Las vergüenzas de la justicia valenciana

Así reza el S. O. S. de los jueves en el capítulo dedicado a necesidades urgentes de infraestructuras: «Nuevamente debemos llamar la atención sobre el deficiente estado que presentan algunos edificios judiciales» y en la «necesidad de abordar con urgencia tanto la construcción de nuevos palacios de Justicia como la rehabilitación integral u obras de mantenimiento en otros».

Para el TSJCV, la dispersión de sedes en un mismo partido judicial «no resulta operativa, generar más gasto y dificulta la implantación de nuevas formas de organización como la oficina judicial o los servicios comunes».

Pero hay más: «Algunos de los edificios ya están al borde de su capacidad y la falta de espacio lastra la creación de nuevas unidades judiciales», lamenta la institución que preside Pilar de la Oliva. Citan el ejemplo de Alicante, donde los órganos judiciales de unipersonales se reparten por ocho sedes diferentes.

La Audiencia Provincial de Alicante «se encuentra al máximo de su ocupación y resulta imprescindible su reubicación en una nueva sede», apremian. El torrente de críticas llega también a Elda, «que sigue careciendo de calabozo para detenidos» o a Villena, con un edificio «en estado deplorable». Allí el proyecto de construcción de una nueva sede se vislumbra «a muy largo plazo, pese a que inicialmente se preveía el inicio de las obras para este año».

Los juzgados de Orihuela, otra vergüenza. «Sigue precisando de una ampliación urgente». Allí es crucial reparar los daños causados por las inundaciones de 2019, pues «actualmente siguen inutilizados los calabozos y los archivos situados en el sótano del edificio». Dénia sigue aguardando la ampliación del actual edificio a un solar contiguo y las obras no se esperan hasta la primavera de 2023.

Ya en la provincia de Valencia, el TSJCV denuncia la indeseada dispersión de sedes en Valencia, Sueca, Torrent, Alzira, Llíria y Ontinyent. En algunos de estos partidos hay proyectados nuevos palacios de justicia, «pero dichos proyectos acumulan retrasos».

La Ciudad de la Justicia de Valencia se ha quedado pequeña. «Presenta problemas de espacio que dificultan la ubicación de nuevos juzgados y carece de suficientes salas de vista en el atrio», perciben los profesionales de la justicia.

Mientras, las obras para remodelar el edificio histórico del TSJ ya deberían haber comenzado. «Ha sido en junio de este año cuando las obras han sido adjudicadas», al fin, «con la intención de que puedan iniciarse este verano». La sede provisional de la calle Historiador Chabás «presenta importantísimas carencias, fundamentalmente de espacio, imposibles de solucionar».