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Valencia sufrió la pasada noche, en la madrugada del domingo al lunes, tres movimientos sísmicos que se produjeron en un reducido radio de acción. Los tres terremotos se concentraron en la comarca de La Ribera Alta, en las poblaciones de l'Énova, Sellent y ... Alcàntera de Xúquer, y en todos los casos tuvieron una magnitud entre 2'5 y 3 grados en la escala Ritcher.
El primero, según informa el 112, se registró de l'Énova, a las 00.34 horas, y fue el de mayor intensidad. El movimiento sísmico tuvo una magnitud 3 y se produjo a 10km de profundidad. A la misma hora el IGN (Instituto Geográfico Nacional) informa de que se produjo otro en Sellent de 2'9.
El tercer movimiento sísmico se registró a las 00:35 horas, apenas un minuto después de los dos primeros, en Alcàntera del Xúquer, con una magnitud de 2'5 y a 8 km de profundidad.
En los tres casos️ no se han producido daños materiales pero llegaron a ser sentidos por la población. De hecho, ️el 1·1·2 recibió 4 llamadas relacionadas alertando de los movimientos sísmicos.
Según informa el Instituto Geográfico Nacional el temblor se ha sentido también en Genovés, la Pobla Llarga, LLanera de Ranes, Manuel, Rafelguaraf, Rotglà i Coberà, Xàtiva, Sumarcárcer, Alberic, Algemesí, La Llosa de Ranes, l'Alcúdia de Crespins, Llocnou d'Enfenollet, Villanueva de Castelló e incluso en municipios de la Vall d'Albaida como l'Olleria y Llutxent.
Un terremoto de entre 2,0 y 2,9 grados en la escala Ritcher se considera menor y generalmente no son perceptibles. De hecho, se dan alrededor de 1. 000 por día. Un movimiento sísmido de entre 3 y 3,9 grados también es menor y son perceptibles a menudo, pero rara vez provocan daños. Se trata de un terremoto débil que solo se percibe en los pisos altos, y se producen alrededor de 49.000 por año.
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J. A. Marrahí
La Generalitat Valenciana, a través del 112, y la Red Sísmica Naciona, ofrecen consejos sobre cómo actuar en caso de terremoto. En primer lugar, y si vives en zonas con riesgo, asegura al suelo o paredes las conducciones y bombonas de gas, y los objetos de gran tamaño y peso (como estanterías o armarios) que puedan caerse o volcarse.
Se aconseja tener a mano, en un lugar conocido por toda la familia, una linterna, un botiquín y un sistema que te permita comunicarte (radio, teléfono). «Ten un especial cuidado con la ubicación de los productos tóxicos o inflamables a fin de evitar que se produzcan derrames», inciden en Emergencias.
Otra clave es revisar y reforzar chimeneas, cornisas o balcones, pues son las partes de las edificaciones que primero se pueden desprender. También las instalaciones que puedan romperse, como electricidad, conducciones de agua, gas y saneamientos.
En un edificio público, como un supermercado o cine, no hay que correr despavoridamente hacia la salida. «Se puede crear una avalancha humana que, con toda probabilidad, provocará más heridos que el propio terremoto», razonan los técnicos.
En el cine o el teatro el consejo es echarse al suelo, de rodillas, cubriendo cabeza y cuello con las manos. Procuraremos, además, realizarlo en el hueco de nuestra butaca, de manera que el resto de personas puedan hacer lo propio en sus respectivos huecos.
En espacios con estanterías, como bibliotecas, archivos o supermercados, la instrucción es salir de los pasillos y agacharse del mismo modo: de rodillas, cubriendo la cabeza y cuello. Pero hay que permanecer junto a los laterales de las estanterías. En el colegio, la opción pasa por arrodillarse debajo del pupitre, con un libro sobre la cabeza.
Los seísmos también pueden sorprender a alguien dentro de su vehículo. ¿Qué hay que hacer? «Detenlo lentamente en el arcén de la carretera y no pares nunca debajo o sobre la plataforma de un puente. Tampoco junto a postes, edificios degradados o zonas de desprendimientos», aconseja Emergencias. E igual que en casa, «no salgas hasta que termine el terremoto», pero procura no bloquear la carretera.
En el caso de que el movimiento telúrico sobrevenga mientras caminamos por la calle, la reacción debe ser alejarse de edificios, carreteras, postes o árboles y caminar en busca de sitios abiertos. ¿No los hay? Entonces «cúbrete en el zaguán de la casa más próxima, preferentemente bajo el marco de la puerta de entrada, sin penetrar en el patio o rellano de la vivienda».
La Generalitat también expone una serie de recomendaciones para cuando ha pasado el terremoto, pues el peligro persiste de otras maneras. Si estamos en casa y no hay luz natural, no encender interruptores o velas porque podría haberse producido una fuga de gas y sería arriesgado por posible deflagración. Mejor usar una linterna.
Segundo paso: cierra la espita del gas, el suministro de luz y el agua. Si aprecias un escape de gas «no cortes la luz; al hacerlo puede saltar una chispa que prenda el escape». De igual modo, no utilices aparatos eléctricos por el mismo motivo.
La Generalitat aconseja no abandonar la vivienda si no se observan daños serios en ella. Una reacción casi instintiva es asomarse a ventanas o balcones para ver cómo está el exterior, pero hay que evitarlo «porque podrían fallar con el peso».
Si fuera necesario evacuar la vivienda, mejor hacerlo todos los miembros de la familia conjuntamente, siempre por escaleras y nunca por ascensor. Tenemos que alejarnos de cables rotos o caídos y vigilar que los niños no se acerquen a ellos.
En el caso de encontrarnos con personas gravemente heridas «es mejor no moverlas y esperar a los equipos de rescate a menos que sea necesario», apunta el organismo autonómico.
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