La sequía amenaza los cultivos de secano si no llueve en quince días

Y es que la falta de agua ya se está notando en el interior de la Comunitat. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, ha asegurado que hay suficientes recursos almacenados para cubrir la campaña de este verano y la del año próximo en el regadío, pero la problemática en los cultivos de secano es muy preocupante. Así lo han señalado desde la dos principales organizaciones agrarias, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y La Unió.

El almendro, la vid, la viña, los cereales, el olivar y otros cultivos de secano están ya sufriendo las consecuencias directas de la falta de lluvias y la situación empeora a cada día que pasa,

De esta forma, y según señalan desde La Unió, en el caso de que no llueva en quince días va a provocar la merma de producción en cultivos como el almendro, el olivar o el cerezo. Las consecuencias de esta falta de agua es que habrá una merma de producción y las frutas tendrán un calibre más bajo «y habrá que ver si la acepta el mercado», según ha explicado el secretario general de esta organización agraria, Carlos Peris.

La situación de la ganadería es mucho peor ya que no hay pastos porque no ha llovido y prácticamente no ha nevado. Los empresarios tienen que recurrir a alimentarlos con paja o forrajes, ambos productos tienen un precio muy elevado con la crisis energética. En este sentido, desde AVA señalaron que ya se ha tenido que recurrir a camiones cuba para poder dar de beber a los animales.

A todo esto se une la situación de los cereales que o bien no se van a poder cosechar o bien la producción va a caer significativamente.

La preocupación de los agricultores no se centra exclusivamente en el secano. También el regadío siembre de inquietud al sector. Pese a que hay reservas de agua acumulada, gracias especialmente a las lluvias acaecidas en la primavera del año pasado, la bajada de los niveles de los pantanos es muy rápida.

Fuentes de AVA explicaron que está aumentando la evapotranspiración por la sequedad ambiental. A ello se une el hecho de que no se ha parado de regar. Las lluvias no han llegado pero los cultivos están ahí. De esta forma se está recurriendo al agua embalsada para hacer frente a estas necesidades. A todo ello se une el hecho de que ha hecho calor y ha habido incendios.

Todos estos factores, según las mismas fuentes, han contribuido a que el nivel de los pantanos esté descendiendo a buen ritmo. A esta preocupación se une el hecho de que los niveles freáticos están bajando. Esto obliga a gastar más energía para sacar el agua lo que repercute en los costes que aumentan para los agricultores. «Estamos viviendo de rentas y como no llueva en breve la situación se va a complicar», han expresado.

En definitiva, si no llueve los gastos energéticos de los agricultores se van a disparar. Hay, además, otro problema añadido y es que pese a que ha habido una buena floración, la sequía puede afectar al desarrollo del fruto y, como consecuencia, los calibres serán menores con lo que se puede dificultar la comercialización de la fruta.

También las hortalizas necesitan agua de lluvia. Son de ciclo corto y no es bueno que las temperaturas sean demasiado altas. Todo ello puede afectar también al calibre de la fruta y hacer más complicado su acceso al mercado.

Por su lado, Carlos Peris la sequía, por contrapartida, ha tenido unos efectos positivos. Y es que la situación de competidores en el cultivo de cítricos o sandías, como Andalucía, están pasando por más dificultades como consecuencia de la sequía lo que puede beneficiar a los agricultores valencianos.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no prevé la necesidad de establecer restricciones al riego en la campaña de este año ni del próximo pese a la situación de sequía gracias a las reservas de años anteriores, que han dejado unos embalses al 60% de su capacidad.

Polo sí ha indicado que habrá una reducción a la cantidad de litros de agua en el sistema del Palancia, que se encuentra en situación de alerta, y que pasará de recibir 400 litros por segundo a 300 debido a que solo tiene un embalse «muy pequeñito» como es el del Regajo. No obstante, dado que el mayor usuario es la Acequia Mayor de Sagunt y tiene suministros alternativos, «no va a tener problema en atender la demanda. Son las únicas restricciones que se han planteado para los próximos meses.

El presidente ha explicado que, pese a la situación de sequía meteorológica que genera la falta de lluvias en este 2023, desde 2018 se arrastran «años buenos»: «Hemos tenido muchas lluvias, los embalses se han llenado y eso es lo que hace que estemos en una buena situación para afrontar una hipotética situación de sequía prolongada que pudiera venir, que no lo sabemos».

Por otra parte, preguntada por la petición de 20,5 hectómetros de trasvase realizada por los usuarios del Vinalopó, la jefa de Planificación Hidrológica de la CHJ, Aránzazu Fidalgo, ha señalado que pese a que no es algo a lo que tengan derecho y por tanto, no pueden garantizárselo, consideran que «sí que va a estar disponible gracias a los sobrantes».

Desde AVA han señalado que los agricultores del Vinalopó pueden tomar los sobrantes del Azud de la Marquesa.