![La odisea de una valenciana y 14 familiares tras quedarse tirados sin hotel en Bélgica en Nochevieja](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201912/29/media/cortadas/odisea-kPXD-U901081459098nDB-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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m. G. / M. C. V.
Valencia
Domingo, 29 de diciembre 2019, 13:30
El plan era juntarse todos los hermanos con los padres y los respectivos hijos, en total 15 personas, para celebrar la Nochevieja juntos. Aunque viven cada uno en una punta de España, parecía fácil porque llevaban preparándolo desde agosto, cuando hicieron la reserva de un hotel de cuatro estrellas en Gante (Bélgica) para las noches del 28 de diciembre al 1 de enero a través de un conocido portal de reservas.
Llegada la fecha del viaje, todo era alegría por reencontrarse. Disfrutaron de un frío día de Navidad en Bruselas y por la tarde cogieron el tren a Gante para llegar pronto al hotel, instalarse y seguir poniéndose al día. Ahí fue cuando se quedaron helados: «¿Que no existe la reserva de nuestras cinco habitaciones?». Eran ya las seis y media de la tarde, hora de cenar en la mayoría de países europeos, y allí estaban tirados 7 niños (desde los 7 a los 13 años) y 8 adultos, sin lugar donde alojarse durante los siguientes cuatro días.
¿Qué había pasado? Booking confirmaba la reserva, el hotel aseguraba que no la había recibido y que, en cualquier caso, estaba completo y allí no se podían quedar. La familia de Amalia L. A. se extrañó de que el alojamiento no la hubiera registrado después de haberse intercambiado emails durante los últimos meses sobre los detalles de las habitaciones sin que hubiera, aparentemente, ningún problema. «¡Espere, tengo los emails aquí, mire!» y el hotel no tuvo más remedio que aceptar su error. Todo tenía que ir rodado ya pero, por el contrario, empezó la siguente aventura: las habitaciones estaban ocupadas igualmente.
Con mente práctica, pensaron «nos vamos a otro hotel y ya está» pero «no había ni una sola habitación libre en 30 kilómetros a la redonda«, cuenta Amalia que les aseguraban tanto desde el hotel como desde el portal de reservas. Estaban ya desesperados, hambrientos y cansados. »¿Nos pueden dar algo de cenar al menos, por favor? Los niños no aguantan más«, pidieron, y el hotel les abrió el restaurante para prepararles algo rápido porque ya no quedaba nada abierto. Se había hecho muy tarde. Tras pagar la cuenta, volvieron a la recepción. ¿qué hacemos?
Sin solución a la vista, los hermanos llamaron al Consulado de España en Bélgica. «Una noche nos podíamos buscar la vida pero conseguir alojamiento para 15 personas durante cuatro noches no parecía viable», cuenta la portavoz de la familia. El Consulado habló con el alojamiento para organizar un plan provisional para los 15 viajeros.
A las diez de la noche, cuatro de ellos fueron trasladados en taxi a Brujas, donde habían encontrado una habitación libre en un hotel. En Gantes, reubicaron a varios clientes que ocupaban las habitaciones más grandes para poner camas supletorias y acomodar a cuantos miembros de la familia pudieran caber. «Dormimos once en tres habitaciones que no tenían ni toallas suficientes para todos porque eran individuales«, cuenta la valenciana Amalia.
Por la mañana, tuvieron que hacer las maletas de nuevo y dejar la habitación con la promesa de que cuando llegaran esta noche habrían habilitado acomodo para todos los miembros de la familia. «Venimos de Valencia, Calpe, Cáceres y Salamanca. Esta es nuestra reunión navideña porque no hemos podido estar juntos en Nochebuena ni Navidad y ahora no queremos estar separados«, explican.
Amalia reconoce que se han llegado a sentir indefensos y que han echado de menos algo de atención por parte del director del hotel, que aún no les ha contactado, pero no piensan dejar que esto les arruine el viaje. «Ahora ya nos lo tomamos con humor ¡qué vamos a hacer!». La inocentada (¡ojalá lo hubiera sido!) del 28 de diciembre de 2019 se contará en las sobremesas familiares durante muchos años.
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