¿Por qué los valencianos siguen llevando mascarilla?

Los ciudadanos opinan. Desde los más mayores a los más jóvenes, el mensaje más repetido es el de la prudencia. Aunque muchos admiten sentirse liberados y aliviados al poder retirarse la protección facial en ciertos momentos, también asumen que la pandemia aún no se ha terminado y que queda más de la mitad de la población todavía por inmunizar.

«Yo no me la voy a quitar, la voy a seguir llevando un buen tiempo. Yo tengo la vacuna puesta, pero aún así pienso que es lo más prudente. Hasta que no hayamos acabado con el virus no estaré totalmente tranquilo»

«Yo me la quitaré, pero es cierto que hasta ahora se daban situaciones paradójicas, como que en el interior de un bar te la puedes quitar mientras tomas algo y estás hablando con gente no conviviente, sin distancia»

«Me parece bien, ya tenía ganas, pero en interior hay que seguir llevándola. Es verdad que ahora en verano es un agobio, sobre todo para jugar en la calle, pero tendremos cuidado cuando nos la quitemos»

«El virus muta y no sabemos cómo va a ir. Si permiten quitársela en esa situación será porque es lo lógico, pero es verdad que aún quedan cosas por conocer de este virus. Yo me la quitaré pero con precaución»

«Por fin se puede respirar bien. Siempre que pueda me la quitaré. De hecho, si no tenía a nadie cerca, ya me la quitaba antes de que lo permitieran por ley. Veo absurdo llevarla si no hay nadie cerca»

«Ya era hora, por fin una buena noticia. Yo tengo claro que me la quitaré siempre que pueda y la llevaré encima para ponérmela cuando me cruce con alguien por la calle. Al menos ahora tendremos momentos de alivio»

Patricia, de 27 años de edad, es profesora de piano en una academia de Alboraia, por lo que ya ha recibido la primera dosis de la vacuna. «Justo mañana lunes recibo la segunda y ya tendré la pauta completa», explica esta joven valenciana, residente en Mislata.

Sin embargo, a pesar de ello, tiene claro que optará por la prudencia. «Soy prudente porque entiendo que puedo seguir contagiando a gente que no tenga la vacuna», asegura.

Sobre la decisión de quitarse la mascarilla en espacios exteriores siempre que no haya nadie a menos de 1,5 metros de distancia, Patricia indica que es una buena noticia, pero insiste en ser precavidos. «Por la calle la llevaré a mano porque seguramente me la deba poner cada dos por tres, ya que me cruzaré con gente inevitablemente. Y si puedo quitármela porque puedo mantener distancias, lo haré, ya que hace calor y ahora en verano agobia bastante», agrega la joven docente

Respecto a si considera temprana esta decisión del Gobierno que preside Pedro Sánchez, sostiene que no lo es. «Creo que no, ya hay como cerca de la mitad de la población vacunada y empezamos a ver una luz al final del túnel. No obstante, como siempre, también creo que mucha gente no va a ser lo suficientemente responsable y eso me preocupa un poco», confiesa Patricia, que incide en que habrá personas que no se colocarán la protección facial en ningún espacio aunque no se pueda mantener la distancia. «La noticia es positiva y refleja que estamos avanzando, pero es primordial que todo el mundo siga cumpliendo las restricciones», añade.

La mascarilla sigue siendo obligatoria en Metrovalencia y TRAM, también en andenes y estaciones

«Es muy apresurado. La comunidad de bolivianos hemos decidido no quitárnosla porque muchos no hemos sido vacunados. Al menos hasta final de año la llevaremos en exterior. De hecho, vamos a repartir mascarillas reutilizables»

«Por mi parte, considero que es demasiado pronto, por lo que decido seguir llevándola. Es cierto que ahora en verano se agradecen esos momentos de ir a cara descubierta, pero debe primar la prudencia»

«Veo un poco arriesgada la decisión de permitir que se retire tan pronto, aunque sea sólo en exterior y siempre que haya una distancia de 1,5 metros, pero habrá que ver también quién cumple con esa medida»

«Celebro la noticia de poder retirarse la mascarilla en el exterior siempre que haya distancia. Yo trabajo todo el día con ella puesta y para mí es un alivio, una liberación. Si me cruzo con alguien, me la pondré»

«Me parece que no hay que bajar la guardia, considero que es demasiado pronto. Lo cierto es que aún queda bastante población por vacunar. Yo, por mi parte, la seguiré llevando en la ciudad aunque no haya mucha gente»

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