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Primera mesa redonda de la jornada 'El turismo del futuro, a debate'. Iván Arlandis
SOMOS FUTURO

La incertidumbre por la inflación y las tasas amenaza el futuro del turismo valenciano

Expertos y representantes del sector coinciden en que se ha iniciado la recuperación tras la pandemia aunque advierten del riesgo del aumento de los costes y de las decisiones políticas

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 28 de abril 2022

El turismo despega. En España y en la Comunitat. 2022 está siendo el año de la recuperación tras el impacto de la pandemia. Las previsiones del sector son más que positivas, incluso de récord, pero no se lanzan las campanas al vuelo porque la incertidumbre existe. Y a corto plazo. Sobre todo por el contexto internacional que espolea la inflación y sus efectos en todos los ámbitos de la economía y también por algunas decisiones en clave política relacionadas con tasas y gravámenes.

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Son las principales conclusiones de la jornada organizada este jueves por LAS PROVINCIAS dentro de la campaña 'Somos Futuro', que ha servido de colofón a un mes dedicado a la reflexión y el debate sobre uno de los grandes motores económicos del país.

La charla inicial entre Abel Matutes, presidente de Palladium Hotel Group, y el director del periódico, Jesús Trelis, ha dado paso a una mesa redonda a la que se han incorporado Sylvia Andrés, directora del Palacio de Congresos de Valencia, Joaquín Rodríguez, director del Aeropuerto de Manises, Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum, y Celia Calabuig, presidenta de Avanqua, gestora del Oceanogràfic.

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En cuanto a las perspectivas de futuro, los ponentes han coincidido en el diagnóstico. «Soy optimista porque nos estamos recuperando, y seguramente seremos de las compañías aéreas nacionales que antes nos reequilibraremos», ha destacado Carlos Bertomeu, antes de alertar de algunos riesgos asociados a la resaca 'postcovid', como el nivel de deuda que lastrará a los operadores, «una lacra para un sector donde los españoles somos punteros», en referencia al ámbito turístico.

También se ha mostrado muy crítico con la propuesta del Gobierno de limitar los vuelos nacionales inferiores a 500 kilómetros cuando exista alternativa de alta velocidad y también con la tasa de sostenibilidad que a nivel europeo plantea gravar el combustible, al considerar que serán lesivas para un sector que a nivel nacional representa sólo un 2% de las emisiones de CO2 y lleva años apostando por la sostenibilidad medioambiental.

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Recuperación prometedora

Joaquín Rodríguez ha hablado de las perspectivas operaciones del aeropuerto de Valencia. «Desde mediados del año pasado estamos viviendo un crecimiento sostenido, con altibajos en función de las olas (pandémicas), pero que al fin y al cabo suponen crecimiento», ha señalado. En lo que va de año se ha alcanzado el 74% de los pasajeros de 2019, que fue un ejercicio de récord, ha insistido en que las previsiones para verano son muy buenas y ha asegurado que confían en que las operaciones puedan incrementarse un 7,5% respecto al ejercicio citado.

La demanda internacional está siendo especialmente positiva en el Palacio de Congresos, que también ha alcanzado niveles similares a los de 2019, «uno de los mejores de la historia», en palabras de Sylvia Andrés. «Y todo parece indicar que se replicará en 2022 y 2023». A modo de ejemplo gráfico de la situación, es el primer ejercicio en el que se han programado congresos durante la Semana Santa, destacando el formato presencial en detrimento del híbrido. Es decir, el que deja un mayor retorno económico.

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Desde Avanqua se apunta en la misma dirección. Celia Calabuig ha recordado los duros momentos por el cierre derivado de la pandemia y los elevados costes de mantenimiento asociados, antes de señalar que «se ve la luz al final del túnel» tras una Semana Santa excepcional, rozando niveles de hace tres años y con días en los que «sintiéndolo mucho» han tenido que parar la venta de entradas ante la gran demanda.

Pese a las buenas sensaciones no todo lo que reluce es oro. «La inflación es lo que más nos preocupa, porque no viene generada por un exceso de demanda, sino que en el Europa se deriva de la oferta, con la energía más cara y su impacto en los costes de producción», ha recordado Abel Matutes, que también ha alertado del riesgo de pérdida de poder adquisitivo entre las familias aunque se apliquen políticas de mejoras salariales, pues en cualquier caso sí se devaluarían los ahorros. «Es el mayor impuesto a las familias y clases medidas que existe », ha argumentado. «En 2022 esperamos hacer el mejor año de la historia de la compañía, pero creo que en 2023 (la inflación) sí va a drenar muchos ahorros de las familias. Pensaba que sería tan bueno o mejor que 2022, pero ya tengo serias dudas», ha confesado.

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Una línea argumental similar ha seguido Carlos Bertomeu. «Este año no se va a traducir en los precios porque acabaríamos con la recuperación, así que irá contra los márgenes. Eso lo puedes digerir más o menos durante los próximo meses, pero al final, si no se rompe la dinámica, no tienes más remedio que repercutirlo», ha explicado. «Es complicado cómo gestionarlo porque al final si te planteas una subida de precios entras en una espiral de difícil salida», ha terciado Celia Calabuig, mientras que Joaquín Rodríguez confía en que la situación «se regularizará en los próximos meses», evitando «que los precios se tengan que adaptar a los costes».

Sylvia Andrés se ha mostrado relativamente optimista por la peculiaridad del turismo de congresos, en el sentido de que los eventos se cierran con mucha antelación. «Además el turista de reuniones no suele pagarse el evento, y el propio recinto puede asumir cierta reducción del margen de beneficio. Las empresas llevan mucho tiempo sin hacer congresos, disponen de esos recursos para ello y saben de su importancia», ha explicado.

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Tasa turística

En cuanto a las tasas derivadas de decisiones políticas, de las administraciones, la primera reflexión ha salido de la charla con Abel Matutes tras ser preguntado por el gravamen que prevé el Consell para el sector turístico. «Soy de los que piensan que normalmente se gasta mejor desde manos privadas, se genera un mayor retorno, una reinversión, y por tanto a la larga se genera más riqueza redistribuida», ha señalado para a continuación entrar en los matices. «Sin gustarme del todo, también depende de a qué se dedique. Si es para hacer más atractiva una ciudad, en que esté más limpia, podría generar un efecto multiplicador y ayudar a posicionarla mejor», ha comentado.

El debate ha continuado en la segunda mesa redonda. «Hace falta diálogo, y tampoco nos han explicado su finalidad, no es la cultura adecuada», ha destacado Javier Andrés Salvador, director gastronómico del grupo La Sucursal. Por su parte Pablo González, director del Museo de Bellas Artes, ha rechazado «una aplicación general e indiscriminada», postura a la que se ha sumado José Maldonado, presidente del Bioparc: «Los políticos tienen que saber lo que tiene Valencia. No estoy de acuerdo». «Si hay que poner tasas que sea de manera responsable y transparente. Somos futuro y juntos llegaremos más lejos», ha defendido a continuación María Ángeles Fayos, directora de comunicación de Olympia Metropolitana.

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En cuanto a otras propuestas en sentido parecido, pero de ámbito estatal y europeo, ha destacado la advertencia de Carlos Bertomeu en el segundo acto de la jornada. Ha defendido que el sector aéreo «es el que más ha hecho para reducir las emisiones antes de que esto se regulara», en referencia a la idea barajada por el Gobierno de limitar los vuelos nacionales citados. En este sentido ha advertido además de que provocaría que ese nicho de mercado fuera asumido por compañías extranjeras que siempre podrían esquivar la restricción de los 500 kilómetros entre destinos conectados mediante AVE.

En cuanto a la tasas asociada al consumo de combustible que se plantea a nivel europeo, que se sumaría a la ya creada en relación a la huella de carbono, ha defendido que afectaría negativamente a un sector donde el gasto en queroseno supera el 20% del total, lo que se uniría al endeudamiento y la inflación, poniendo en serio riesgo la recuperación. Además ha insistido en la escasa proporción de las emisiones que corresponden al sector aéreo -2%-, pues a nivel nacional se elevan al 17% en la producción de energía o al 28% que corresponde a los vehículos.

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«Las tendencias en viajes ya no pasan por permanecer un mes en Ibiza o en Benidorm. Los turistas se mueven por diferentes ciudades, y este país que es grande y está esquinado (desde el punto de vista geográfico), se juega en la conectividad aérea mucho más que el resto de Europa», ha sentenciado.

Bertomeu ha querido enfatizar el papel de su sector en el modelo nacional. «Esta generación ha inventado el turismo de ciudad, tenemos ciudades posicionadas como destino casi como en ningún país europeo, un turismo gastronómico imbatible y un turismo rural de calidad altísima. Funciona y hace que el país pueda competir con otros destinos que sólo ofrecen sol y playa», ha dicho. «Necesitamos esa conectividad interior. Pese a ser una pequeña parte del problema de la descarbonización seremos una gran parte de la solución», ha añadido, antes de lanzar una propuesta alternativa a la tasa: que España apueste e invierta en fomentar los biocombustibles.

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«El sector turístico se regula bien solo, el ser sostenible es un valor añadido, también la digitalización. No hay que demonizar a un sector cuando quizá es el primer interesado. Hoy tenemos más visitantes porque es algo que atrae. Los turistas tienen que llegar de alguna manera, y si no somos sostenibles económicamente no seremos sostenibles en nada», ha terciado Celia Calabuig.

Por su parte, Sylvia Andrés ha incidido en la importancia del valor añadido para el turismo de congresos. «Por una ponencia no te desplazas, debes ofrecer una experiencia, invertir en ello», ha dicho.

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