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BELÉN HERNÁNDEZ
Miércoles, 4 de enero 2023, 00:42
No es posible caminar más de diez pasos sin encontrar alguna colilla desperdigada por el suelo. Los restos de los cigarrillos se amontonan incluso en zonas en las que hay una papelera a escasos centímetros de distancia. El tabaco siempre ha desatado la preocupación desde el ámbito sanitario, pero ahora las políticas relacionadas con la preservación del medio ambiente también se pronuncian ante el efecto nocivo de desperdigar estos residuos en la vía pública.
La forma de afrontar el coste de la limpieza de los productos relacionados con el tabaco ha dado una vuelta de hoja. En la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular impulsada por el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se contempla que a partir de su entrada en vigor el próximo 6 de enero, los productores de tabaco se convertirán en los encargados de costear la recogida de las colillas.
La ley establece que los fabricantes deberán pagar el coste del servicio municipal de recogida de los residuos. Tendrán que ocuparse tanto de la labor de limpieza como del posterior transporte para su tratamiento.
Además, la normativa también obliga a que sean los trabajadores de las empresas productoras del tabaco los que conciencien a la población para que no tiren las colillas en la vía pública. La cuestión ahora es si las tabacaleras repercutirán el coste de la limpieza que ahora tienen que asumir en el precio del tabaco. Una nueva traba para los fumadores.
Fumar está cada vez más criminalizado por sus perjuicios contra la salud y el medio ambiente. Ya se prohibió fumar en las terrazas. La normativa llegó con motivo del Covid y se quedó para formar parte de la llamada 'nueva normalidad'.
En las playas del sur de Valencia ya está prohibido fumar. Se incluyen en la lista la playa Devesa, Garrofera, El Saler y Arbre de Gos. A la lista de costas en las que se establece esta normativa se sumó la playa de la Patacona, en Alboraya. La Red de Playas sin Humo cuenta ya con 81 playas adheridas, que suman 70 kilómetros de costas donde no se permite el tabaco. Además, el Ayuntamiento de Valencia también estableció la prohibición de fumar en el Parque de Viveros.
La Ley aprobada 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular da rienda suelta a que sean los ayuntamientos los encargados de regular la prohibición de fumar en las playas de su término municipal y sancionar las infracciones.
Pero la lucha antitabaco va más allá. De hecho, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ha sacado a la luz la declaración Endgame del tabaco en España que han firmado por casi 70 entidades y organizaciones sanitarias y civiles.
Entre los retos que proponen se encuentra la restricción, a partir de 2025, de la adquisición de tabaco o nuevas formas de consumo a todas aquellas personas nacidas en 2007 y en adelante.
En Nueva Zelanda ya han aprobado una medida similar a partir de la cual los nacidos desde 2009 en adelante tendrán prohibido comprar tabaco para lograr un país sin humo y que las nuevas generaciones no caigan en el tabaquismo. En la declaración de CNPT se exige al Gobierno que tome medidas más restrictivas.
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