M. G.
Jueves, 26 de junio 2014, 19:09
Las mangas verdes eran los cuadrilleros de la Santa Hermandad, una institución que se parecía a lo que ahora es la policía en la Castilla de los Reyes Católicos. Eran los encargados de mantener el orden.
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Vestían con un chaleco de piel que dejaba al descubierto las mangas de sus camisas que eran de color verde, por lo que recibieron el sobrenombre de «mangas verdes».
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La rapidez y la eficacia no eran las principales virtudes de este cuerpo. Cada vez que llegaban tarde, con el delito ya cometido y los delincuentes a la fuga, la gente decía: «A buenas horas, mangas verdes».
El dicho ha llegado hasta nuestros días.
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