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Donde antes había un cine suele surgir otro negocio cuando el proyector se apaga. En Valencia las salas de exhibición han sido sustituidas por perfumerías ( ... cine Eslava), restaurantes italianos (cine Capitol), franquicias americanas (cine Rex) o supermercados (cine Oeste), entre otros negocios. En la capital del Turia los cines que cierran raramente mantienen la actividad cultural. Esta racha de eliminar los negocios artísticos de la trama urbana encuentra en el antiguo cine Xerea una excepción.
El edificio de la calle En Blanch renacerá el próximo otoño como un centro teatral. Lo hará de la mano de Enrique Fayos, al frente del teatro Olympia, el Talía, el Cine D’Or y el Auditori de Catarroja, entre otros espacios.
No hay mejor forma de encarar el Día Mundial del Teatro, que se conmemora el domingo 27 de marzo, que con buenas noticias respecto al tejido artístico en Valencia. El nacimiento de un nuevo proyecto escénico en el corazón de la capital del Turia, sin duda, lo es.
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El edificio, propiedad del Patronato Hogar Escuela Sant Bult, tiene tres alturas y acaba de ser rehabilitado. La planta de a pie de calle se destinará a «sala de ensayos, residencias artísticas, representación de compañías pequeñas y presentaciones culturales», avanza Fayos, quien ultima un modelo mixto y transversal para el futuro Espai Xerea. «Creemos que este centro va a cubrir un hueco que hace falta en Valencia», añade.
Del antiguo cine no queda nada. El edificio conserva el espacio donde su ubicaba la cabina cinematográfica. En este espacio, avanza el empresario valenciano, está previsto ubicar la iluminación para el escenario. Todo el edificio ha de ser vestido para la nueva función artística, desde acondicionar unos camerinos, instalar butacas o colocar foco. El arquitecto Carlos Montesinos está trabajando en el proyecto para dotar técnicamente el bloque.
La inversión a ejecutar en el edificio, que ha sido reformado recientemente, correrá a cargo de Olympia Metropolitana, aunque la rehabilitación del inmueble ha sido promovida por el Hogar Escuelta Sant Bult. El futuro de Espai Xerea nace con el propósito de perdurar en el tiempo. La previsión de Fayos es mantener activo el centro teatral un periodo largo, alrededor de 15 años.
La segunda planta, que contará con una cafetería, está reservada para uso privativo de la asociación de Sant Bult.
En la tercera planta, que tiene tres aulas grandes y una cuarta pequeña, se situará la escuela de teatro. Además de actividad formativa dirigida a público infantil y juvenil, Fayos plantea cursos de oratoria para hablar en público orientado a diferentes perfiles profesionales y propone también jornadas de teatro para gente mayor.
Antonio Bellido, presidente del Hogar Escuela Sant Bult, recuerda que las obras en el edificio de la calle En Blanch «empezaron el mismo año que los trabajos en el Nou Mestalla». El inmueble de la asociación ya está terminado y la construcción del estadio está paralizada. Tras una inversión de 1,7 millones de euros, que han contado con ayuda de la Generalitat, la asociación está satisfecha del acuerdo logrado con «Enrique Fayos y el Olympia». El hecho que el inmueble recupere la actividad cultural supone «dar vida a la calle, al barrio y a la ciudad».
Donde antes hubo cine germinará teatro. La sala Xerea dejó de proyectar películas en enero de 1997. Según ‘El libro de los cines de Valencia (1896-2014)’, de Miguel Tejedor, ‘Cosas que nunca te dije’, de Isabel Coixet, fue el último título en exhibirse.
La fórmula de ceder las instalaciones del Hogar Escuela Sant Bult a uso cultural no es nueva. El cine que durante cuatro décadas estuvo en el edificio de la calle En Blanch funcionó bajo alquiler. Los empresarios Vicente García, Armando Álvarez y los hermanos César y Ernesto Sebastián gestionaron la sala, que proyectó cine comercial, de reestreno y luego para cinéfilos. En 1985, la sala AEC Xerea acoge la programación de la Filmoteca de Valencia mientras la Conselleria de Cultura reformaba en profundidad el edificio Rialto, que se inauguró en 1988, A partir de este año regresó la programación comercial que duró hasta el 12 de enero de 1997, que fue el último día como cine.
El ‘the end’ de un cine siempre es noticia tanto antes, hace 20 años, como ahora, incluso cuando baja la persiana una ‘rara avis’ como las salas X de la calle Cuenca. Este establecimiento no fue un cine al uso, aunque nació como tal y luego viró al contenido erótico. El local donde se proyectaron películas porno durante casi 40 años se alquila por 5.500 euros al mes. Este espacio, un superviviente del negocio de la exhibición, llegó a 2022 con el título de ser el único cine X de España. Su desaparición, que avanzó LAS PROVINCIAS, deja una oportunidad de negocio.
Mientras el local de la calle Cuenca aguarda otro futuro, los antiguos cine Aragón acogerán un restaurante. Los Multicines Aragón abrieron el 23 de diciembre de 1989, cerraron pocos días después por un problema burocrático y reabrieron en enero de 1990 hasta octubre de 2006. «El mayor éxito fue ‘Cyrano de Bergerac’, de Jean Paul Rappenau, que se mantuvo año y medio en cartel. ‘Cinema Paradiso’, de Giuseppe Tornatore, estuvo un año en cartel», escribió el periodista Rafa Marí en su crónica. Ernesto Sebastián, propietario del cine de Valencia, alquiló las multisalas a la cooperativa Cinemista, que los reabrió como Aragó Cinema en noviembre de 2015. Apenas dos años duró esta segunda vida para el multicine de la avenida del Puerto. El proyecto no encontró calado de público, al menos, no el suficiente para la supervivencia del establecimiento. «El local está de nuevo alquilado», avanza Sebastián a LAS PROVINCIAS. «No reabrirá como cine sino como restaurante», informa el empresario.
La familia Pechuán tiene planes para el ABC Martí y no pasan por la exhibición cinematográfica. Cerrados desde 2005, «la idea es establecer usos compartidos: comercial y residencial», según Vicente Pechuán. Este proyecto de viviendas y negocios en la calle Antiguo Reino, 29 de Valencia se materializará «a corto o medio plazo», añade el empresario valenciano, quien admite que «las cadenas de distribución alimentaria, que están en fase de expansión, han mostrado interés por el local». Durante este tiempo, agrega, no ha recibido ofertas para que el Martí, que fue sede de la Mostra de Valencia en los 80, reabra como espacio cinematográfico.
El 23 de abril de 2012 el gran rótulo luminoso de los cines se desmontó, situación que generó rumores sobre el futuro del inmueble, según recoge Miguel Tejedor en ‘El libro de los cines de Valencia (1896-2014)’. No hubo nada más. El espacio, cerrado a cal y canto desde el 15 de enero de 2005, continúa igual. Es un vestigio de la Valencia que fue y ya no será.
Otro cine que espera su futuro es el Metropol. Diseñado por el arquitecto Javier Goerlich Lleó, el establecimiento de la calle Hernán Cortés se inauguró en 1934. Funcionó como sala de exhibición durante más de 67 años. Un incendio apagó el proyector en febrero de 2001. Una empresa quiere construir un edificio de nueva planta en la ubicación del inmueble. El proyecto hotelero ha suscitado el nacimiento de la plataforma vecinal Salvem el Metropol, que se opone al derribo de la fachada de Goerlich.
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