Tres de cada cinco comercios dañados por la dana siguen cerrados tres meses después

Una desoladora estampa se repite al pasear por los municipios de la provincia de Valencia azotados por la riada. Mirar a uno y otro lado de la calle para ver aceras repletas de persianas bajadas resulta descorazonador para muchos vecinos y visitantes. Cuando se cumplen tres meses del desastre, miles de negocios afectados por el tsunami de lodo permanecen todavía cerrados. La estimación de la Unió Gremial es estremecedora: tres de cada cinco comercios todavía no han vuelto a abrir sus puertas, algunos ya no lo harán nunca más y en otros tantos se trabaja a destajo en la reconstrucción.

El impacto de la tromba de agua y lodo del pasado 29 de octubre dejó daños en más de 5.000 comercios de la provincia de Valencia, según los cálculos de Unió Gremial. De esta cantidad total, el 60%, es decir, entre 3.000 y 3.500 negocios, siguen cerrados 90 días después de la catástrofe. No obstante, la peor noticia es que uno de cada cinco afectados no va retomar su actividad. En números absolutos, este drama se traduce en que alrededor de un millar de empresas no van a poder reabrir. Por si fuera poco, desde Confecomeç apuntan a que cerca de la mitad de los datáfonos de la zona cero siguen inoperativos, factor que dificulta las reaperturas.

El presidente de la Unió Gremial y de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Alfafar (Acypal), Mauro Lorenzo Gómez, resalta la importancia de que la Generalitat ponga en marcha un bono comercio «exclusivo en y para las zonas afectadas». Dichas tarjetas tendrían que estar dotadas con una cantidad «muy relevante» y un amplio espacio temporal que abarcaría cada estación del año -primavera, verano y otoño- hasta Navidad. Y es que, tal y como señala Gómez, en las pasadas fiestas navideñas, el consumo «no estaba para celebraciones» y de cara al año que viene su meta es conseguir que las calles de los pueblos afectados «estén iluminadas con la luz de los escaparates».

El presidente de Unió Gremial reivindica que los citados bonos ayudarían a crear una economía circular que beneficiaría tanto a los consumidores como a los compradores, pues ambas partes se han visto afectadas por el desastre. Eso sí, desde la entidad comercial optan por esperar unos meses para implementar esta medida. La explicación reside en que en estos momentos muchos de los comercios se encuentran inmersos en reconstrucción y la intención es que hubiera el mayor número de beneficiarios posible.

Esta reivindicación del sector fue solicitada al vicepresidente segundo de la Generalitat y conseller para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, en un encuentro mantenido ayer. Cabe recordar que desde el aterrizaje de Gan Pampols en el Consell para pilotar la reconstrucción puso la recuperación del pequeño comercio como una de sus principales preocupaciones. En la reunión, los comerciantes pidieron que las administraciones presionen al Consorcio de Compensación de Seguros, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, para que anticipe de las indemnizaciones o abone las cantidades de forma íntegra para que los negocios afectados puedan culminar la reconstrucción cuanto antes.

La Unió Gremial argumenta que una mejora en la liquidez de los negocios no sólo facilitaría la reapertura e incluso, sino que abriría la puerta a mejorar la situación de los comercios. El presidente aventura que esto produciría «un efecto dominó en positivo» sobre el resto de locales que permanecen cerrados o están en fase de reconstrucción. «Queremos transmitir un sentimiento de positividad y perder el mínimo tejido comercial en las poblaciones afectadas», resume Gómez.

En esta línea, Gómez comenta que los bancos han puesto dinero en marcha para la recuperación, pero el comerciante de proximidad «viene de varios palos con los créditos ICO« tras haberse endeudado para superar las crisis del 2008 y la pandemia: «Aunque estos sean a tipo 0%, al final hay que devolverlos». Además, también aprovecha para poner el foco en las diferencias que pueden surgir durante la recuperación con las grandes superficies comerciales: «Ellos han perdido mucho en la dana, pero el comercio local lo ha perdido todo», sentencia.

Por su parte, Paul Grigoras, uno de los socios de Inmobiliaria Senyera, empresa que tiene una oficina afectada por la dana en Paiporta, pide que la Administración se haga cargo de parte del coste de contratar especialistas en reformas de otras partes de la Comunitat o de España dada la alta demanda de estos profesionales en la zona cero: «No hay empresas de albañiles o electricistas». Grigoras pone como ejemplo de su propuesta los acuerdos del Consell con desguaces o empresas de transporte especializadas de otras regiones para retirar los coches siniestrados de los solares municipales.

En la primera reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) en la que pudieron intervenir de manera oficial los primeros ediles de los municipios que mantienen todavía la situación de emergencia 2, la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, aseguró que en la cumbre celebrada la semana pasada también se puso sobre la mesa la necesidad de implementar un plan para recuperar el pequeño comercio afectado por la riada.

En este sentido, desde la Conselleria de Comercio aseguran que ya se cuenta con el borrador de un plan para la recuperación de empresas afectadas por la dana, documento que tendrá un apartado específico dedicado al comercio de proximidad. No obstante, fuentes del área dirigida por Marián Cano explican que se sigue trabajando en las medidas de la mano con el sector así como que las acciones recogidas no tardarán en presentarse.

Las mismas voces ensalzan que la Generalitat haya abonado 50 millones de euros a negocios damnificados y otros 21 millones para la eficiencia energética de los locales de hostelería mientras el Consorcio apenas ha pagado el 22% de las indemnizaciones. El ente asegurador ha resuelto 3.220 solicitudes de las 14.448 presentadas en la categoría 'Comercios, almacenes y otros riesgos' a fecha 15 de enero, la actualización más reciente. En proporción, eso es, una de cada cinco.

El Ministerio de Hacienda, cartera que tiene también las competencias de Comercio en el seno del Gobierno central, no ha dado respuesta a las consultas formuladas por este periódico.

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