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B. González
Otos
Lunes, 7 de noviembre 2022, 12:15
Cada vez son más los pequeños municipios del interior de la Comunitat que buscan iniciativas para evitar el despoblamiento y su decadencia ante la falta de lo que, consideran, desidia y falta de verdaderas políticas de las administraciones para hacer frente a su situación que conlleva la pérdida de servicios.
Uno de ellos es el de los colegios. Beniatjar fue pionero en luchar por el Centro Rural Agrupado con la puesta en marcha del método Waldorf que atrajo a nuevos alumnos interesados en esta técnica de enseñanza. Bellús también lanzó una campaña para atraer a nuevos vecinos y más recientemente la AMPA del colegio de Millares, en la Canal de Navarrés.
En la misma línea, la Asociación de Madres y Padres de Otos, un municipio con 428 habitantes, han querido adelantarse a lo que saben que podría ocurrir en un año o dos, debido a las ratios establecidas por la Conselleria de Educación, y han puesto en marcha iniciativas para atraer a nuevas familias con hijos en edad escolar y evitar el cierre del colegio.
Según explica Marisa Nácher, representante de la AMPA del Centro, conscientes de este problema crearon una comisión con la participación del Ayuntamiento para proponer soluciones. Así, han venido organizando jornadas de puertas abiertas para enseñar la escuela o concienciar de los beneficios de la crianza en el medio rural.
Ese trabajo de los últimos meses ha dado sus frutos. Ya han conseguido que 4 familias decidan dejar la capital, Valencia, para instalarse en Otos. "Una de las familias ya se ha instalado y han escolarizado a su hijo y están esperando un segundo; otras dos con tres niños ya han comprado la vivienda y una cuarta, con otros dos niños más, está a la espera de poder alquilar o adquirir casa", señala Nácher.
Y es que uno de los problemas de estos municipios es que, aún habiendo viviendas vacías, los propietarios son reacios a vender o alquilar. "Aún existe una cultura arraigada de tener vivienda en posesión y es muy difícil cambiar la mentalidad para que la pongan en el mercado", explica Nácher, quien precisamente decidió volver a su pueblo natal después de estar viviendo en Valencia 15 años.
El problema actual que tiene el Centro Rural Agrupado (CRA) Castell de Carbonera de la localidad no es que peligra su continuidad de momento. Actualmente hay 27 niños en el centro y el problema está en que el curso que viene saldrán dos niños de Primaria y, según la ratio, de las dos unidades actuales que hay de esta enseñanza, el centro se quedaría con una. "Eso quiere decir que en una clase habría niños que aún no saben leer con otros de 6º, que estaría a punto de ir al Instituto", subraya la representante de la AMPA.
Al respecto desde la Asociación se muestran muy críticos por el hecho de que los criterios establecidos sean los mismos para un municipio de 2.000 o más habitantes que para uno de 400, como es el caso. "Reivindicamos que la ratio no se aplique por igual. Si se habla de lucha contra la despoblación, se deben de tomar medidas reales y concretas para favorecer que la gente viva en los pueblos", denuncia.
Esperan que las tres familias que aún faltan por instalarse puedan hacerlo de cara al próximo curso. "Ellos tienen que adaptar sus trabajos, acondicionar las nuevas viviendas, en definitiva trasladar su vida aquí", señala Marisa.
De momento, este fin de semana han organizado una jornada de bienvenida para facilitarles la integración al municipio a estas familias con los seis niños nuevos con los que contará el municipio, además del que viene en camino. "Que se sientan arropados y vean cómo es vivir aquí".
Una de estas familias tiene raíces en el municipio, las otras tres no. "Vinieron de turismo a conocer el municipio y les gustó". Y es que entre las iniciativas que ponen en marcha desde la AMPA están el hacerles ver como en los pequeños municipios se lleva una vida menos estresante que en la ciudad, en contacto con la naturaleza, poder disponer de servicios básicos como la educación que no están masificados, además de la posibilidad del teletrabajo.
Desde Otos esperan que el boca a boca se extienda y sean más las familias con hijos los que quieran trasladarse a vivir a este pequeño municipio de la Vall d'Albaida y garantizar su futuro.
Mientras tanto, la AMPA va a seguir potenciando la iniciativa a través de las redes sociales, con nuevas jornadas de puertas abiertas en la escuela rural.
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