Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando el panorama se vuelve negro y no hay más opciones para un enfermo que verse abocado a la muerte, aparece como el mesías la solución de un trasplante. Gracias a esos actos anónimos de solidaridad que suponen la donación de órganos, medio millar de valencianos cada año pueden recuperar no sólo la esperanza, sino su vida normal, al recibir un órgano de otra persona. En 2022 fueron 544 las personas trasplantadas en la Comunitat, unos datos que no se alcanzaban desde antes de la pandemia.
Detrás de esos números hay muchas historias. Las de solidaridad y dolor de los familiares que deben decidir si la persona que acaba de morir dona sus órganos. Las de alegría de quienes están en el hospital intubados esperando ese donante compatible que cambie su vida. Y las de los médicos y coordinadores de trasplantes que deciden para quién va cada órgano y lo hacen funcionar en otro cuerpo.
Asun Sancho es jefa de trasplante renal del Hospital doctor Peset de Valencia. El año pasado hicieron 88 trasplantes, logrando la tasa por habitante más alta de la Comunitat y sólo superados en número absoluto por los 98 de La Fe (más 12 infantiles). «Somos un referente en riñón, asumimos trasplantes muy complejos que en otros centros han desestimado», señala. Este año 2023 otros hospitales como el Clínico y el General de Castellón han empezado a hacer trasplantes renales también.
«Las técnicas han evolucionado, ahora son menos invasivas, las cirugías más conservadoras y los tratamientos específicos permiten minimizar el riesgo de rechazo de forma significativa. Ahora es difícil tener un rechazo en el postrasplante inmediato porque la medicación es muy eficaz para evitar ese rechazo», asegura Sancho.
La pasada semana, La Fe celebraba que había llegado a los 3.000 trasplantes de hígado desde que comenzó en 1991. El hospital sigue siendo la referencia en la Comunitat, con 302 trasplantes realizados el año pasado, lo que le sitúan además como el segundo con más actividad de España. 91 de ellos han sido hepáticos, un órgano que sólo trabaja también el hospital Dr. Balmis de Alicante, con 47 casos.
Tanto el hígado como el riñón son los dos órganos que más se trasplantan en la Comunitat, porque se puede hacer desde un donante vivo. En total suponen 443 de los 544 trasplantes que se hicieron el año pasado. En La Fe van a implementar un nuevo sistema de perfusión ex-situ para hígados, en el que unas máquinas permiten probar durante unas horas la viabilidad del órgano para poder ser trasplantado, así como incluso restaurarlo para mejorar su situación antes de la intervención. Una novedad que permitirá aprovechar muchos hígados que antes se descartaban porque había dudas de que fueran a funcionar para un trasplante.
Es una de las muchas innovaciones médicas que permiten que los trasplantes sean cada vez más eficaces. A finales de septiembre, la Conselleria de Sanidad nombró al nuevo coordinador autonómico de trasplantes, Rafael Badenes, procedente del Clínico. «Hemos mejorado muchísimo las técnicas, la preservación de órganos es cada vez mejor, lo que nos permite aceptar donantes con más edad, las técnicas quirúrgicas han mejorado mucho, igual que los fármacos para evitar el rechazo. Las cifras de supervivencia son espectacularmente buenas, y hay que tener en cuenta que se trata de enfermos que no tienen otra solución más que el trasplante», explica Badenes.
Se encarga de organizar a los coordinadores hospitalarios, que previamente han localizado a los donantes en cada centro y han estudiado su compatibilidad con los enfermos. Hay como mínimo un coordinador en cada hospital, y un total de 94 en la Comunitat y su función es esencial para la eficacia del proceso.
Cada individuo que dona sus órganos puede salvar directamente hasta a seis personas, con su corazón, hígado, dos pulmones y dos riñones, mientras que también se aprovechan otras partes como las córneas, que pueden conseguir que un ciego llegue a ver, la médula ósea, válvulas cardíacas o segmentos vasculares, que son muchos de los casos que contribuyen a una notable mejoría de la calidad de vida de un enfermo.
No obstante, según Sancho, el envejecimiento de la población también se hace notar aquí. «Uno de los problemas que estamos encontrando es que el perfil de los donantes ha cambiado a peor. Son más mayores, con patologías y es un limitante para trasplantar a jóvenes, porque son riñones que se quedan justos para jóvenes. Por eso se está promocionando también la figura del donante vivo, que no hace falta que sea un familiar, puede ser amigo, conocido, o una persona altruista», asegura la especialista.
La Comunitat tiene unas cifras de donación y trasplante por encima de la media nacional, y ya de por sí España es líder mundial en tasa de trasplantes por habitante. «Un valenciano tiene cuatro veces más opciones de obtener un órgano que en Alemania y el doble de Francia e Italia por la tasa de donación por habitante que tenemos», asegura Badenes.
«El trasplante es una apuesta nacional, son programas esenciales para el sistema nacional de salud, un paciente trasplantado mejora su calidad y cantidad de vida, va a vivir mucho mejor que si lo tenemos en diálisis», apunta Sancho. No obstante, la especialista reclama que en la Comunitat debería haber una infraestructura tan bien definida como en Cataluña, en la que hay una lista de espera única, y no una en cada centro.
No hay un período habitual de espera para lograr un donante. Si un enfermo está en una fase que necesita de forma muy urgente un órgano para seguir viviendo, se le incluye en el sistema 'código cero', que va por orden de gravedad. Suelen estar entre seis meses y dos años de espera.
No todas las personas pueden ser donantes, ya que deben cumplir una serie de condiciones. Que el órgano a trasplantar disponga de unos criterios de calidad y funcionalidad, que no tengan enfermedades transmisibles, tumorales, ni cáncer o infecciones. Y dependiendo del órgano, la edad también es importante. Por ejemplo un corazón de una persona de 80 años no le vale a otra de 40 y un riñón tampoco. Un hígado tiene, en cambio, la posibilidad de no tener que donarlo entero, sino que se puede recibir una parte y puede hacer su función. En España por normativa no se puede saber la procedencia del donante, para conocer quién te ha salvado la vida, como sí ocurre en algún país.
Los médicos siempre intentan otras alternativas y el trasplante es el último recurso, cuando ya no queda otra para salvar una vida. En la Comunitat se realizaron en año pasado una media de 1,5 trasplantes diarios, es decir diez a la semana.
Y la actividad de trasplante que más se desarrolló en la Comunitat el año pasado fue el de córnea, ya que se trata de la que más hospitales valencianos realizan. Fueron 642 intervenciones en 22 centros hospitalarios, prácticamente todos. El General de Valencia, con 149 intervenciones y el de Alicante, con 87, fueron los que más realizaron.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.