Vicenta Rodríguez, en el patio del colegio que dirige, el Santa María de Valencia. Damián Torres
Secretaria autonómica de Escuelas Católicas en la Comunitat

Vicenta Rodríguez: «El punto de la admisión no es un privilegio de la concertada, y debe ser transparente y limpio»

Valora que la ley de libertad educativa acabe con la «imposición» del valenciano, pero duda ante aspectos como la exención o la elección de la lengua en los exámenes

Joaquín Batista

Valencia

Domingo, 7 de julio 2024, 00:44

Vicenta Rodríguez (Salamanca, 1960) es docente, directora del colegio Santa María de Valencia y secretaria autonómica de Escuelas Católicas de la Comunitat (ESCACV), patronal que representa a cerca de trescientos centros concertados. Coincidiendo con el final del curso, hace un repaso al primer año de ... gestión tras el cambio de Consell. Valora positivamente las grandes novedades, como la ley de libertad educativa o la nueva organización de la ESO, aunque no elude los aspectos que le chirrían. También se muestra crítica con los criterios fijados por un buen número de centros -muchos católicos, e integrados en la entidad- para dar el punto específico en la admisión de alumnos.

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-En la última asamblea anual dijo que acababa el curso casi con las mismas incertidumbres que existían al inicio.

-Tras las elecciones nos preguntábamos hasta dónde llegarían los cambios, cómo se iba a responder a algunas de nuestras peticiones, como la actualización de la partida de otros gastos. Pero termina el curso y nos damos cuenta de que ha habido pocas reuniones, más bien protocolarias y no tanto de debate. Existía incertidumbre y sigue habiéndola. Por ejemplo, no se ha atendido la petición de incorporar al personal de Audición y Lenguaje a las plantillas, las autorizaciones de nuevos espacios, para aulas de dos años o ciclos de FP, se eternizan, y la normativa sale tarde, cuando lo ideal sería adelantar procesos, como la admisión, y facilitar la planificación.

-¿Tienen algún compromiso para la mejora de la parte del concierto que sirve para cubrir gastos de funcionamiento?

-Se supone que se irá incrementando durante la legislatura. Nos lo trasladó el conseller, pero ya enfilamos el segundo año y no tenemos muy claro qué tipo de revisión se hará. El Consell es consciente de que los ingresos que tenemos (congelados desde 2009) son insuficientes, pero la cuestión económica es complicada. Y no sólo se trata de hacer frente a los suministros y mantenimientos, también están la cantidad de obligaciones empresariales que se cubren con este módulo y los salarios del Personal de Administración y Servicios (PAS). Aunque damos a cuenta, no se pueden mejorar como querríamos. Ni como se merecen.

-En la asamblea también dijo que la libertad educativa debe ser algo más que elegir lengua.

-Así lo creo. Por ejemplo, en los presupuestos de 2024 hay una partida específica para que los concertados dispongamos de auxiliares de conversación en inglés. Pero no sabemos nada de esa convocatoria. Si pueden contar con ellos los centros públicos y también los concertados avanzamos en igualdad y en libertad. La libertad educativa también tiene que ver con el currículo, que es muy estático y necesitamos que sea más moldeable. Nos daría libertad en el sentido de poder organizarnos en función de nuestro profesorado, alumnado o tipología de familias. Libertad educativa es sentarnos, hablar y revisar, y ver entre todos cómo mejorar. Creo en un marco de libertad educativa más genérico.

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-¿Y la vuelta al distrito único en la admisión no es dar más libertad de elección a las familias?

-La favorece, y está muy bien, aunque es algo que ya consiguió María José Catalá (aunque el Botánico lo derogó). Tenemos que ver finalmente sus efectos, porque ahora con la bajada de la natalidad puede provocar que determinados centros se llenen y otros medianos o más pequeños se queden escasos de alumnado.

-También se recuperó, para la admisión de alumnos, el punto que podían decidir los centros. A su juicio, ¿era necesario?

-Me parece muy bien que exista, pero no es un privilegio de la concertada, como se ha querido presentar. Al contrario, es para todos los centros. Los institutos y los Ceips también han podido aplicarlo. Ahora bien, algunas de las circunstancias específicas no me han parecido adecuadas.

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-Como otorgarlo si existía vinculación con la entidad titular, algo que se ha dado en centros católicos, especialmente.

-Vivimos en una comunidad que acoge a todos, independientemente de su procedencia o religión, y que se caracteriza por ser amplia, plural y diversa. Esos puntos iban en contra de la atención a la diversidad. Además, una familia puede trabajar en una parroquia o no hacerlo por cuestiones laborales, o lo hace en el pueblo, pero entonces ya no sirve. Se puede no ser catequista pero ir todos los domingos a misa. Tampoco vale. (Se refiere a ejemplos que han resultado polémicos). Una circunstancia específica debe ser muy limpia y transparente, que valga para todos. Así deja de ser un privilegio y se convierte en una oportunidad para diferenciarte un poco a nivel de centro.

-Algunas escuelas lo daban si los padres trabajan.

-También en públicos. Es verdad que se ha justificado en que se quería facilitar la conciliación, pero hoy en día los centros ya lo hacen, con jornadas de mañana y tarde, que es lo más habitual en los concertados, y servicio de comedor o de atención matinal. No veo entonces en qué benefician estos puntos. Creo que iban más por una cuestión selectiva. Lo importante no es dar el punto, sino ofrecer a la familia un horario lo suficientemente amplio.

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-¿Qué valoración hace de la nueva ley de libertad educativa?

-En líneas generales creo que no se introducen grandes cambios. Sí creo muy interesante que se reconozca y certifique el nivel de valenciano de los alumnos, y que se haga desde los centros. O que se garantice que las comunicaciones sean bilingües. Otro avance es que se matice la exigencia del valenciano por encima de todo, que ya no exista esa presión que provoca la imposición, que deriva en rechazo. Ahora bien, me surgen inquietudes.

-¿Por ejemplo?

-¿Cómo se va a hacer la consulta entre los ya matriculados para que las familias elijan la lengua base? ¿Por votación, con una solicitud? Entiendo que hace falta desarrollar la ley. También me llama la atención que en las zonas castellanohablantes tengan muchas facilidades para no dar valenciano, los porcentajes que se establecen son mínimos (básicamente se dará sólo la asignatura lingüística). Y con el agravante de que a la hora de abordar la exención de la materia se dice que los alumnos tienen la obligación de asistir a clase y participar activamente. ¿Cómo se consigue? No doy Valenciano, pero me pongo en la piel de mis compañeros y me lo pregunto: ¿Cómo despiertas el interés por algo que no se evalúa?

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-¿Cuestiona la exención en la asignatura de Valenciano?

-No, me parece respetable, sólo son dudas que me planteo como docente. Además, así no tienes opción de reconocimiento automático del título. Y también me pregunto, desde el punto de vista de los padres, si eso no influye negativamente en sus hijos. El título da opciones de acceder a trabajos, no sólo de la función pública, también para ser profesor. Además, es cultura valenciana. Por contra, la exención evita el examen de selectividad, y no lo veo muy justo, es un privilegio de unos en detrimento de otros.

-¿Algún aspecto más de la nueva ley que le chirríe?

-Por ejemplo, cuando dice que la administración tomará medidas cuando haya demanda suficiente para constituir una unidad en valenciano en zonas castellanas. ¿Cuánto es eso? ¿Cinco, siete, treinta y tres niños? ¿Y los juntará en el mismo centro? Entonces ya no hay libertad porque habrá algunos que tendrán que ir a una escuela distinta a la elegida si quieren valenciano. Y por último, sobre el derecho del alumnado a realizar los exámenes en castellano o valenciano. ¿Les tenemos que preguntar también en qué lengua quieren que los redactemos? ¿Y qué pasa si me dicen que han respondido mal porque el enunciado estaba en la lengua que no han elegido?

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-El curso que viene también se aplicará la nueva organización de la ESO. ¿Qué le parece que se reduzcan las horas lectivas semanales en algunos niveles?

-Bien, porque era una barbaridad, un horario excesivo que tampoco favorecía el aprendizaje. Lo que ya no comparto es que eso vaya a implicar reducción de horas lectivas para el profesorado. Porque son cuatro horas por línea, y aunque se nos haya justificado en que ya no darán clase, no significa que no hagan falta esas sesiones. Cada vez tenemos a más alumnado con dificultades de aprendizaje y esas horas siempre han venido muy bien para adaptarse a determinadas necesidades. También nos preocupa desde el punto de vista laboral. Por ejemplo, que haya docentes que ahora pasen de una jornada completa a otra parcial.

-¿Y devolver las calificaciones numéricas a las notas?

-Es una buena medida. Quizá con el Suficiente y el Bien está más claro, pero en Notables y Sobresalientes da más información a las familias. No es lo mismo un 7 que un 8,5. Otro acierto del nuevo currículo es que se vuelven a intercambiar los contenidos de Biología entre 1º y 3º. La anterior regulación fue una salvajada, en 1º los alumnos se agobiaban con unos temas demasiado complejos y en 3º se trabajaban aspectos mucho más sencillos. El problema es que nos obligará a renovar los libros de texto, y la dotación que da la conselleria para los bancos es la misma.

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-Escuelas Católicas también insiste en la necesidad de aumentar los conciertos en FP.

-Tenemos dos problemas. Necesitamos urgentemente una revisión de las plantillas. No se contabilizan las horas no lectivas, como tareas de seguimiento de prácticas o de dirección. No podemos permitir que haya docentes que trabajen a base de buena voluntad. Por otro lado, se está dando mucha importancia a la FP pero no se conciertan nuevos ciclos, aunque tengan demanda y empleabilidad demostrada.

-Aprovechando que estamos en vacaciones de verano. Póngale deberes al conseller Rovira.

-Que hable más con el sector educativo. Que dialogue, pregunte y discutamos, implicando a todos, y busque lo que nos une para mejorar el sistema educativo valenciano y sus tasas de éxito.

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