La Torre UPV y un edificio para investigación, proyectos estrella de Capilla para el segundo mandato

Capilla presenta un programa con 139 propuestas que lleva por lema 'Cumpliendo. Sín límites. Por tu UPV'. Encabeza la única candidatura que se ha presentado a las elecciones del 12 de febrero que está centrada en lograr una universidad «que aspira a la excelencia, más sostenible, internacional, vital y de relevancia».

Audio MP3

Al respecto, ha destacado que si en su primera legislatura concurrió bajo el lema 'Sin límites', porque «no puede haber límites al pensamiento ni a la ambición de cambiar y de mejorar», ahora puede añadir «orgulloso» a su eslogan 'Cumpliendo' porque ha satisfecho «la totalidad» de su programa, «incluso superado en muchísimos aspectos los indicadores y objetivos que se habían marcado».

De hecho, considera que no se han presentado más candidatos porque de las más de medio centenar de reuniones que ha mantenido con directivos de la universidad le pedían que se volviera a presentar porque, ha recalcado, «la universidad va bien». Ahora su «gran rival» al ser el único aspirante es conseguir que toda la comunidad académica se movilice y vote porque es «bueno para la imagen de la Universidad»: «Tenemos el privilegio de poder elegir a quienes nos gobiernan, hay que ejercerlo».

Además, se presenta con el compromiso de realizar «una revisión y rendición de cuentas a mitad legislatura» y si hiciera falta una reestructuración del equipo porque la educación «está avanzando muy rápido». Así, si hace cuatro años ni siquiera se hablaba de la inteligencia artificial (IA) ahora es «un tema de agenda» que influirá tanto en la transformación de la organización como en la formación porque «los estudiantes de todas las ramas deben salir con habilidades en este ámbito».

En ese sentido, su primer desafío es implementar una gestión eficiente de los recursos y las infraestructuras de la UPV garantizando su adecuación a las necesidades de crecimiento con un presupuesto de 90 millones.

En concreto, se construirá en la esquina del mirador del inicio de la avenida dels Tarongers el edificio de La Torre, que quieren que sea «emblemático» tanto para la ciudad, ya que modificará la fisionomía de entrada, como para la universidad, por lo que necesitarán del acuerdo de las autoridades municipales. Será totalmente sostenible con un mínimo de 12 alturas con una parte baja que dé servicios a la universidad, y la parte alta para residencia de investigadores visitantes y estudiantes. Están buscando financiación privada y el objetivo es que esté listo para 2027 o 2028.

El segundo proyecto es un edificio en la avenida del Tarongers de seis plantas para maduración de tecnologías con lo que la universidad ganaría 16.000 metros cuadrados para «dejar de perder oportunidades» y que podría estar listo en 2028. Así, ha señalado que alguna gran multinacional quería desarrollar su laboratorio dentro de la universidad, pero no se les podía dar respuesta. A ellos se unirá la Casa de los Caramelos, que quiere que pueda entrar ya en funcionamiento en 2027.

Respecto al campus de Alcoi ya se está trabajando para expandir las posibilidades y futuro de su actividad con la reciente recepción del edificio Bambú para desarrollar el Parque Científico; mientras que en Gandia se está en conversaciones con el Ayuntamiento de para extender la actividad al Antiguo Edificio de Correos, que está en el centro de la ciudad.

Otro de sus retos es la transformación docente porque «los perfiles que necesita la sociedad han cambiado» y ahora son «mucho más versátiles y se requiere un estudiantado más formado en competencias transversales». Por ello, seguirán potenciando tanto la formación dual de la mano de las empresa como en las actividades curriculares extraordinarias.

Asimismo, continuará con su apuesta por la internacionalización del alumnado -la mitad de estudiantes de doctorado son ya de otros países, lo mismo que el 22% del total de máster y de grado- como por una expansión de la UPV fuera de nuestro entorno, incluso del europeo, con colaboraciones con instituciones a nivel global.

Dentro de su apuesta por el medioambiente, promoverá una sostenibilidad ligada a un crecimiento de la universidad no solo por cantidad, en espacio, sino también en calidad con el reto de alcanzar la neutralidad d carbono en alcance 1 y 2 antes de 2030.

Otro de los desafíos es hacer de la UPV un espacio inclusivo y diverso; promover el bienestar académico, emocional y profesional del estudiantado y del personal; aspirar a la excelencia capturando el conocimiento y adecuando el talento y resolver el problema del relevo generacional, tanto de PTGAS como del profesorado, para lo que ya se ha comenzado a planificar la contratación del nuevo profesorado.

Por último, se comprometido a seguir negociando con le gobierno central y autonómico una financiación «justa y suficiente» que permita mantener la calidad del modelo universitario buscando también otras vías complementarias de financiación.

«Hemos conseguido dar la vuelta a muchos problemas graves que teníamos, entre ellos la pérdida de alumnos, y hoy la Politècnica de Valencia es uno de los enormes valores que tiene la Comunitat Valenciana para atraer inversores porque saben que van a encontrar un sitio donde formar personas y que incluso se les puede ofrecer una formación a la carta para sus necesidades de personal», ha apostillado.

Para seguir en esta línea, de su equipo salen dos vicerrectoras y entran, para reforzar todos los proyectos que han en marcha, Elena de la Poza al frente del Vicerrectorado de Empleo, Formación Permanente y Lenguas; Silvia Terrasa en el Vicerrectorado de Transformación digital; y Eugenio Pellicer en el Vicerrectorado de Infraestructuras y Coordinación de los Campus.