El tramo de la costa valenciana que alza su voz

La mano del hombre está detrás de un problema que mantiene en vela a los vecinos de las playas de Canet d'en Berenguer y Sagunto, en el Camp de Morvedre.

En este último término municipal son conscientes de que desde el temporal Gloria «los temporales han sido muy moderados», por lo que la verdadera esencia del problema ha quedado algo difuminada.

Pero son conscientes de que cuando haya uno de una cierta entidad, volverán a tener que limpiar de grava las terrazas de sus casas: «Cada dos o tres años se da uno, por lo que tenemos que estar a punto», confiesa con un punto de resignación un vecino que lleva ocupando tres décadas una vivienda junto al mar en la playa de la Malvarrosa, en el norte del término municipal.

Las obras efectuadas al norte del término, ya en la provincia de Castellón, ejemplificadas en actuaciones como el puerto de Burriana, «que no para de crecer», provocan la falta de protección para las playas del sur. «Los puertos con mortales para nuestras playas. Creo que son los principales causantes de todo lo que está pasando», explica un vecino indignado con una situación que no ve dar pasos adelante.

La arena, por lo tanto, se ha convertido en un bien de lo más preciado y el mar, insistente, aunque no esté furioso, come poco a poco una zona del litoral.

«Todo es nefasto. Los espigones acumulan los áridos que hacen falta aquí», recuerdan los vecinos, que ven con inquietud que sus viviendas están a merced del mar y sin prácticamente protección alguna.

El año 1982 no sólo está marcado en rojo en los corazones de los ciudadanos de la comarca de la Ribera por la rotura de la presa de Tous a consecuencia de las fuertes lluvias sufridas aquellos días de octubre. En la costa del Camp de Morvedre se vivió un temporal «que se comió alrededor de un centenar de metros de costa». Posteriormente se tuvo que realizar un depósito urgente de rocas que sirvió para que las viviendas quedaran protegidas.

«Hacen falta actuaciones urgentes para proteger a las playas del sur», relata José, quien recuerda que el proyecto de traer un millón de metros cúbicos de arena desde Cullera sigue en el papel pero no ha ido más allá.

En 1997, recuerdan los vecinos, se produjo otro temporal «de los fuertes que se llevó lo que se había puesto en los últimos años» y, desde entonces, lamentan «sólo se ha producido alguna aportación de material muy tímida», por lo que, más de dos décadas después, «estamos a punto de llegar al límite. Han de actuar cuanto antes».

Para conseguir que lleguen fondos, sea de la institución que sea, incluso europea, el vecino municipio de Canet d'en Berenguer va a iniciar una serie de actos de protesta, una vez al mes, para conseguir que su voz no se apague, sus problemas estén en la mente de los políticos y se den las actuaciones urgentes para conseguir que sus playas no queden arruinadas y sea demasiado tarde cuando se tome conciencia de todo lo que esta ocurriendo.