El Torico toma las calles de Chiva

Chiva ha amanecido este sábado con una melodía más que esperada: el toque de diana con tabal y dolçaina que alertaba a los vecinos de que a las 7.30 horas el Torico de la Cuerda pisaba la calle.

Para esta edición la incertidumbre ha sido máxima, pues un error administrativo del Ayuntamiento amenazó con no poder celebrar la fiesta en los días tradicionales, entre el 17 y el 19 de agosto, un mal sueño que pudo enderezarse tras varias reuniones con la Generalitat que derivaron en una autorización extraordinaria.

La primera carrera, multitudinaria, ha estado protagonizada por los toros de la ganadería de Miguel Parejo de Cabanes, y ha sido limpia y sin incidentes. Previamente se ha celebrado el desfile de Peñas Ataviadas, con premios para las cuadrillas que presentaran los trajes más originales o tradicionales. Tras el festejo, los almuerzos comunitarios y la discomóvil amenizarán la espera para la segunda carrera del día (18.30 horas), con toros de la ganadería la Espuela de L'Alcora.

Los actos de las fiestas, las más importantes de Chiva junto con las patronales, mantendrán una estructura similar hasta lunes (dos carreras por jornada, seis en total), día en el que también habrá toro embolado a medianoche. Para el martes la actividad, ya sin 'bou en corda', se concentrará durante la tarde, con toros cerriles y entrada de vacas y toros.

El Torico de la Cuerda, tradición con 400 años de historia, está declarado como Bien de Interés Turístico. Su originalidad radica en las características de las carreras, en las que los mozos llevan al toro por todo el pueblo, haciendo paradas determinadas que permiten al astado descansar, pues debe volver a la ganadería en perfecto estado. Se utiliza una cuerda que se va recortando a medida que se avanza «para adecuar el peso de la misma y la cantidad de corredores al estado físico del toro», según se puede leer en la página web de la Peña Taurina El Torico de la Cuerda, encargada del programa de festejos.

Tras un año de preparativos, el día 8 trascendió que un error administrativo atribuible al Ayuntamiento provocó la suspensión de los festejos, pues la documentación no se había presentado ante la administración autonómica con la antelación que marca la normativa (15 días hábiles y no naturales, como se interpretó desde la administración local). Tras las negociaciones con la Conselleria de Interior para encontrar una salida jurídica, el día 12 se firmó la autorización definitiva, que se fundamentó en el impacto positivo que genera la fiesta y en que no se producen perjuicios a terceros. Al contrario, los comercios de Chiva ya habían hecho sus previsiones contando con la celebración en los días tradicionales, por lo que el retraso habría provocado daños económicos.

Según un informe de la Universitat Politècnica, el impacto económico que supone para Chiva se estima en 12,5 millones de euros y se crean más de 140 puestos de trabajo, siendo el sector terciario el más beneficiado.

El Torico de la Cuerda no ha tomado las calles de Chiva el día 17 sólo en tres ocasiones: como consecuencia de la pandemia, a principios de los setenta (por un incendio forestal) y durante la Guerra Civil.

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