Ana Arjona: «Cualquier ciudad tiene que hacerse valer por la oferta cultural y es bueno publicitarla»

–¿Cuánto tiempo lleva dedicándose a dibujar?

–Dedicada a cuestiones del arte, exposiciones, los cuadros que estoy pintando con 'Valencia, sus calles y rincones' surgió a raíz de la pandemia. Cuando ya empezaron a dejarnos salir a la calle, cogí la cámara y empecé a hacer fotografías. Entonces las calles estaban muy bonitas, vacías y con una luz especial. Hacía bocetos para relajarme y poco a poco esa actividad se ha ido convirtiendo en el proyecto 'Valencia sus calles y rincones'. Siempre he estado muy influenciada por el arte, me ha gustado contemplarlo, visitar galerías y exposiciones. Desde pequeña se me daba muy bien, pero tengo que decir que soy autodidacta. Soy licenciada en Pedagogía, no he estudiado Bellas Artes. Algunos amigos me dicen, bueno eres autodidacta, pero siempre hay alguna influencia.

–¿Existe?

–Mi influencia son las calles, me guío por los colores, la luz, los rincones que captan mi atención. A partir de ahí voy desarrollando mi trabajo y van apareciendo imágenes.

–¿Una artista del dibujo como es usted, qué encuentra los rincones y las calles de la ciudad para quererlas pintar?

–Muchos rincones son espacios ante los que tal vez nadie se detendría para hacer una fotografía. Son caóticos, a veces están llenos de grafitis, de huellas urbanas. Lo que capta mucho mi atención es el paso del tiempo, la tradición que se puede apreciar en los rótulos de una panadería, una cafetería o de una ferretería. Me llama mucho la atención el aspecto colorista. Los rincones que suelo fotografiar y luego plasmo en los dibujos tienen alguna connotación que me resulta bella. Además, el grafiti me gusta mucho, cuando es adecuado y tiene arte, porque considero que la calle 'per se' encierra mucho arte. Básicamente me atraen los colores, los rótulos, la tradición, la huella del tiempo que pasa por las calles y se ve en la paredes ajadas y marchitas en las que se puede descubrir la vida que había detrás.

–¿En esos desconchados descubre las emociones?

–Eso es. En esos rincones había vida y luz anteriormente, por ejemplo puedo apreciar el antiguo cuarto de baño.

–Es una arista de las calles, se la puede enmarcar en un personal 'street art'.

–Me gusta mucho la arquitectura, soy fan. Me parecen muy bellos los edificios que tenemos en Valencia, y en otras ciudades de las que también tengo dibujos.

–¿Ana Arjona que mira tanto Valencia, que echa en falta en sus calles?

–Con mis respetos y desde mi humilde opinión, echo en falta que no se mantengan esa arquitectura tan bonita de balcones de forja y elegantes arcos que rodean las puertas. Echo de menos que cuando miramos un edificio antiguo al lado no te encuentres con una cosa plana. Eso podríamos mejorarlo.

–¿Cree que sobra ruido en las aceras: nos encontramos una farola, un indicador, un termómetro... que en la mayoría de casos no sirven?

–En esos objetos no me suelo fijar. No sabría decir, pero es verdad que a veces hay elementos urbanos que se podrían evitar.

–¿Qué le pondría a las calles de Valencia?

–Más que poner, mantendría. Hay que seguir manteniendo el sabor de los barrios. Hay muchísimos. Yo mantendría en lugar de poner, intentando recuperar elementos que están desapareciendo y no dejan de ser los elementos descriptivos de la ciudad.

–¿Considera que debería existir un criterio de diseño que contemplara la unidad de ciudad que las autoridades tuvieran en cuenta?

–Sí. Lo interesante, lo bonito no debemos abandonarlo. Sería buena idea que el criterio fuera mantener. Si es una zona moderna pueden entrar otros elementos.

–¿Al margen de estas cuestiones, cómo ve la oferta cultural, Valencia necesita más?

–No sé si el ciudadano conoce toda la oferta que existe. Pero sí la hay, diría que existe una muy buena oferta. Es importante que haya fácil acceso para los ciudadanos, que no se tenga que pagar para entrar en cualquier sitio.

–¿Las instituciones tendrían que dar a conocer más las posibilidades culturales de la capital?

–Sí, siempre es bueno conocer la oferta. Cualquier ciudad tiene que hacerse valer a través de la cultura. De vez en cuando se pueden hacer bonos, ofertas. Es bueno publicitarse.