«Se me fue la vida con mi hijo»

Marta Gonzálvez, la madre del niño de ocho años, publicó un video en Internet en el que denunciaba la falta de detenimiento por parte del personal sanitario a la hora de examinar el estado grave en el que se encontraba su hijo ya que, sumado a los dolores abdominales agudos, presentaba un cuadro de vómitos y dificultades respiratorias. «Cuando un niño llega de esa manera a un hospital se le hace un análisis de sangre», atestigua la madre. Pero en su lugar un análisis de orina y el suministro de un suero para frenar los vómitos fue todo lo que obtuvo después de acudir al hospital hasta en cinco ocasiones. Al parecer, a Aitor «en ningún momento lo habían visto en mal estado», por lo que fue enviado a casa.

Tras cuatro días de agonía e incertidumbre el pequeño Aitor se desmayó en su domicilio y fue trasladado en ambulancia a una unidad de cuidados intensivos donde tristemente no lograron mantenerlo con vida.

En el informe de la autopsia realizada por un médico forense se descartó la gastroenteritis como motivo de los dolores del menor y confirmó que el motivo del fallecimiento de Aitor fue en realidad una peritonitis; una infección causada por una ruptura en el abdomen y que precisa de un tratamiento con antibióticos para reducir la inflamación. Incluso, en ocasiones, esta dolencia debe ser intervenida quirúrgicamente. «Aitor tenía una perforación en el apéndice que le provocó la muerte», clarifica la mujer de Petrer. A su vez, el informe del forense también añade que se le suministró un medicamento demasiado fuerte que «no está permitido en niños menores de doce años», cuenta Marta.

Aunque inicialmente existen indicios, ningún especialista en pediatría se muestra proclive a estudiar el caso y determinar si la muerte se podría haber evitado con una atención médica adecuada ya que, según Marta, «su hijo gozaba de buena salud».

En su momento la madre alicantina denunció ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Elda al hospital para investigar las causas de una negligencia médica. Aunque los siete médicos que atendieron a Aitor podrían ser inculpados por delitos de omisión de socorro y homicidio imprudente lo cierto es que el proceso no avanza desde hace meses. Una situación que aumenta la desesperación de Marta. «Los acusados no han sido todavía llamados a declarar y sólo han sido interrogados por el médico forense de la autopsia judicial», explica. Con dolor la madre asegura que no va a dejar de buscar hacer justicia.