El 85% de las camas UCI en los hospitales privados valencianos están disponibles

La Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe) mostró ayer su total disposición a colaborar con las administraciones autonómicas y la estatal en la lucha contra la pandemia, insistiendo en ofrecer sus espacios, personal y equipos para aliviar la presión de la red pública.

Como explicó a LAS PROVINCIAS el presidente de la patronal, Carlos Rus, la red privada de la Comunitat cuenta actualmente con 2.608 camas y 25 hospitales, el 20% y el 41% del total respectivamente, incluyendo 140 plazas de UCI. Y la disponibilidad estimada para las camas de hospitalización y las de cuidados intensivos ronda el 85%. Este diario pidió a la Conselleria de Sanidad los datos concretos de puestos disponibles en la privada -al centralizar la información la administración regional- si bien explicaron que en estos momentos se está funcionando «como una sanidad única autonómica». También recordaron que a nivel global, contando además a la red pública, había 5.018 camas libres, 136 más que el jueves (22 de UCI).

«Desde antes del estado de alarma pusimos nuestros recursos a disposición de las administraciones y nuestra colaboración es total y absoluta», dijo, ante de lamentar que en la Comunitat, a diferencia de otras autonomías, no se haya creado una mesa de coordinación con representantes del sector. «Se ha informado y contactado con los centros y se les ha pedido inventario, pero no existe esta mesa», reiteró. «Entendemos que es un paso fundamental establecer esa relación de forma directa y actuar como se plantea desde el ministerio, con una única sanidad frente a un único enemigo, que es el coronavirus», concluyó.

La organización, a través de un comunicado, informó de que a nivel estatal la plantilla en centros privados con internamiento es de 93.000 profesionales, entre sanitarios y sociosanitarios. Además, cuentan con 52.000 camas de carácter general y 2.800 de UCI, tanto permanentes como instaladas en los últimos días en zonas con focos muy activos.

«Es oportuno concluir -reza la nota- que existe una capacidad instalada de camas en la sanidad privada para los casos más severos muy superior a la que se está empleando en estos momentos», con la excepción de las regiones con mayor grado de colapso como Madrid, Cataluña o La Rioja. Exactamente, Aspe cifra en 2.200 los puestos disponibles en unidades de cuidados intensivos.

«Hacemos un llamamiento a todas las regiones para que empleen a fondo toda nuestra capacidad instalada allí donde sea necesario en lugar de levantar hospitales de campaña, porque estamos completamente convencidos de la capacidad de trabajo conjunto de una sanidad única y porque el mejor aprovechamiento de nuestra dotación beneficiará a los afectados», en palabras de Rus, que también se refirió al caso concreto de la Comunitat. Según han informado algunos centros asociados, se les han retirado equipos para emplearlos en instalaciones provisionales.

Además, el comunicado señalaba que en el caso valenciano no se está haciendo uso de sus equipamientos y recursos humanos -o este es testimonial- pese a tener «la práctica capacidad total de las infraestructuras sanitarias privadas a disposición de la crisis tras la desprogramación de la actividad ordinaria por indicación de la administración sanitaria».

Como ejemplo de lo anterior, los hospitales Vithas 9 de Octubre y Consuelo han convertido parte de su zona quirúrgica en puestos extra de UCI para hacer frente a posibles necesidades derivadas de la crisis por Covid-19. El resultado de estas acciones se salda con 34 puestos de UCI en Valencia -con posibilidad de ampliar a dos puestos más extra- y ocho en Castellón. La actividad quirúrgica programada ha cesado, indicó la empresas, y los puestos de URPA (Unidad de Reanimación Postanestésica) se han reconvertido en puestos de UCI, habilitados con respiradores.