El Saler recupera la normalidad pero los vecinos siguen en alerta

Y es que, las llamas que devoraron parte de la vegetación de la Devesa y que llegaron a lamer algunos balcones fue toda una pesadilla para los residentes de esta zona, que ha vivido con este el incendio más peligroso desde 1986. «Hay inquietud porque al no haber ninguna detención ni pruebas concluyentes, todo indica que se puede volver a producir otro incendio en cuanto se vayan los bomberos, la policía y vuelva a haber un día con viento», explica Jordi, uno de los vecinos, en alusión al presunto pirómano.

No es para menos teniendo en cuenta de que se trata del 17º fuego registrado desde agosto del pasado año. Pero, sin embargo, esto no ha modificado la rutina de quienes suelen pasear por la Devesa los fines de semana, tal y como se vio este sábado por la mañana. Gente caminando, otros paseando con sus perros y varios ciclistas se dejaron ver en un paisaje que ha pasado del verde al negro y gris ceniza.

Peter, otro de los residentes de la zona afectada por las llamas, trata de lanzar un mensaje de optimismo. «Tratamos de vivir con normalidad y, además, ¿qué podemos hacer contra un incendio?», explica este ciudadano que celebra la «rápida» actuación de los bomberos y la Guardia Civil. No obstante, también prevé que haya nuevos fuegos, aunque no los achaca al presunto pirómano. «Creo que habrá otro incendio, incluso no pienso en el pirómano, sino en las circusntancias que tenemos: una vegetación muy densa, sequía y falta de poda. Hay algunos árboles que están tocando edificios», reflexiona Peter para, posteriormente, agregar que el peligro de incendio existe independientemente de la presencia de pirómanos. «Cualquiera tirando una colilla a la carretera puede provocarlo», añade.

Por su parte, Jordi vaticina que, quizás, se refuerza la vigilancia tras el último suceso, lo que le da algo de tranquilidad. «A lo mejor ahora vigilan un poco más. Nuestra torre es la 1, se ha quemado todo alrededor. Es triste pero no creo que haya otro incendio en nuestra zona porque ya está todo quemado, así que por nuestra parte no tenemos ese miedo. Sin embargo, hay gente que vive en otras torres que no se han visto tan afectadas y sí se plantea esa posibilidad de tener que salir corriendo», cuenta.

En cuanto a ese refuerzo de la vigilancia, Peter lo ve desde otro prisma diferente. «Yo salí para ir a Valencia en bus y de camino me pararon y me registró la Guardia Civil. Entiendo que tiene que haber una vigilancia, pero ¿cuánto tiempo vamos a estar en esta situación?», se pregunta este vecino.

Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Devesa del Saler, Ana Gradolí, hizo un llamamiento a la prudencia. «Tenemos que estar atentos a la situación porque es preocupante. No sólo ahora, sino siempre. Cada vivienda mira en una dirección y estamos todos los vecinos siempre constantemente atentos por si vemos u olemos humo», señala Gradolí, quien también pide no sacar conclusiones precipitadas sobre la autoría del fuego. «Hay que esperar que la investigación siga su curso y si hay algún detenido entonces hablaremos», añadió.

Mientras la investigación continúa, cabe recordar que agentes del Seprona encontraron una botella de parafina, un líquido inflamable, cerca del domicilio del único investigado por los incendios del pasado verano. El presunto incendiario fue detenido en octubre y quedó en libertad en diciembre. Mientras estuvo en la cárcel, no se dieron nuevos incendios, que se retomaron poco después de su salida en libertad.