Sin rastro de las 43 cámaras para proteger monumentos de Valencia

Fue el 12 de enero de 2018, después de la enésima agresión a la Lonja en forma de pintada, cuando una reunión entre el Ayuntamiento y la Generalitat selló el acuerdo para la colocación de cámaras de videovigilancia alrededor de los principales monumentos municipales. Dos años después, el concurso de las obras todavía no ha salido a licitación.

El arranque es inminente y fuentes cercanas al gobierno municipal adujeron que el retraso en la tramitación se debe a cambios que se han producido en la Ley de Protección de Datos. En total, 43 cámaras vigilarán el entorno inmediato de la Lonja (ocho), Almudín (ocho), torres de Serranos (seis), torres de Quart (seis), Museo de la Ciudad (cinco) y Palacio de Cervellón (cuatro).

Sea como sea, la concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales debe todavía esperar el proceso de adjudicación, que se prolongará durante varios meses. El presupuesto inicial será de 508.000 euros para un sistema de videovigilancia conectado con la central de la Policía Local.

Hasta octubre de 2018 no se presentó el proyecto a la comisión de videovigilancia, que dio el visto bueno poco después, al igual que ocurrió con la Conselleria de Cultura. Los dispositivos no pueden grabar el interior de viviendas y las imágenes deben quedar a salvo con un protocolo de confidencialidad hasta que sean borradas de manera automática. Así de precisa es una normativa que ya se aplica por ejemplo en algunos tramos del viejo cauce.

Las cámaras de vigilancia se consideran un sistema preventivo, aunque los últimos sucesos acaecidos en el entorno de la Lonja, con botellón y rincones convertidos en urinarios, han provocado que las asociaciones vecinales de la zona reclamen que sean utilizadas para la tramitación de multas.

De cara a las próximas Fallas, el entorno de la Lonja estará vallado por completo, no sólo el acceso como el pasado año. Aún así, el Ayuntamiento ha dispuesto medidas complementarias como la celebración de las verbenas próximas en carpas, junto con el compromiso de aumentar las patrullas de la Policía Local. Igual que en el resto de la ciudad, el fin de semana del 14-15 de marzo será cuando se ponga a prueba el nuevo dispositivo.

Como publicó ayer este periódico, la Federación de Vecinos reclama que el vallado de los monumentos se amplíe a otros más allá que el caso de la Lonja. La concejala de Recursos Culturales, Glòria Tello, descartó este extremo, para señalar como lugar de otras verbenas próximas el entorno de las Atarazanas, en el barrio del Grao.

Por su parte, la concejala de Ciudadanos Amparo Picó tiene previsto presentar una moción en el pleno de hoy para proponer medidas preventivas y educativas, además de la creación de un grupo especializado de la Policía Local, que haga frente a estos actos de vandalismo.

Picó manifestó que el Consistorio tiene la «obligación de velar por el cuidado de los bienes inmuebles protegidos, públicos y privados. Llevamos años con reivindicaciones de colectivos, como Amics del Carme, la asociación de vecinos de Velluters o el Círculo por la Defensa del Patrimonio, pero sus demandas caen, en muchas ocasiones en el olvido y se ven obligados a recurrir al Síndic de Greuges o Defensor del Pueblo». La edil reclamó saber «cuántos delitos ha comunicado el Ayuntamiento al juzgado ocurridos en inmuebles protegidos para su investigación aplicando el Código Penal». El vandalismo en estos lugares está tipificado como delito.