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Pedro Lozano tras llegar a la Audiencia Provincial de Teruel. Javier Escriche/Heraldo de Aragón

El 'Rambo de Requena' se niega a declarar en el juicio por disparar a dos guardias civiles

Los agentes que lo interceptaron aseguran que apuntó «a matar, sabiendo lo que quería hacer»

N. Van Looy/J. Batista

Miércoles, 23 de marzo 2022, 02:14

El juicio contra Pedro Lozano, el saguntino conocido como el 'Rambo de Requena' por la fuga que protagonizó en 2020 tras cometer varios delitos en diferentes municipios valencianos, ha arrancado este martes en la Audiencia Provincial de Teruel. El acusado, que se enfrenta a ... una petición de penas de hasta 61 años de prisión tras herir de gravedad a un guardia civil, se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal, los abogados de la acusación particular, de la acción popular y de su defensa.

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En la primera sesión han declarado los agentes de la Guardia Civil que trataron de identificarlo tras localizarlo en la localidad turolense de Muniesa, a la que llegó tras robar un coche en un municipio cercano. Lozano, tras su periplo por la Comunitat había conseguido huir hasta la región vecina, que durante aquellos días revivió los trágicos sucesos registrados tres años antes a raíz del triple asesinato cometido por otro fugitivo mediático: Igor el Ruso.

En Muniesa se produjo un tiroteo que se saldó con uno de estos dos guardias herido de gravedad. En la vista ambos han coincidido en que «disparó a matar, sabiendo lo que quería hacer». El agente malherido ha precisado que «salió del coche de espaldas, se giró y con la escopeta preparada para matarnos, disparó». También ha añadido que le apuntó a la cabeza, siendo alcanzado en el brazo que utilizó para protegerse la cara. Además recibió impactos en el pecho, donde el cartucho chocó con el chaleco antibalas, y en el abdomen, si bien el disparo no penetró. En sus declaraciones ambos han señalado que también dispararon para repeler la agresión, sin llegar a alcanzarle.

Tras escabullirse pudo hacerse con una furgoneta aparcada que tenía las llaves puestas, conduciendo hasta la vecina localidad de Andorra, donde colisionó con el pilar de un garaje, prosiguiendo su huida a pie. Un vecino que se dirigía a comprar tabaco, que también ha declarado como testigo, sospechó de él y lo siguió, siendo abordado por el procesado, que se subió a su coche pidiéndole que le ayudara a salir de la localidad.

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Este aceptó, aunque lo dirigió hacia una zona equivocada, indicándole que había un pinar donde se podría esconder aunque no era así. Una vez se fue contactó con la Guardia Civil para que lo pudieran detener, como así sucedió. «Al principio sentí miedo, pero luego me pareció una persona desesperada. Me preguntó si podía llevarse una fiambrera que tenía con comida», ha explicado.

La reacción de este residente permitió la rápida localización del 'Rambo de Requena'. Los guardias civiles que lo arrestaron también han participado en la primera sesión, relatando que cuando se toparon con él les encañonó con la escopeta que portaba, si bien pudo ser reducido tras ser alcanzado por un disparo en la pierna, recibiendo los primeros auxilios por parte de los agentes.

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Pedro Lozano se enfrenta a una petición de hasta 61 años de cárcel por una larga lista de delitos que completan un currículum delictivo de lo más variado y que culminó el día 8 de junio de 2020, cuando fue detenido en Andorra.

Tanto la fiscalía como la acusación en representación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles han pedido penas que suman 29 años de prisión por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, robo en vivienda habitada, sustracción de vehículo, coacciones y tenencia ilícita de armas.

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Por su parte, el abogado de los dos agentes implicados en el tiroteo eleva esa petición de privación de libertad a los 61 años de cárcel al calificar los hechos como dos presuntos delitos de tentativa de asesinato, lesiones graves y atentado contra agentes de la autoridad a los que, como el resto de la acusación, también suma los de robo en casa habitada, robo de vehículo, conducción temeraria, tenencia ilícita de armas y coacciones graves.

Un frente judicial al que se suman otras acusaciones por delitos contra el patrimonio cuyo origen se remonta a febrero de 2020 cuando el acusado ocupó de forma ilegal una vivienda en Los Cojos, una pedanía de Requena.

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Fue en aquel mes cuando cometió más de una decena de robos en las localidades de Titaguas, La Yesa, Alpuente o Chelva, donde incluso llegó a disparar con una escopeta contra una de sus víctimas.

Durante su huida y en un espacio de apenas unas horas también sustrajo tres vehículos con los que sufrió dos accidentes entre la pedanía de Los Isidros y Utiel y retuvo contra su voluntad a un hombre durante tres horas, al que le obligó a trasladarle a Siete Aguas.

El juicio continuará este miércoles, y se espera que sea la última sesión, quedando visto para sentencia.

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