Puesto de mando: una consellera bloqueada a la espera de Mazón

Mazón no volvió a dar señales hasta las 21:30 horas para calificar la situación de inédita. La realidad le ha atropellado. A las 00:36 horas del miércoles 30 de octubre, 11 horas y 36 minutos después de su primera aparición, el presidente del Consell vuelve a la escena pública para confirmar que se habían hallado los primeros cadáveres –no concreta cuántos– y apunta que el problema para rescatar a las víctimas y a la gente atrapada no es de medios de salvamento sino de acceso a los lugares anegados por la riada. El Gobierno valenciano está bloqueado. La única solución, que baje el nivel del agua. Es de noche, no se puede actuar por el aire y los camiones no pueden entrar.

Entre el anuncio de que el tiempo iba a mejorar hasta la confirmación de los primeras fallecidos pasaron 696 minutos en los que los valencianos se sintieron perdidos. Durante la ausencia del jefe del Consell, miles de ciudadanos trataban de salvar su vida por puro instinto de supervivencia.

El análisis posterior ha confirmado que la Generalitat, que tiene las competencias en materia de emergencia según el Estatuto de Autonomía, no había puesto en marcha ningún plan de prevención para hacer frente a una dana de la que Aemet no paró de lanzar alertas desde el día 25 de octubre. El Gobierno valenciano siempre estuvo por detrás de la catástrofe y la reflexión de Mazón en la madrugada del miércoles no hizo más que corroborar que no estaban ni prevenidos ni preparados: tenemos los medios pero no podemos acceder.

La ausencia de Mazón en ningún caso fue reparada por la gestión de la consellera de Justicia, Interior y Emergencias, Salomé Pradas, con un falta de preparación evidente en la materia y atenazada por el silencio de su presidente. Pradas no se atrevió a dar ni una sola orden sin el beneplácito del jefe del Consell que, mientras la Unidad Militar de Emergencias se trasladaba a Utiel y Requena, estaba en una comida privada con una periodista en un restaurante del centro de Valencia, donde no llovía.

¿Cuántas llamadas realizó Pradas a Mazón durante aquella tarde? De las entre 15 y 17 llamadas que el presidente del Consell aseguró que recibió durante esas horas, ¿cuántas fueron de la titular de Emergencias? ¿Contestó a alguna llamada? ¿Era consciente de lo que estaba pasando en la plana de Utiel-Requena? ¿Se enteró a tiempo de la 'barrancada' en Chiva? Un dato que parece ser que nunca se va a saber si no son los afectados los que pongan el registro encima de la mesa.

A las 15:20 horas, la Generalitat pide la activación de la Unidad Militar de Emergencias para actuar en Utiel, donde se ha desbordado el río Magro y ha anegado el barrio de La Fuente, donde ya se dan por seguras las primeras víctimas mortales debido a que el agua ha inundado las plantas bajas y hay personas mayores que no se han podido refugiar en plantas más altas. Los militares llegan tarde –se ven algunas lanchas aparcadas en el hospital de Requena– y bloqueados en la A-3 inician operaciones de rescate en la autovía. Las redes sociales confirman el caso con mensajes e imágenes.

El Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), comandado por la consellera Salomé Pradas y que integra a administraciones y organismos de emergencias, se convocó pasadas las cuatro de la tarde y no se reunió hasta las cinco por primera vez para analizar la situación. Los expertos apuntan que este organismo, que es el punto donde se sitúa el mando de la emergencia, debería haber estado reunido al menos desde el día anterior para prever los riesgos y adelantarse a los acontecimientos. Utiel está en todos los medios de comunicación y a partir de las seis de la tarde, los vídeos de la catástrofe aguas arriba, en el barranco de Chiva, circulan a toda velocidad por los grupos de guasap. Mazón siguió sin dar señales de vida, desde su último mensaje en redes sociales –posteriormente borrado– donde anunció que a la hora en la que todo iba a mejorar la realidad era que se estaba gestando un río de muerte y destrucción.

El CECOPI, que tiene hasta once funciones clave en un caso de emergencias que van desde informar a la población, coordinar las actuaciones de todos los cuerpos involucrados y activar todos los protocolos para hacer frente en este caso a la inundación siguió, mudo –Pradas estaba a la espera de una orden de su presidente– sin saber qué hacer. Incluso hay recesos y apagones a negro, que están documentados, mientras la riada está fuera de control. Mazón llega sobre las siete y media de la tarde. Una hora en la que era imposible ya hacer nada. A las 20:12 horas, Es-alert remite un mensaje de móvil: «Alerta de protección civil». Demasiado tarde. 224 muertos y tres desaparecidos.

¿Y qué hizo Mazón hasta antes de 'desaparecer'?

Esa mañana, antes del pleno del Consell en el que se iba a nombrar a Vicent Huet como director general de Interior, el perfil oficial de X del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, colgó un mensaje en el que pedía prudencia en la carretera y reclamaba que se cumplieran las directrices de las autoridades. A las 10:45 presidió el acto en el que se concedió la certificación turística de Aenor a la Generalitat –con mordisco a lo Nadal incluido al cuadro–, después participó en un acto de la conselleria de Sanidad y, tras la comparecencia de la una de la tarde donde dijo que todo progresaba adecuadamente, cerró la agenda con una reunión con los sindicatos.