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Sábado, 10 de agosto 2019, 14:02
Al menos una decena de localidades de la provincia de Valencia y una de Castellón se han visto afectadas por actos vandálicos en las piscinas municipales en lo que va verano, la mayoría de ellos registrados a finales del pasado mes y consistentes principalmente en presencia de heces en el agua.
Para las poblaciones donde se han producido estos casos supone un «perjuicio económico para las arcas municipales», según ha recalcado el primer edil de Albuixech y presidente de la Mancomunidad de l'Horta Nord, José Vicente Andreu. En esta comarca se ha registrado un acto de este tipo en la piscina de Museros.
Por su parte, desde la Federación de Socorristas se cree que se puede estar «inflando demasiado» la situación y generando un «contagio» de jóvenes que, «por seguir el reto» -en alusión a la posibilidad de que se trate de un desafío viral a través de internet- quieran hacer la «bobada».
En la provincia de Valencia, localidades como Catarroja, Massanassa, Rafelguaraf, Paiporta, Almàssera, Tavernes Blanques, Museros, Riba-roja de Túria o el Barrio del Cristo -entre Aldaia y Quart- y también la castellonense de Segorbe han tenido que desalojar y cerrar sus piscinas por la presencia de heces o por otro tipo de actos incívicos como el lanzamiento de hamacas o de macetas llenas de tierra al agua.
En algunos casos, incluso en más de una ocasión. Es lo que ha ocurrido en Massanassa, donde la presencia de heces ha obligado a cerrar la piscina en tres ocasiones diferentes, la primera vez el 5 de julio, y Segorbe (Castellón), con un cierre en la piscina municipal y otro en la de la pedanía de Cárrica la semana pasada.
Para tratar de frenar este tipo de actos vandálicos, algunos ayuntamientos han adoptado medidas como la identificación con DNI o el registro de objetos y pertenencias de los usuarios antes de acceder al recinto de la piscina, como es el caso de Tavernes y Catarroja.
Este tipo de actuaciones «se dan con más frecuencia en las piscinas descubiertas», debido a la menor vigilancia y control del que disponen, mientras que las piscinas cubiertas «están más controladas».
Por su parte, el responsable de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana (FSSCV), Salvador Perelló, ha lamentado que se esté «inflando demasiado» la situación y ha señalado que la voz de alarma puede llevar a que «graciosos», sobre todo jóvenes motivados por «seguir el reto», hagan la «bobada».
Perelló ha restado importancia a cuando se producen estos casos: «Se quita el excremento y no supone nada para la salud, ya que las piscinas cuentan con sistemas que depuran el agua».
Además, la norma establece que «en caso de sospecha o constatación de incumplimiento del valor paramétrico, se cerrará el vaso y se pondrán las medidas correctoras oportunas para que no exista un riesgo para la salud de los bañistas».
Sin embargo, según el responsable de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana, el agua de las piscinas está bien tratada y «no hay ningún tipo de problema para la salud»: «Que la gente no se alarme», ha sugerido Perelló. Además, ha insistido en que los niños «no vayan sin bañador» a las piscinas.
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