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El veterinario Jacobo Giner realiza una exploración a un hurón en su clínica. LP

«Cada vez hay más veterinarios que abandonan por estrés»

Un estudio alerta sobre la salud mental de los especialistas en medicina animal. Casi la mitad sufre ansiedad y el 20% depresión por el contacto constante con el dolor y el sufrimiento

Eva Pérez

Valencia

Jueves, 7 de diciembre 2023, 01:14

Luna tenía 10 años, plena infancia para un ser humano aunque ya en la madurez dentro de la especie canina. Entró en quirófano para someterse a una cirugía grave pero con buenas perspectivas de éxito. Algo salió mal. Luna era la razón de ser de ... Ana, y no es una expresión cualquiera. Era su ilusión, sus fuerzas, sus ganas de levantarse por las mañanas, de sonreír, de encarar el resto de sus días ante un diagnóstico médico fatal. ¿Cómo le dices que su único enganche con la vida ha muerto? Los nombres son ficticios, la historia real. Esa llamada la tuvo que hacer no hace mucho Jacobo Giner, un veterinario de Valencia. «Son situaciones realmente duras». Por los animales, y por los dueños, a los que conoce de años y años de confidencias entre vacunas contra la rabia y tratamientos. Y luego el profesional se va a casa. Y la 'bata' mental no se queda en la clínica. En vez de desconectar, sigue dando vueltas a las operaciones, a los tratamientos, se pregunta si podría haber hecho otra cosa... Y al día siguiente, igual. Ese goteo incesante de sinsabores hace mella en los veterinarios y lleva a uno de cada cinco a abandonar su vocación. No pueden soportar el agotamiento mental. «Te gusta algo que te provoca un estrés tremendo», explica Giner, gerente de la clínica Menescalia. Llega un momento en que «no quieres ni ir a trabajar».

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La veterinaria es una ciencia que va más allá de la idílica imagen de curar animalitos. El agotamiento psicológico por enfrentarse de manera constante al dolor, el sufrimiento, la muerte y a dilemas morales forma parte del día a día de estos profesionales. Un estudio presentado en Valencia y realizado por la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona concluye que casi la mitad (49%) de los especialistas en veterinaria sufre ansiedad, y hasta un 20% depresión.

Fatiga por compasión

Todas estas patologías derivan de la llamada 'fatiga por compasión', un trastorno común en profesionales relacionados con la salud. Es una especie de estrés postraumático que sufren las personas que cuidan, como en este caso, a animales que padecen sufrimiento físico o emocional. Y ello hace que la de veterinaria figure entre las profesiones con mayor índice de suicidios. «Todos los veterinarios tenemos amigos que se han suicidado», lamenta Giner. El vocal técnico-científico Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia explica que, junto al estrés y la depresión, la pérdida del miedo a la muerte por el contacto diario con ella y el fácil acceso a la medicación –en la propia clínica–, disparan los factores de riesgo entre estos especialistas.

Una reciente investigación publicada por revistas del sector revela que casi el 70% de los veterinarios ha perdido a un colega por suicidio. En España, las cifras demuestran que el riesgo de suicidio en veterinarios duplica la media de la población general.

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Entre las situaciones que generan más ansiedad y estrés destacan aquellas relacionadas con un fuerte componente ético, como las eutanasias, explica Giner. Los veterinarios tienen una «vocación intrínseca» de sacar adelante a los animales y, muchas veces, según apunta, tienen que afrontar esta tarea con falta de medios y lidiando con los problemas económicos de los dueños. Además son los que tienen la última palabra sobre aplicar la eutanasia a los animales y 'convencer' en ocasiones a los propietarios de que es la mejor opción. En el caso de mascotas de avanzada edad muchas veces surgen dilemas éticos, explica, entre alargar la vida del animal cronificando la enfermedad mediante un tratamiento que palíe el dolor o apostar por el bienestar del animal y proceder a la eutanasia.

La nueva ley de bienestar animal, que entró en vigor a finales de septiembre, es especialmente restrictiva en este aspecto. Se prohíbe eutanasiar por cuestiones económicas o vejez, entre otras, y solo estará justificada bajo el criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal.

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Más de 1.200 profesionales de toda España participaron en uno de los estudios «más ambiciosos» realizado en territorio nacional, según destaca el Colegio de Veterinarios de Valencia. Su secretaria, María Vitoria, califica los resultados de «demoledores». Uno de los codirectores del proyecto, Jaume Fatjó –veterinario que trabaja en el Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona– reclama a raíz de las conclusiones que las facultades de Veterinaria incluyan en sus temarios asignaturas sobre cómo afrontar estas situaciones. También lo hace Jacobo Giner y pone como ejemplo facultades del resto de Europa, donde ya se han implementado este tipo de asignaturas que enseñan a los futuros profesionales técnicas para «no empatizar tanto».

Fatjó insta también a las asociaciones y colegios a actuar preventivamente en auxilio de estos profesionales. En este sentido, el Colegio de Veterinarios de Valencia tiene un programa que facilita a los colegiados que así lo soliciten una primera consulta gratuita con un gabinete psicológico especializado. Además se plantea crear 'redes de atención' formadas por colegiados con experiencia en este terreno para así detectar antes, prevenir y encauzar mejor las situaciones que se puedan plantear.

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