Secciones
Servicios
Destacamos
ISABEL DOMINGO
VALENCIA.
Martes, 12 de noviembre 2019, 00:53
El proyecto de ampliación del by-pass, el tramo de la A-7 que rodea la primera corona del área metropolitana de Valencia y que figura como una de las carreteras españolas con mayor siniestralidad y congestión viaria, empieza a moverse. Por lo menos en el plano administrativo, ya que el Ministerio de Fomento anunciaba ayer que ha aprobado el proceso de información pública de una parte de esa propuesta de mejora.
El motivo no es otro que las expropiaciones -el paso previo a la licitación de la obra- para uno de los tres subtramos en que se dividió la ampliación del tramo central cuando se reactivó en marzo de 2014 (el primer proyecto se presentaba en 2009). Se trata del más situado al norte, en concreto, entre los enlaces con la CV-32 (carretera de Rafelbunyol a Museros) y la CV-35 (la carretera de Llíria).
En total, 11 kilómetros que atraviesan nueve municipios: El Puig, Rafelbunyol, Massamagrell, Museros, Moncada, Bétera, Valencia, Godella y Paterna. La previsión es que el coste de las obras ronde los 120,11 millones y según describió el propio ministerio «es la primera de las actuaciones con las que Fomento va a mejorar las condiciones funcionales, de seguridad vial y de integración ambiental de la autovía A-7».
El anuncio del departamento que dirige en funciones José Luis Ábalos supone despejar la incertidumbre que rodea al proyecto de ampliación del by-pass tras un parón de cinco años años, ya que la suspensión de pagos de la consultora encargada de los proyectos constructivos dejaba en el aire la ejecución de la obra, que en abril de 2018 lograba el visto bueno para la declaración de impacto ambiental y, ya a finales de año, se aprobaba el expediente de información pública y los proyectos de trazado.
A pesar de este bloqueo jurídico, en el que ya trabaja la Demarcación de Carreteras de la Comunitat, el ministerio ha movido ficha para uno de los subtramos, ya que el escogido, entre la CV-32 y la CV-35, estaba «prácticamente terminado, casi al 90%», según recordó ayer el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñés.
Precisamente esta entidad reclamaba a Ábalos el pasado septiembre que desbloqueara la ampliación del by-pass y ponía el foco de atención en el subtramo que pasa a exposición pública para las expropiaciones (y sus correspondientes alegaciones) recordando que era uno de los que mayor congestión y accidentes concentra.
La actuación que ahora se desbloquea con las expropiaciones supondrá la construcción de dos calzadas laterales, una a cada lado y adosadas al actual by-pass, que conectarán entre sí los enlaces actuales y permitirán separar el tráfico de agitación (es decir, el de trayectos cortos) del tráfico de largo y medio recorrido. Concretamente, los enlaces que se conectarán son los que dan acceso a las carreteras CV-32, CV-310 y CV-35.
A pesar del anuncio, el departamento de Ábalos no concretó el periodo de exposición pública.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.