La Generalitat pide 10 años de cárcel a Císcar por usar el IVAM para promocionar la carrera de su hijo

Más problemas en el horizonte judicial de Consuelo Císcar, la que fuera directora del IVAM durante una década. La Generalitat Valenciana, que ejerce la acusación particular, ha presentado ya su escrito de calificación y reclama diez años de cárcel para la exdirigente de la institución por utilizar el museo para promocionar la carrera artística de su hijo, conocido como Rablaci. El castigo se reparte en tres delitos: malversación (cinco años), cohecho (cuatro años) y otro año por tráfico de influencias. La Abogacía ya pidió seis años en la pieza anterior, la de la compra de obras falsas de Gerardo Rueda. En esta causa también figuran como procesados, el número dos del museo, Juan Carlos Lledó y uno de los principales proveedores del Ivam, el empresario Enrique Bienvenido.

La ristra de presuntas irregularidades de la gestión de la directora es amplísima. Destacan los viajes que supuestamente Consuelo Císcar cargó al IVAM, en alguno de ellos viajó incluso con su marido Rafael Blasco, sin que conste ningún motivo de trabajo para ese desplazamiento. Son todos viajes al extranjero y no precisamente económicos. Rablaci, según consta en la investigación y siempre por orden de su madre, se benefició de los trabajos de personal del museo en la elaboración y traducción de textos para sus exposiciones, fotografías, organización de los eventos culturales e incluso en el transporte de obras para el artista bajo sospecha.

El joven logró con apenas 20 años exponer un buena parte del mundo gracias a los contactos de su madre y al supuesto uso de proveedores del IVAM y también de trabajadores con el objetivo de impulsar el recorrido artístico de su descendiente, hijo del exconseller Rafael Blasco, condenado por el caso Cooperación y que la próxima semana volverá a ser juzgado por corrupción. La jueza y las acusaciones llegaron a la conclusión, siempre de manera indiciaria, del uso partidista que Císcar hizo del museo para beneficiar a su hijo, exculpado en este procedimiento al asumir su madre la responsabilidad penal de todas sus acciones.

La Audiencia avaló recientemente los indicios apreciados por la instructora, una juez de refuerzo que ha llevado toda la causa del IVAM, porque valorados en su conjunto «determinan la racionalidad» del relato y destaca la «pluralidad de casos en los que puede observarse el mismo entramado de relaciones», lo que indica «posibles motivaciones ocultas que guiaron los contratos» suscritos y el «proceder irregular en la tramitación administrativa y económica también resulta indicativa del mismo propósito».

Esta causa es diferente a la de la compra de obras póstumas del escultor Gerardo Rueda como si fueran auténticas. Esta investigación, que supuso un desembolso de más de tres millones de euros para el erario por decisión directa y personal de Císcar, se saldó con una petición de pena de cárcel de seis años. Ese juicio ya tiene fecha. Se celebrará el próximo mes de noviembre.