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Pacientes y familiares en uno de los accesos al hospital General de Valencia, ayer. damián torres

Tres días para ingresar en el hospital General de Valencia

La reactivación de las operaciones y el repunte de virus atascan los servicios de Urgencias. Los facultativos aseguran que faltan 350 médicos para atender a 6.000 pacientes al día y temen el fin de los refuerzos Covid

d. guindo / b. cruañes

Jueves, 28 de octubre 2021, 00:39

La reactivación de las operaciones paralizadas por la pandemia, el repunte de cuadros víricos, especialmente respiratorios, el circuito específico para pacientes Covid y las esperas de hasta 15 días que los enfermos sufren para tener cita con su médico de familia han provocado un ... importante aumento de pacientes que acuden a los servicios de Urgencias de los hospitales valencianos, incremento que se nota sobre todo desde mediados de septiembre.

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Este mayor número de enfermos que demandan atención inmediata está atascando las salas de espera de los hospitales y las demoras para pasar a planta desde los servicios de Observación por la falta de camas disponibles se alargan ya hasta los tres días, como ha ocurrido puntualmente en el hospital General de Valencia, el centro sanitario que mayor presión está sufriendo en estos momentos, según advierten desde CC OO. Añaden que, de media, «35 pacientes al día ingresan sin cama asignada en las unidades de hospitalización, están separados de sus familiares y son atendidos en espacios inadecuados e improvisados». Otras fuentes sanitarias lo corroboran. «El General lleva tres semanas con una media de 30 ingresos en Urgencias aunque hoy –por ayer– han aumentado hasta los 40. Hay pacientes que pasan dos y tres días en un servicio que atiende unas 500 urgencias al día». «Estamos absolutamente desbordados», agregan.

Desde el Sindicato de Enfermería Satse señalan, al respecto, que en ocasiones se han alcanzado los 50 pacientes a la espera de cama, pero «hoy –por ayer– han reforzado las plantillas de Urgencias y esto ha ayudado a disminuir bastante los tiempos de espera, aunque el problema es estructural».

En esta línea, desde la dirección del hospital, apuntan que «estamos teniendo mayor frecuentación en las Urgencias porque se han reactivado las operaciones y porque nos están llegando muchos pacientes mayores pluripatológicos que requieren camas de Observación y una estancia más prolongada». Asimismo, quieren dejar claro que en estas salas «los pacientes están controlados y atendidos en todo momento por el personal de enfermería y por los facultativos de las diferentes especialidades».

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En todo caso, añaden, «desde el hospital se está trabajando para que todos los pacientes atendidos en Urgencias reciban la mejor atención hasta que finalicen las obras de ampliación, una reforma que ya se ha iniciado y que permitirá ampliar la zona de Observación y mejorar tanto las instalaciones como los circuitos«.

«Es inhumano estar 24 horas sin saber nada de un familiar»

Antonio (nombre simulado para preservar su identidad) llegó al Hospital General pasada la medianoche del lunes. Quedó inconsciente en su casa del centro de Valencia. Una ambulancia avisada por su esposa lo trasladó al centro sanitario. Antecedentes de problemas respiratorios invitaban a la prudencia. Esa noche no ingresó. Tampoco durante todo el martes. Ni siquiera ayer. Al cierre de esta edición seguía en una cama de la unidad de Observación, a la espera de poder ser ingresado en planta para hacer pruebas complementarias a un primer encefalograma. «Pero lo más inhumano es que durante 24 horas nadie nos informó de cómo estaba, si estaba vivo, muerto o dónde se encontraba», lamenta un familiar.

Las quejas, peticiones y demandas de los parientes hicieron efecto y desde el centro sanitario finalmente se les informó del estado del enfermo, cerca de un día después de haber llegado al Hospital General. «Te dan unos plazos que luego no se cumplen. Al principìo nos dijeron que hacias las tres de la tarde del martes empezarían a ingresar a gente en planta, cuando dieran las altas, pero hasta hoy, nada...», critica el familiar.

La acumulación de urgencias es una de las principales razones detrás del colapso que sufre el hospital valenciano. «Cuando llegó Antonio nos dijeron que había unas 30 personas en la misma situación, esperando. No es lógico que esta situación se siga dando en la sanidad valenciana. Mucho aplaudir y muchos homenajes, pero al final todo sigue en crisis».

El ambiente en el centro sanitario, sin embargo, ayer era tenso. Manuel García esperaba fuera del recinto mientras le hacían una colonoscopia a su hermano, que tuvo que esperar una hora a que le llamaran para someterse a las pruebas médicas. Manuel considera que «la falta de atención a los pacientes con enfermedades distintas al Covid es una vergüenza«. De hecho, es médico digestivo y lamenta que, debido a la pandemia, Atención Primaria se haya resentido. »Llamas por una gastroenteritis y los médicos sólo te recetan un paracetamol sin interesarse en las causas de la dolencia«, afirma.

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En esta línea, Arantxa Ballesteros, otra usuaria del hospital, considera que «en estos tiempos, la gente acude a Urgencias para ser atendida con mayor rapidez pero, a su vez, esto justifica las colas que se pueden formar a determinadas horas del día», argumenta. La vecina se encuentra en la sala de espera mientras su padre, que sufre demencia, está ingresado por problemas cardiacos. «Lamentablemente, el paciente no puede ver a sus familiares por el protocolo Covid«. Normas con las que Arantxa discrepa por ser demasiado estrictas. »Con ciertas personas se debería ser más laxo y dejar entrar a los familiares. Un paciente con demencia no sabe explicarse y esto ralentiza la hospitalización y su curación«, asegura. En la mayor parte de las ocasiones, y en su opinión, la falta de permisividad en casos especiales como el suyo terminan con el alta al paciente »en peores condiciones de las que entró«.

El General, sin embargo, no es el único hospital afectado por la situación. En el Clínico se superaron las 500 urgencias tanto el lunes como el martes, cifras por encima de las registradas en 2019 (periodo prepandemia), lo que origina que entre 10 y 15 ingresos estén pendientes de cama, con las salas de Observación «saturadas». En la Ribera, entre 360 y 390 urgencias dejaron a una decena de pacientes pendientes del traslado a salas de hospitalización, mientras que La Fe ha registrado entre 568 y 625 en este inicio de semana, con una treintena de pacientes esperando cama. El Peset tiene una media de 398 urgencias al día, lo que supone que desde julio se ha registrado un incremento de casi el 10% con respecto a 2019.

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En el de Manises, según CCOO, «algunos pacientes llegan a estar hasta 48 horas en Urgencias esperando cama a cargo de un médico de planta, por lo que, el personal de enfermería de Urgencias se ve sobrecargado», al igual que en el General de Castellón, donde la sección sindical ha remitido un escrito al respecto a la Unidad de Riesgos Laborales.

Sobre todo ello, el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias en la Comunidad Valenciana (Semes-CV), Javier Millán, alerta de que si continúa aumentando esta presión en Urgencias va a provocar una «saturación y sobreocupación» de los servicios. En la actualidad, los hospitales valencianos atienden unas 6.000 urgencias al día, por lo que prácticamente se alcanzan ya los registros de 2019, pese a que presentan un déficit de médicos especialistas en la materia de unos 350 facultativos. Millán también puso el acento en la preocupación que genera el hecho de que el próximo 31 de diciembre expiren los contratos de 226 médicos de refuerzo Covid. «Si los cesan, sin ellos la situación será insostenible», alerta.

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