Parece que llueve sobre mojado. Las tormentas no dan tregua a la agricultura valenciana. El temporal de lluvias, viento y pedrisco que afectó a varias comarcas valencianas el pasado martes volvió a causar graves daños en cultivos que están en plena época de recolección. Según las estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la última DANA ha afectado a 5.000 hectáreas de superficie agraria con unas pérdidas directas e indirectas de ocho millones de euros.
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De esta forma, son ya casi cincuenta millones en pérdidas si se suman los daños originados por las tormentas y el granizo del pasado fin de semana (cerca de 40 millones en pérdidas) y que afectaron a más de 15.000 hectáreas de cultivo con lo que el total de la superficie dañada ronda las 20.000.
La zona más castigada el martes por la piedra fue la parte occidental de la comarca de Utiel-Requena, concretamente los términos de Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Utiel. Alrededor de 3.000 hectáreas, principalmente de viñas, aunque también de almendras y olivar, sufrieron una merma media del 30% de la cosecha. Hay viñedos que alcanzarán el 80% de afección. Este temporal se suma a los devastadores estragos que ya había ocasionado la falta de precipitaciones y varias tormentas de pedrisco en la comarca.
Las abundantes e intensas lluvias en L'Horta Sud, especialmente en Silla, Albal y Catarroja, acentuaron la humedad excesiva en los arrozales. AVA-ASAJA constata consecuencias negativas en, al menos, 2.000 hectáreas de arroz, tanto pérdidas directas de producción en las variedades tempranas como Provisia, como pérdidas indirectas por la aparición de hongos.
La piedra cayó acompañada de agua abundante en zonas agrarias de L'Horta Sud, L'Horta Nord, Los Serranos y La Plana Baixa de Castellón. En esta comarca castellonense se empiezan a observar las cicatrices en la piel de los cítricos que ocasionó el pedrisco de la semana pasada.
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Del mismo modo, en La Ribera Alta, sobre todo en Algemesí y Albalat de la Ribera, donde la semana anterior hubo precipitaciones superiores a los 200 litros por metro cuadrado, AVA-ASAJA detecta problemas que van surgiendo en forma de caída de frutos, daños en ramas y problemas de encharcamiento.
Por otra parte, la Unió Llauradora, según recoge Europa Press, ha estimado que las tormentas del martes, acompañadas de lluvia, pedrisco y en algunos casos también viento en forma de reventón térmico, dejan en una primera evaluación unas pérdidas de 9,8 millones de euros en un radio de acción de cerca de 8.000 hectáreas de cultivo de las provincias de Valencia y Castellón.
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Según La Unió, los daños más importantes se concentran de nuevo en la comarca de Utiel-Requena con el 86% de los mismos pues se contabilizan unas 6.500 hectáreas afectadas, sobre todo en las localidades de Villargordo del Cabriel, Fuenterrobles, Venta del Moro, Caudete de las Fuentes y Utiel. Otras comarcas afectadas fueron las del Alto Palancia y Plana Baixa en la provincia de Castellón y l'Horta Sud, la Serranía y la Canal de Navarrés en la de Valencia.
El principal cultivo afectado es el de la uva de vinificación con el 65% de las pérdidas, seguido del olivar y almendro con el 14% cada uno. y el almendro con el y la uva de vinificación con el 16%. Otros cultivos ya con menores daños son los viveros y ornamentales con el 2% y el de los cítricos y hortalizas con el 1%. La gran humedad también provocará sin duda daños en las variedades tempranas de algunas zonas de cultivo del arroz, aunque habrá que ver la evaluación.
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Desde La Unió señalan que a las pérdidas directas, «habrá que sumar las de las producciones de años venideros y los daños en infraestructuras afectadas por fuertes vientos, arrastre de las lluvias, caída de árboles, además de los daños de reparación (tanto en fungicidas como en mano de obra)».
«Reiteramos que en aquellos lugares donde no afectó el pedrisco, las lluvias son positivas y sirven para paliar el estrés hídrico en algunos cultivos de secano como las viñas, almendros, olivar y algarrobos, así como para los cultivos de regadío donde permitirá ahorrar en riegos, limpiar los árboles ante la amenaza de posibles plagas y recargar acuíferos y embalses ya bastante mermados. Para la ganadería servirán para regenerar los pastos y evitar así el aumento de los costes por los piensos para alimentación de los animales», han indicado.
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Una de las consecuencias principales de estas tormentas es que las cosechas previstas en la mayor parte de cultivos ya estaban mermadas por los efectos de la meteorología adversa de los últimos meses y ahora todavía lo estarán más con los del martes y esta semana.
AVA-ASAJA reitera la petición a las distintas administraciones que establezcan medidas fiscales dirigidas a los agricultores afectados por estas adversidades climáticas. Además de las medidas solicitadas al Gobierno y a la Generalitat Valenciana, la organización agraria pide a los ayuntamientos que, debido a la anomalía climática o a los problemas de rentabilidad, modifiquen sus ordenanzas fiscales y bonifiquen el IBI Rústico a las explotaciones ubicadas en sus términos.
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Por su parte, desde La Unió solicitarán «una serie de medidas para compensar los daños de las personas afectadas por este siniestro de ayer como ya ha hecho con los ocurridas en meses anteriores». La organización ha solicitado al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, «que convoque a las organizaciones agrarias para evaluar los daños y establecer medidas de apoyo a los agricultores afectados, ya que los daños tras varios episodios son elevados».
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