Material muy valioso para los rescates ha sido inutilizado por el agua y el barro. LP

El SOS de los bomberos de las grandes catástrofes

Los especialistas del grupo IAE, que acuden a desastres por todo el mundo, piden ayuda tras arrasar la riada su almacén de Algemesí y quedarse sin material

A. Talavera

Alzira

Jueves, 21 de noviembre 2024, 13:08

Los rescatadores de grandes catástrofes piden ayuda. La oenegé Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) dedicada a la búsqueda y rescate de personas en lugares arrasados por terremotos o riadas ha sido una de las afectadas por la DANA en Algemesí. Su sede se inundó el ... pasado 29 de octubre y perdieron una gran cantidad de herramientas necesarias para realizar su labor por cualquier parte del mundo.

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Una labor que quieren retomar y por ello se han visto obligados, por primera vez en toda su historia, a solicitar la ayuda ciudadana para poder reponer el material dañado. Solidaridad para que ellos puedan seguir ayudando al resto de personas allá dónde los necesiten.

«Somos también damnificados porque nuestra sede nacional está en Algemesí y ha sufrido grandes daños y nos encontramos con qué no podemos solicitar ninguna subvención porque no somos ni particulares ni comercios, estamos en tierra de nadie», explica Moisés Belloch, bombero y miembro de IAE.

La oenegé ha perdido todas el equipamiento de localización electrónico que estaba cargándose en el suelo en ese momento. Tenían dos herramientas de este tipo, cada una valorada en 16.000 euros, además de cámaras de localización, sacos de dormir de baja temperatura, herramientas de rescate y mucho más material que utilizan en cada uno de sus viajes. También se ha visto cubierta por el agua la furgoneta de la organización con la que se desplazan.

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Al igual que al resto de vecinos de Algemesí, la gran crecida del río Magro les pilló de imprevisto ya que como relata Belloch en la zona donde tienen su local no había llegado el agua ni cuando se rompió el pantano en 1982. «Esto ha desbordado todas las expectativas, además estuvimos tres días sin poder acceder a la sede», recuerda.

Para recaudar fondos, IAE ha habilitado una cuenta bancaria, ES56 0030 3053 2100 0014 4271 o a través de Bizum en el número 07188 donde cualquiera puede hacer una aportación que será destinada a adquirir de nuevo el material para restablecer la capacidad de respuesta de esta asociación solidaria.

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Unos daños muy cuantiosos de los que han comenzado a dar cuenta esta última semana tras dar prioridad a ayudar, una vez más, a los pueblos afectados por esta catástrofe. Y es que primero se dedicaron a acudir como voluntarios a los municipios más cercanos a los suyos, limpiando casas, calles o repartiendo alimentos. Además, uno de sus perros continúa trabajando en la búsqueda de personas desaparecidas en la zona de l'Horta.

Actuaciones habituales para los miembros de Intervención, Ayuda y Emergencia pero que en esta ocasión han tenido que realizar en unos pueblos que son los suyos lo que ha hecho más complicada su labor.

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«Nos ha descolado porque cuando viajamos a otros lugares sabemos que nuestra familia está segura. Ahora nos ha pillado en casa, sin poder desplazarnos en muchos casos porque voluntarios se han quedado sin vehículo y con nuestra infraestructura dañada. Tanto a nivel psicológico como organizativo ha sido mucho más difícil», explica Belloch ya que tanto él como muchos otros compañeros han sufrido pérdidas en sus casas por esta DANA.

Sorprendidos por la incomunicación

Otro de los aspectos que ha sorprendido a estos bomberos con una gran experiencia en catástrofes de todo tipo es la falta comunicaciones durante los primeros días tras la gran riada. «Allá donde hemos ido lo primero que se restablece es la telefonía para facilitar la comunicación y la organización. Aquí estuvimos cinco días incomunicados», comenta este miembro de IAE. Una situación que provocó que la ayuda y la coordinación en los pueblos afectados fuera mucho más complicada.

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Este año IAE celebra su 25 aniversario en el momento más duro para la oenegé, cuando lo han perdido casi todo y se enfrentan a una tragedia en su propia casa. Estos voluntarios llevan un cuarto de siglo rescatando a víctimas de las peores catástrofes internacionales y no quieren que la DANA acabe con esta importante labor. «Hemos recibido mucho apoyo y queremos seguir trabajando en aquello que mejor sabemos hacer, ayudar a los demás», recuerdan estos bomberos voluntarios que ahora necesitan la colaboración de todos.

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