Los supervivientes de la costa

Un traje de valenciana preside la entrada del hotel Riviera, en la playa de Gandia. Mariluz y Antonio, una pareja de Onda, se dispone a dejar el establecimiento tras pasar una noche en él, «hemos estado muy a gusto» y, al fondo, en una mesa, Mark, un empresario de Londres, ha convertido este espacio en su oficina al tener la opción de poder trabajar a distancia: «Mira qué gran vista», comenta satisfecho mientras señala al mar, que apenas está a unos pocos cientos de metros.

Pero la visión de este pequeño hotel de playa de Gandia es la excepción al grave problema que sufre el sector. Empezando por la propia capital de la Safor, donde sólo este establecimiento está abierto y las 72 habitaciones ya están prácticamente reservadas para este próximo puente de San José, «para Semana Santa aún quedan», comentan desde la recepción.

Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, la asociación empresarial hotelera y turística de la Comunitat Valenciana, lamenta que este periodo agónico se esté alargando tanto: «Estamos en el tiempo de descuento porque esto está durando más de lo que esperábamos en nuestros peores pronósticos». No tiene duda de que «el rescate económico va a ser necesario», con ayudas para muchos de los negocios ahora clausurados, pero mantiene la confianza en que casi ningún hotel cerrará sus puertas de manera definitiva.

A la hora de efectuar una radiografía del sector, explica que apenas un 20% de los establecimientos están abiertos, y la previsión es alcanzar en próximas fechas un 30%, en una mejora que está siendo muy paulatina.

En Benidorm apenas hay ocho hoteles de los 140 que podrían recibir a turistas, «y de ellos hay cinco que sólo abren los fines de semana», matizó Montes. Por lo que respecta a los negocios adheridos a Hosbec, apenas supone un 15,3% del total. En la Costa Blanca este porcentaje sube hasta el 38,6%, en la provincia de Valencia al 42,9% y en Castellón es el 35%.

El turismo de interior, minoritario en el peso total del sector, «está abierto todo y con una ocupación total», pero no ocurre igual con los hoteles de costa, que buscan remontar un último año para olvidar: «Para Semana Santa la media de ocupación podría llegar al 50%, puede haber cifras interesantes, pero todo dependerá del tiempo». Unas malas previsiones que ya están provocando «un buen número de cancelaciones para este puente de San José», apunta Montes.

Desde el grupo RH, que tiene abierto un pequeño establecimiento en ciudades turísticas de la Comunitat como Benidorm, Calpe o Peñíscola, comentan que es la vacunación la que está determinando la realización de una reserva: «Si saben que les van a vacunar a mediados de abril, reservan para finales de ese mes», explica su portavoz.

En otras ciudades turísticas de la provincia, como Cullera, las opciones para alojarse en este puente también son muy escasas, pues prácticamente hay un centenar de habitaciones de las 1.200 con que cuenta la ciudad: «La mayoría esperará a abrir en Semana Santa o ya en mayo o junio», apuntan desde el sector.

Y es que muchos establecimientos «ven que no les resulta rentable abrir para cuatro días», remarcan desde Hosbec.

En busca de una solución, Montes propone que se levanten los cierres perimetrales «porque la incidencia está baja y los hoteles contamos con las máximas medidas de seguridad».

Realiza una comparación con el gran trabajo de localización de casos y de escasa expansión que han desarrollado los centros educativos desde el mes de septiembre. «¿Puede venir un alemán a nuestros hoteles pero una persona desde Albacete no?», se preguntó Montes, quien sentencia que «no hemos aprendido a convivir con el virus de una forma pacífica».