Vecinos de Catarroja salen a la calle para ayudar a limpiar

Los vecinos de Catarroja reclaman atención y no les falta razón. Como si de la escena apocalíptica de una película se tratase, las calles del municipio están destruidas: barro, agua, coches amontonados… Es la imagen de un pueblo que ha sufrido muchos daños por la DANA.

Son muchos, por no decir todos, los vecinos que salieron a la calle para ayudar o limpiar. Uno de los que bajó a la calle de buena mañana y por la tarde todavía no había vuelto es Antonio. Vive toda la vida en el pueblo, junto a él están varios amigos. En su caso perdió a una vecina, cuyo cuerpo descubrieron el miércoles por la tarde. Era viuda y estaba sola en su casa, un bajo, cuando llegó la tromba de agua. Cuenta Antonio cómo la mujer no quiso salir de su domicilio y resguardarse: «Dijo que ella no se iba de su casa, porque no sabía lo que venía».

En Catarroja también hay muchos niños. Uno de ellos, de siete años, camina junto a su madre por una calle repleta de coches destrozados. Está triste porque no sabe nada de sus amigos, mientras su madre mira el móvil nerviosa. «Cariño, no te preocupes, tus amigos están bien», dice para tranquilizar a su pequeño. Pero él insiste: «Yo quiero verlos». Esperan que estén bien, aunque en un pueblo sin luz y con poca cobertura es más que complicado comunicarse.

En una calle cercana se encuentra una pareja que vive en un piso donde el agua no llegó. Ellos son Germán y Rosa. Él es policía local, y el agua le pilló trabajando en Beniparrell. Pudo llegar a casa, aunque perdieron su coche.

«A los diez minutos de llegar a casa se escuchó un ruido y esto parecía un río», afirmó Rosa. Ahora caminan por Catarroja intentando aportar su granito de arena para devolver la normalidad a la que es su casa. La solidaridad de los vecinos parece que se contagia en estos días de gran tristeza mientras los afectados valoran los daños.

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