Encuentran dos bolas de cañón en el yugo de una de las campanas de la parroquia de Bèlgida

Dos bolas de cañón escondidas en el yugo. Eso es lo que se halló en una de las tres campanas de la parroquia de San Lorenzo Mártir de Bèlgida cuando se procedió a su restauración. Algo que, a priori, llama la atención, por las características bélicas de los elementos encontrados. Sin embargo, el restaurador, Francisco Gómez, de la empresa 'Relojes & Campanas Monumentales' de Rafelbunyol, asegura que no es la primera vez que ha ocurrido este hallazgo.

Y es que tiene una explicación que tiene que ver con el contrapeso. "Las metían en el yugo de madera para contrarrestar el peso de la campana", indica Gómez, quien apunta que han encontrado más de estas bolas en otras que han restaurado, así como otros elementos de hierro para cumplir el objetivo.

El por qué de bolas de cañón entiende que por aquella época era un material común y no tendrían otro que pudiera utilizarse para hacer efectivo este objetivo.

El hallazgo se produjo al desmontar el yugo de la campana 'Santísima Trinitat', la mediana de las tres del campanario, con 263 kilos y fundida en 1893. Las otras dos son la 'Sant Joan', que es la más antigua, de 1650 y pequeña, de 90 kilos de peso; y 'Santa Lorenza', la más grande con 450 kilos y fundida en 1855.

Los trabajos de subida al campanario e instalación de las campanas comenzaron el pasado lunes, tras su bendición, y finalizaron ayer con un volteo general para comprobar que todo funciona correctamente.

La restauración se realizó “tras permanecer las campanas más de un año paradas y sin usar por el mal estado en que estaban los yugos de madera, que eran los originales desde su fabricación, y por los motores de volteo, muy obsoletos y que consumían mucha electricidad”, explica.

Durante la intervención, han sido restaurados los yugos aprovechando todas sus partes de madera y los herrajes originales. Igualmente, se han limpiado los bronces con silicato de aluminio a baja presión lo que ha permitido recuperar el sonido y color originales.

Según explica Francisco Gómez, a la más grande, la campana 'Santa Lorenza', le faltaba un trozo de bronce, no se sabe si fue porque la tiraron o porque se cayó en los años 30 del pasado siglo. "Decían que el trozo estaba por ahí, pero hemos preguntado a los vecinos y nadie sabe dónde, por lo que lo hemos reconstruido, recuperando así su forma y sonido original”, subraya.

También se les ha dotado de un electromazo y de motor electrónico que imita los toques manuales y que permite realizar los toques manuales por los campaneros.

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