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Las precipitaciones siguen sin llegar a la Comunitat Valenciana. Julio ha sido un mes lluvioso pero estas precipitaciones suelen ser tan escasas que tienen muy poco peso en el balance anual. Y en agosto se espera más de lo mismo. A un invierno seco le ha sucedido una primavera con escasas lluvias y el verano lo que ha venido a agravar el déficit hídrico.
Pero pese a esta sucesión de meses con escasas precipitaciones la sequía no está afectando tanto a la Comunitat como a otras regiones españolas donde ya están con restricciones. De hecho, en Cataluña ya se han llegado a organizar rogativas para pedir a Dios que traiga las lluvias tras meses sin que caiga una sola gota.
Basta comprobar el estado de los embalses que semanalmente publica el Ministerio para la Transición Ecológica. La media estatal se encuentra en el 42,16% de su capacidad cuando hace diez años los embalses españoles estaban a más del 50% de su capacidad: (58,49 %). En la cuenca del Júcar los embalses se encuentran en 53,29%, once puntos por encima de la media nacional.
En la cantidad de agua embalsada se produce una dicotomía. Mientras algunas cuencas del norte de España se encuentran por encima del 80% en las del sur y este de España la situación es mucho peor ya que las reservas se sitúan en valores más críticos. Es el caso de la del Guadalquivir donde se encuentran al 21% o de la de las Cuencas Internas de Cataluña donde están 28,1%.
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La Comunitat Valenciana se encuentra en una situación mucho más tranquila. Las reservas en la cuenca del Júcar se sitúan en el 53,3% tras perder 34 hectómetros cúbicos en la última semana. En estos momentos acumula 1.505 hectómetros, una cantidad significativamente inferior a los 1.698 que almacenaba a estas alturas de 2022 aunque por encima de la media de los últimos diez años (1.380). Todo apunta a que esta tendencia se mantendrá en las próximas semanas ya que estamos en verano y la campaña de riegos de los cultivos tiene que continuar.
El buen nivel de las reservas en la Comunitat se asocia a las lluvias que se registraron en la primavera de 2002. En ese momento se acumuló la mayor cantidad de agua en los pantanos de en la última década. En ese momento, los agricultores señalaron que había reservas de agua para los próximos dos años.
En cualquier caso, la situación en la Comunitat no es tan preocupante como la de otras partes de España donde ya han empezado las restricciones. Es el caso de Cataluña donde el miércoles de esta semana la Generalitat catalana ha declarado la emergencia por sequía en 24 municipios con un total de 25.000 habitantes afectados en la provincia de Girona. Esta situación, entre otras medidas, implica la supresión total del riego agrícola o la limitación del consumo doméstico hasta un máximo de 200 litros por habitante y día.
También hay restricciones en Andalucía, especialmente en la provincia de Córdoba donde no cuentan con suministro regular de agua desde hace cinco meses. En Málaga en Torremolinos también hay restricciones. Los ayuntamientos en esta autonomía han reducido el consumo de agua al máximo con la prohibición de llenar piscinas y lavar vehículos. En Lucena se han llegado a establecer cortes en el suministro durante las noches,
En Extremadura se ha establecido un máximo de agua de 189 litros por persona mientras que en Baleares en Deia se han establecidos medida para el control del suministro de agua.
En Murcia los pantanos de la cuenca del Segura han perdido once hectómetros cúbicos en la última semana con lo que las reservas se sitúan en 102 hectómetros menos que en la misma fecha del año anterior y 120 menos que la media que suelen almacenar en esta época (478).
La escasez de lluvias de los últimos meses se aprecia en el balance del año hidrológico (que se inicia en octubre y finaliza en septiembre). En España el déficit hídrico, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), es del 15% ya que hasta ahora se han registrado precipitaciones por valor de 481 litros por metro cuadrado cuando la cantidad normales sería de 569.
En este balance la Comunitat Valenciana también sale mejor parada ya que el déficit hídrico en estos meses ha sido de un 11%. La precipitación acumulada desde el 1 de octubre es de 371,2 litros por metro cuadrado frente a los 419,2 que sería lo normal, según datos de Aemet. Hasta ahora, el carácter del año hidrológico es el de muy seco.
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