«La vacunación es voluntaria pero acabará siendo casi obligatoria»

Juan José Tirado, enfermero y doctor en Ciencias de la Salud con cuatro especialidades distintas, preside el Consejo de Enfermería de la Comunitat (Cecova) desde el pasado mes de marzo, justo cuando irrumpió la pandemia de Covid-19 en la región. Y diez meses después, los profesionales de enfermería son los encargados de administrar la vacuna para erradicar el virus. Después de ser el colectivo sanitario más afectado por los contagios tienen en sus manos el arma para vencer al coronavirus, por lo que, ahora más si cabe, «es necesario potenciar el papel de las enfermeras en colegios, centros de salud y residencias».

-¿Cómo ha arrancado la campaña de vacunación?

-Hay ciertas lagunas todavía, sitios donde las normas aún no están claras, pero también es normal. Existe saturación por la ola que padecemos y a ello se añade las enfermedades crónicas que, al no haber estado atendidas de forma continua, derivan en episodios agudos y eso hace que esos enfermos crónicos requieran más atención.

-¿Se completará la campaña en residencias de ancianos en el plazo previsto?

-Las previsiones que planteó el presidente Ximo Puig son bastantes coherentes y evitan masificación. Ahora se vacunan las personas que no te van a decir que no. Es importante que la campaña se normalice en cuanto a solicitudes y posibilidades de llevarla a cabo.

-¿Hay predisposición para recibir la vacuna?

-Es difícil valorar la gente que se va a vacunar porque hay muchísima información y, en muchos casos, es muy sensacionalista. Pero hoy por hoy es la única solución, no hay otra alternativa, pese a desconocer las consecuencias que pueda tener a largo plazo. Aunque es voluntaria va a acabar siendo como obligatoria, la exigirán para viajar o para hacer otras cosas, por lo que no quedará otra que vacunarnos, pero con mucho cuidado y mucho control.

-¿Usted se la pondrá?

-Sí, cuando me toque. No hay alternativa. Es cierto que, con las vacunas, a la velocidad que las han sacado, puede que nos llevemos alguna sorpresa, pero esperamos que no sea irreversible.

-¿Cómo se debe desarrollar la campaña de vacunación general?

-Evidentemente con cita previa y sin olvidar a las personas que no pueden desplazarse. Hay que confeccionar una agenda para ir a los domicilios, para que no se olvide a ningún anciano que no tenga la posibilidad de usar internet y que no logre contactar con el centro de salud porque las centralitas estén saturadas. Y con un refuerzo de profesionales de enfermería que quieran ampliar su jornada laboral, porque va a haber una saturación importante.

-¿Están preparados para ello los centros de salud?

-Según la saturación que exista por la demanda se deberían organizar algunos sitios exclusivamente para la vacunación para no mezclarla con patologías comunes. Hay muchos centros de salud que no reúnen las condiciones necesarias para generar un aislamiento efectivo.

-¿Se sienten con fuerzas los profesionales para este nuevo cometido?

-Están muy quemados. El problema está en la educación de la gente, porque ves que no se cumplen las normas básicas de protección y eso genera saturación, y al final te cabreas. La expansión de la pandemia se debe a los incumplimientos de las restricciones de parte de la población.