perimetral de la Comunitat y que se reduzca la movilidad entre regiones tras ser preguntado si se contemplan nuevas medidas ante la evolución de la pandemia. El jefe del Consell destacó que seguirán insistiendo en la importancia de garantizar esta limitación, deslizando que se trasladará en el Consejo Interterritorial de Salud que se celebra hoy y que reúne al Gobierno y a las comunidades autónomas.

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Tampoco se descarta endurecer las restricciones aprobadas para Navidad, algo que dependerá de la evolución de los próximos días en un contexto de repunte de los casos, tanto en la Comunitat como en España. Y mirando de reojo a la situación del entorno europeo, con países como Alemania, Francia o Reino Unido endureciendo las cautelas ante el temor a la nueva ola.

La pasada semana el presidente ya contactó con representantes del Gobierno para trasladar la misma idea, después de conocerse que la Comunitat había sido destino de algunos traslados de inmigrantes llegados a las costas de Canarias. En aquellas conversaciones también se reclamó que se respete el cierre perimetral en relación a los desplazamientos desde otras regiones.

«Vamos a analizar mañana (por hoy) la situación de España en el Consejo Interterritorial, pero en estos momentos hay cuestiones que pensamos que son fundamentales más allá de nuevas restricciones, por ejemplo, el respeto de la perimetración», dijo Puig tras la presentación de las obras de ampliación del Hospital Clínico de Valencia. «Es importante reducir la movilidad entre regiones, y es una cuestión que vamos a seguir planteando, que se garantice por parte de las autoridades gubernativas que son las responsables el respeto de la perimetración de la Comunitat», insistió. Es decir, se plantea mayor control de los desplazamientos.

Además, mañana se celebrará otra reunión de ámbito autonómico para seguir evaluando el escenario que se presenta. El presidente no cerró la puerta a que se apliquen nuevas restricciones para la semana próxima, lo que implicaría modificar el plan de Navidad, aunque tampoco entró en detalles. Señaló que se hará «una reflexión tranquila y serena de los diferentes indicadores» y también alertó de que en cualquier decisión pesará especialmente el nivel de «estrés asistencial». Dicho de otra forma, la capacidad de respuesta de los hospitales valencianos.

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En este sentido, aunque reconoció un aumento de las hospitalizaciones en el último fin de semana, añadió que la tendencia, ampliando el periodo de referencia, camina hacia la estabilización. «Ahora más que nunca es necesaria la prudencia y la corresponsabilidad. Si todos lo asumimos no harán falta nuevas medidas. Haremos el análisis en los próximos días y si es preciso implementar alguna medida se hará», defendió el presidente ante la insistencia de los periodistas.

«No hay un recetario, y me atrevería a decir que la pandemia tiene muchos factores aún desconocidos. Ha habido comunidades con poca repercusión en la primera ola y que ahora, con cierres durante meses de la hostelería, no pueden doblegar la curva», ejemplificó, antes de insistir en que «con las medidas actuales y con la máxima prudencia, asumiendo que van a ser unas Navidades diferentes, la nueva ola que puede venir en enero será mucho menor, pero será mayor si no somos capaces de actuar en consecuencia», sentenció.

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La posibilidad de aplicar cambios en el plan para una Navidad segura, pactado hace dos semanas entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades, también se sustenta en las manifestaciones que avanzaron ayer diferentes autonomías y que hoy se pondrán encima de la mesa en el Consejo Interterritorial de Salud. Aunque el departamento que dirige Salvador Illa considera que las restricciones previstas son suficientes, no cierra la puerta a un aumento de las limitaciones.

La presión para decretar medidas más severas vendrá de Cataluña, donde la pandemia vuelve a castigar con dureza. El Govern lanzó ayer una llamada de «alerta» a la población y advirtió de que si las cifras siguen en esta dinámica, la Navidad habrá que afrontarla con más condicionantes. «Habrá Navidad», afirmó la consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, pero está por ver qué tipo de fiestas quedan. «Las cifras se están complicando», insistió.

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El efecto del puente

El Govern aprecia un cambio de tendencia que deberá confirmarse en los próximos dos o tres días, lo que obligaría al Ejecutivo catalán a ajustar algunas de las medidas previstas en el plan de Navidad dentro de la discrecionalidad de la que cada autonomía dispone para adaptar el acuerdo ya aprobado en el Consejo Interterritorial. Desde la autonomía no se descarta nada, pero se pidió prudencia antes de especular sobre posibles escenarios. El repunte, dijo Budó, es consecuencia del aumento de la movilidad durante el puente de la Constitución. «Pedimos dos o tres días para poder definir el plan», insistió. En función de los datos, habrá que tomar unas medidas u otras, añadió la consejera.

El País Vasco también planteará la posibilidad de más restricciones y Andalucía estudiará si revierte la flexibilización que adoptó antes del puente de la Constitución y que se ha traducido en un repunte del número de contagios.

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