La situación sanitaria en algunas calles de los municipios afectados por los efectos de la DANA comienza a ser preocupante. Por ello, el grupo de coordinación de Salud Pública, creado tras las inundaciones, ha acordado un protocolo específico de vigilancia para la detección precoz de casos de infección asociados a las inundaciones producidas por la DANA, que ya se ha trasladado a todos los profesionales sanitarios.
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Pero, este viernes, la subdirección general de Epidemiología y Vigilancia para la Salud, de la Dirección General de Salud Pública, ha informado de dos casos probables de leptospira, a falta de confirmación por los resultados de las correspondientes analíticas. Se trata de dos personas que voluntariamente han realizado tareas de limpieza o desescombro en dos municipios afectados por la DANA. Ambas personas presentan buena evolución clínica y una de ellas está ingresada en un centro hospitalario.
Lo avisaban ayer los expertos. José María Martín Moreno, doctor en Epidemiología y Salud Pública por la Universidad de Harvard y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia, alertaba de que, tras nueve días de la inundación, los riesgos de brotes son «reales y pueden agravarse». Explicó que las infecciones más comunes son las enfermedades de transmisión hídrica como gastroenteritis, cuyos síntomas pueden en los primeros 2-5 días después de la exposición; la leptospirosis, que puede manifestarse entre 5 y 14 días después del contacto con agua contaminada por orina de animales infectados, principalmente ratas y otros roedores; y la hepatitis A, con un periodo de incubación más largo, entre 15 y 50 días, aunque los primeros casos podrían empezar a aparecer tras dos semanas. «Si no se actúa, estos brotes pueden propagarse rápidamente entre la población», señala.
La leptospirosis destaca como uno de los principales riesgos tras inundaciones. Se trata de una enfermedad bacteriana que puede contraerse al contacto con aguas de inundación, tierra húmeda o lodos contaminados con orina o tejidos de animales infectados, siendo las ratas los reservorios más frecuentes. Estas bacterias pueden entrar en el organismo a través de lesiones cutáneas o mucosas, afectando tanto a personas que residen en las zonas afectadas, como a aquellas involucradas en labores de limpieza y rescate. Para combatir esta infección existe tratamiento antibiótico. En términos clínicos, la mayoría de casos son autolimitados, manifestando síntomas leves como fiebre, malestar general y dolores musculares.
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María José Carchano
Desde la Conselleria de Sanidad se insiste en la importancia de observar la sintomatología de las personas expuestas a zonas inundadas o que han participado en tareas de limpieza en los municipios afectados y acudir al punto sanitario en caso de ser necesario. Entre los síntomas a tener en cuenta se encuentra la fiebre elevada y persistente, la diarrea o vómitos intensos, el dolor abdominal intenso o la coloración amarillenta de la piel y/o los ojos. Además, también se debe observar la orina oscura, la tos persistente o dificultad para respirar, las erupciones rojas o púrpuras en la piel que puedan indicar sangrado bajo la piel, el dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello, la confusión, desorientación o agitación. Asimismo, se ha de prestar especial atención a las heridas abiertas o lesiones, especialmente si presentan signos de infección (enrojecimiento, hinchazón, secreción o dolor).
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En cuanto a las recomendaciones dirigidas a la ciudadanía, se recuerda lavarse muy bien las manos con agua y jabón, utilizar mascarilla, guantes, protección ocular y ropa adecuada de manga larga en las labores de limpieza de las zonas afectadas, así como no consumir alimentos en contacto con los suelos inundados. Además, en las limpiezas de las casas se recomienda abrir las ventanas y puertas para ventilar, retirar todos los enseres mojados, el agua estancada, lodo y barro, limpiar las paredes y suelos y desinfectar con lejía. En el caso de encontrar cadáveres de animales deben manipularse lo menos posible, usando el equipo de protección correcto. Evite el contacto con los fluidos corporales y siga las instrucciones del ayuntamiento para deshacerse de ellos. Por otra parte, para evitar problemas respiratorios, se recomienda usar generadores portátiles o motores fuera de las viviendas y garajes procurando alejarlos de puertas, ventanas o rejillas de las viviendas.
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